"El primer texto sobre lucha leonesa es de un reto en Canarias en 1527"

El investigador Pedro Reyes pasó por León buscando datos sobre un encuentro canario-leonés que cambió la normativa de la competición de lucha canaria

Fulgencio Fernández
04/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Pedro Reyes durante su estancia en León, junto al monumento a la lucha. | ANTONIO
Pedro Reyes durante su estancia en León, junto al monumento a la lucha. | ANTONIO
La lucha leonesa sigue siendo un pozo sin fondo en cuanto a la riqueza de su historia se refiere. El último ejemplo, la última aportación, llega desde Canarias, gracias a una investigación llevada a cabo por Pedro Reyes, periodista, deportista e investigador, que trabaja en la actualidad en una investigación con categoría de tesis, dirigida por el ex rector de la Universidad de La Laguna, sobre 'El origen de la lucha canaria hasta 1832'; y ha descubierto la curiosa y significativa presencia de la lucha leonesa, hasta el punto que el final de los combates tal y como se produce en la actualidad se puede considerar una aportación de la lucha leonesa, a raíz de un encuentro celebrado en 1533. Pedro Reyes ha estado varios días en León corroborando datos y buscando nuevos materiales para su investigación, ya en la fase final de la misma.

– Su trabajo es sobre la historia de la lucha canaria hasta 1832, ¿porqué precisamente esa fecha?
– Muy sencillo, porque a partir de 1832 existen numerosos trabajos, tesis y de todo;pero no de antes, que apenas existían cinco o seis documentos, lo que me parecía realmente extraño si tenemos en cuenta la importancia de este deporte en nuestras islas, me parecía imposible y por supuesto que encontré numerosos documentos anteriores.

– Y en uno de los documentos más importantes que ha encontrado parece que tiene mucha importancia la lucha leonesa.
– Cierto. Tanto que estoy en condiciones de afirmar que la forma de finalizar los combates de lucha canaria cambió a raíz de un encuentro, un reto, en el que los aborígenes canarios se enfrentaron a los conquistadores, que eran moriscos y leoneses, los dos pueblos con su propia modalidad de lucha.

– ¿Y cómo fue ese cambio?

– Los datos son los que nos conducen a él. En documentos de 1496 el final de los combates de los aborígenes canarios se producía cuando el perdedor se rendía, hasta que no lo hacía seguía el combate. Si no había rendición no había final. Pero en otros documentos de 1527 el final ya era ‘por caída’, como sigue siendo en la actualidad.

– ¿Y qué le lleva a achacar este cambio a la lucha leonesa?
– Se llega a esa conclusión respondiendo a una pregunta, ¿qué ocurrió en esos 30 años que van de un documento a otro y en los que se cambia la forma de finalizar? Pues lo que ocurrió fue el encuentro, un reto más bien, también documentado entre los aborígenes canarios y conquistadores leoneses y moriscos. En las normas de ese reto se impuso la nueva forma de finalizar, propia de la lucha leonesa.

– Y si el reto era en Canarias, ¿qué les llevó a aceptar el modelo de los leoneses ‘conquistadores’?
– Pues otra evidencia, la enorme fortaleza de los aborígenes canarios, que obligaría a la rendición. Hay que tener en cuenta que los aborígenes isleños se preparaban para luchar desde niños, tenían una gran fortaleza, los luchadores tenían un gran prestigio social y por eso se preparaban a conciencia. La media de estatura de los canarios rondaba el 1,70, mucho en aquellos tiempos, la de moriscos y leoneses andaría por poco más de 1,50 metros.

– No sólo ha encontrado esta ‘aportación’ de la lucha leonesa, también el primer documento escrito sobre este deporte leonés.
– Cierto, por eso me he desplazado a León, para constatar que no existe ningún texto anterior al que yo localicé, el original, de 1535. Existían los famosos capiteles de la Catedral y demás, pero no textos. Me complace ‘regalarles’ esta historia.

– Tiene una historia curiosa sobre ese documento.
– Sí, yo manejo una copia del original, pero algunos investigadores manejaron otras y se produjo un error. Ahí se hablaba de «dos sobre tres caydas» para vencer, alguien lo copió mal y escribió en vez de caydas «ydas», que no tenía ningún sentido, pero todo el mundo lo copiaba... y a seguir la bola.

– ¿Este cambio de final propició que la lucha canaria no desapareciera?

– Sí, fue un ‘regalo’ de los leoneses. Los Reyes Católicos no querían saber nada de las manifestaciones aborígenes, las prohibían, pero se argumentó que ese «nuevo final» hacía que fuera «otra cosa nueva» y así se salvó de su ira.
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