En su exposición en la sala Alemi se pueden ver varias modalidades de trabajo, aunque diferentes, siempre tienen el mismo proceso, como él explica: «Mi trabajo se basa principalmente en el paisaje urbano. El empiece es siempre con un dibujo potente, realizado a lápiz, lo cual, después de hacer todos los detalles le doy una fijación con un fijador para carboncillo y lápiz y después empiezo con el color, y así se desarrolla mi obra, una obra figurativa». Para remarcar estas afirmaciones en la exposición se pueden contemplar dos piezas de ciudades en las que solamente ha realizado la primera fase, el carboncillo, sin añadir el color. Para remarcarlo aún más mantiene las líneas guía que habitualmente son borradas de la obra final.
Karfer Eguía presenta tres modalidades de trabajo, la primera y más abundante es la que representa las ciudades del mundo en sus edificios más conocidos, incluyendo, como un guiño a la ciudad de León, una en la que podemos ver el edificio leonés de Botines y sobre estas obras afirma: «Generalmente las obras que presento en esta galería son ciudades que he pateado durante mi vida laboral». Se trata de un autor cosmopolita que ha viajado por todo el mundo y ello se refleja en este apartado de su obra, donde los edificios son dibujados con una precisión especial, líneas rectas y pocas figuras en general, pero con un dominio del espacio muy acertado y unos ambientes muy logrados.En segundo lugar, podemos encontrar obras que circulan alrededor del sueño, la obrita esculpiendo un sueño y, en especial una que llama mucho la atención y que Karfer Eguía explica de este modo: «Tenemos un paisaje onírico en el que he querido representar un ángel con un corazón rojo que representa el corazón de la persona humana, el mundo en las manos y una roca con la cabeza de un halcón vigilando el puente. El título de la obra es: ‘El guardián del puente’».
Por último en una de las paredes de la sala existe una explosión de color en la que el autor expone sus sentimientos, y además otras obritas pequeñas en un estilo similar que el autor comenta así: «También hago abstractos dependiendo de mi estado de ánimo, están basados en experiencias, motivaciones, reflexiones de mi interior y cosas así y lo reflejo con cuatro pinceladas o cuatro espatulazos, como digo yo llenos de color y fuerza dependiendo de mi estado de ánimo y nada más, en esto se basa mi obra, espero que guste a todo aquel que lo vea y lo disfrute».
Una obra en la que a nadie dejará indiferente por su variedad y que se podrá contemplar en la sala Alemi hasta el día 29 de octubre.