El lobo ibérico

Es una subespecie endémica de la península y con un gran arraigo en la cultura popular desde la antigüedad

Javier Valladares
24/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
En la actualidad se estiman unos 300 grupos familiares, el 60% de los cuales estaría en Castilla y León. | JAVIER VALLADARES
En la actualidad se estiman unos 300 grupos familiares, el 60% de los cuales estaría en Castilla y León. | JAVIER VALLADARES
Fuertemente perseguidos durante siglos, los lobos ibéricos estuvieron a punto de desaparecer en los años 70. Confinados a los lugares más inaccesibles del noroeste de la península, un pequeño reducto de Sierra Morena, y en la frontera con Portugal, la mayor conciencia ecológica que gracias a Félix Rodríguez de la Fuente se instauró en esa época, evitó la desaparición del superdepredador por excelencia de nuestro país.

En la actualidad se estima en aproximadamente unos 300 grupos familiares, el 60% de los cuales estarían en Castilla y León. Aunque no existe un censo oficial ni fiable, la cantidad total de ejemplares que se suele manejar es del 2.000 lobos para todo el territorio nacional.

Hablar del lobo no es fácil si se quiere evitar polémicas. Los problemas ancestrales con la ganadería han hecho que sea un animal odiado y perseguido muchas veces injustamente. Unos 500 ejemplares mueren al año por causas no naturales, lo cual hace que la población no solo no prospere, sino que cada vez se vea más mermada e incapaz de reconquistar territorios de los que desapareció hace años.

Durante más de tres décadas por el campo y por el monte, mis encuentros con lobos siempre han sido inesperados, aleatorios y fugaces. El verano pasado después de una espera de horas sin éxito, al montar en el coche y comenzar a descender por la carretera un puerto en las inmediaciones de Riaño, allí me encontré uno, parado en medio de la carretera. Fueron unos segundos a apenas unos metros, hasta que el frenazo de un coche que venia de frente le espantó y desapareció en la oscuridad.

Con unos sentidos especialmente desarrollados, sobre todo el olfato, y con unas cualidades físicas espectaculares, el lobo puede recorrer grandes distancias a diario, y correr a una velocidad punta de hasta 50 km/h.

Pero lo que mas destaca de este bello animal, es su carácter social y su estructura jerárquica. Organizados en manadas, cada miembro de las misma tiene su labor. Desde al macho dominante, o macho Alfa, hasta los rangos inferiores, todos aceptan su papel en favor de la protección del grupo. Esta jerarquía tan estricta tiene un fin, que es el éxito reproductivo y arraigar la unidad social, evitando conflictos entre sus miembros.

Un ejemplar adulto de lobo ibérico supera los 40 kilos de peso. Eso unido a una longitud total de entre uno y dos metros, y el sistema de caza en equipo, hace que sus presas tengan difícil escapatoria. La manada cuando ataca actúa como movida por una sola cabeza pensante, cuyo único objetivo es capturar a su objetivo.

La complejidad de su comportamiento social, el trabajo en equipo tan especializado, y el lenguaje corporal que utilizan para comunicarse entre los miembros de la manada denotan una inteligencia superior, que debería servir para preservar este magnifico animal para las generaciones futuras.

Las fotografías han sido realizadas en condiciones controladas

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