
Jorge Pascual se puso a vivir luego justo enfrente de la que fue nuestra casa en el barrio de Amara. La reconocí sobre todo por la alta valla blanca que hay en su azotea, construida como un paseo con bancos, parasoles y chimeneas, a la que subíamos a ver los fuegos artificiales sobre la playa. En aquel bloque apareció un día el que fue mi primer amigo, Román, un niño que alertó al vecindario porque aburrido se asomaba a la ventana del patio de luces peligrosamente. Era hijo de una mujer que huyendo del maltrato tenía que dejarlo solo para trabajar. Compartían el ático con una chica espectacular que debía ser modelo. Tenía juguetes extraordinarios fruto de los intentos de su padre por recuperarlos a los que no daba importancia y que yo disfrutaba. Mi madre procuró que me hiciera amigo suyo. Muchas veces se preguntó luego qué habría sido de ellos. No sé si lo averiguó o quiso creerlo, que se arreglaron. Con seis o siete años, yo me tomé con alegría que nos fuéramos pero él se puso triste. Yo todavía no sabía lo que era una despedida.
Tardó poco Jorge Pascual, como todos, en aburrirse durante el confinamiento y allí estaba también el patio de luces de su bloque de enfrente. Como a mi amigo Román, verían los vecinos a mi amigo Jorge casi precipitarse al vacío con preocupación y más cuando este comenzó a recitar como él recita, que no es recitar sino vivir otra vez la intensidad que dio lugar a los poemas.
Figuras de ropa tendida se quedaron embelesadas con su voz, sábanas bailando su ritmo en el aire nocturno dorado por las luces domésticas de las cocinas o los baños o en el diurno azulado del tragaluz. Alfombras, pijamas… un público únicamente posible en un cuento, algo que nadie creería fuera de los sueños, cosas que no podrán atrapar nunca las editoriales, que no podrán transmitir ni las pantallas, ni los museos, tampoco yo en este escrito.