La escritora y cuentacuentos salmantina afincada en la capital leonesa,
Emma S. Varela, acaba de publicar un nuevo libro de literatura para niños que hace el número 14 de su producción, esta vez de la mano de la editorial leonesa
Amigos de Papel y con el título
‘Un extraño vecino’. Tanto este libro como el anterior, ‘El tamaño del corazón’ (La cuentería respetuosa), eran los compromisos que la autora tenía pendientes del 2020 y que a consecuencia del covid han visto la luz con un ligero retraso. A Emma le ha hecho especial ilusión publicar por primera vez con Amigos de Papel, pues conoce a la editora,
Asunción Carracedo, desde hace tiempo. «Hemos coincidido en numerosos actos en León y al final ha sido una unión muy lógica, pues yo escribo libros para niños y ella dirige una editorial de literatura infantil. Recuerdo que le propuse un par de textos y se decantó por ‘Un extraño vecino’. Su salida estaba prevista para el otoño del 2020 y al final ha visto la luz en la primavera del 2021 con la esperanza de que todo vaya mejor este año», sostiene la escritora salmantina.

Emma S. Varela reconoce que salvo sus primeros libros vinculados con León, como ‘Leonino, el topo de la Catedral de León’ (2010), ‘Sara y el ramo leonés de Navidad’ (2012) y ‘Froilán y el lobo’ (2013), todos ellos publicados por Ediciones Lobo Sapiens, no suele escribir por encargo sino por el simple placer de crear y una vez finalizado ese proceso creativo es cuando se plantea su posible publicación. «Estos libros que estoy publicando son cuentos que escribo en mi casa, que yo me invento, y que luego oferto a las editoriales. A excepción de los primeros libros, que trataban temas más relacionados con León, el resto han seguido todos el mismo proceso. No han sido encargos sino propuestas que yo he hecho a las editoriales, que les han interesado y que se han terminado publicando», aclara la autora salmantina, que reconoce tiene unos cuantos textos inéditos en el cajón. «De hecho es que no están saliendo en el orden en que han sido escritos. ‘Un extraño vecino’ ya tiene un par de años. Yo voy presentando un poco lo que considero que puede encajar con la editorial o con el momento y así van saliendo. Y sí, tengo todavía algunos pendientes, a ver qué pasa con ellos. Hay muchos que no van a salir nunca del cajón», asegura la escritora, que reconoce que los dos últimos libros publicados, ‘El tamaño del corazón’ y ‘Un extraño vecino’, son muy cercanos respecto al periodo en el que fueron escritos. «Lo que pasa es que ‘El tamaño del corazón’, por la estructura que tiene, tal vez sea para un público un poquito más joven y ‘Un extraño vecino’ para un segmento de edad un poco mayor, pero, entiéndeme, en los dos casos estamos hablando de un público infantil. Esos dos cuentos en concreto surgieron en la misma época», confiesa. En una conversación anterior con motivo de la publicación de ‘El tamaño del corazón’, Emma S. Varela comentaba que el mensaje del cuento era muy claro: amar sin miedo, mediante una historia de amor más allá de los prejuicios, de la diversidad y de lo que los demás puedan opinar. En el caso de ‘Un extraño vecino’ la moraleja del cuento sería la capacidad de empatizar con otros semejantes. «Sí, la empatía es uno de los temas que se aborda en el libro pero no es el único. En el anterior estaba más claro y en este último lo que sí te puedo decir es que es un cuento muy divertido. Me parece el más divertido de cuantos he escrito hasta la fecha, es un relato de humor donde el personaje principal es refunfuñón pero a la vez es muy entrañable y se va desesperando porque escucha a un vecino hacer cri cri. El personaje principal es una abeja a la que le gusta la tranquilidad, le gusta la calma, le gusta el orden y todos los días escucha ese sonido que termina por sacarle de su zona de confort. Lo curioso del caso es que cuando ese cri cri desaparece se desespera aún más y ahí empieza a indagar quién es el vecino y qué ha podido pasar para que ese sonido en principio tan molesto haya desaparecido», señala autora salmantina, que compara esta situación, sin duda reconocible para muchas personas, con la relación que se da entre hermanos que se pasan todo el día picándose y molestándose, pero como los separes lo pasan fatal.

En el anterior libro, ‘El tamaño del corazón’, la autora recurrió a la rima, como también había hecho en ‘V de Victoria’, un lenguaje de fácil comprensión para los más pequeños y que funciona «genial». Sin embargo, en el caso de ‘Un extraño vecino’ ha optado por un estilo mucho más directo. «La abeja habla mucho en alto en plan monólogo y constantemente se está repitiendo en torno al vecino, sobre lo que le pasa al vecino. Hay mucho monólogo por parte del personaje principal, que es un lenguaje que también llega muy bien a los niños por las reiteraciones que te permite a la hora de escribir», argumenta Varela, que a la pregunta de si parte de la trama o de los personajes a la hora de elaborar sus cuentos confiesa que en el caso de ‘Un extraño vecino trabajó mucho la trama, más que en otros cuentos suyos. «Yo vivo en una casa en el pueblo y oigo mucho a los grillos. La idea del cuento viene de ahí, de escuchar a los grillos todos los días. Le di muchas vueltas a la historia antes de ponerme a redactarla», confiesa la escritora, que se muestra encantada con el trabajo realizado por la ilustradora alicantina
Ana Rodríguez. «En este caso fue una elección de la editorial y creo que fue un acierto total. Es su primer libro y creo que ha dejado el listón muy alto. Todo está muy cuidado y ha incorporado muchísimos detalles para que se fijen los niños. La verdad es que estoy encantada con su trabajo», declara la autora salmantina, que ya tiene preparadas tres nuevas publicaciones antes de que termine el año. «Si no se tuerce nada hasta entonces antes de que finalice 2021 saldrán otros tres libros con tres editoriales distintas. Son tres historias de escritura reciente. De hecho, los tres han sido escritos durante los meses del confinamiento», apunta Varela, cuyo rol de escritora no se vio alterado por las excepcionales circunstancias vividas durante aquellos meses. «Lo que sí me ha cambiado mucho es la experiencia. Normalmente los cuentos después de escribirlos y antes de publicarlos se los contaba a los niños, que eran un poco como el jurado. Echo en falta ese contacto, pero he seguido leyendo mucho cuento infantil».