La ensalada templada de patatas, pimientos y caballa de Marcelo Ramón

En épocas de entretiempo, resultan muy aconsejables este tipo de platos templados, es decir, ni frío ni caliente... Poca cosa pero muy resultona.

Cocemos unas patatas nuevas, sin pelar, en agua con sal. Unos pimientos asados, está vez del Bierzo, y los confitamos en una sartén, a fuego lento, con un poco de AOVE y unas láminas de ajo. Espolvoreamos con orégano seco y dejamos hacer lentamente...añadimos un poco del jugo de asar los pimientos. A la vez cocemos huevos... Hacemos aros de unas deshuesadas aceitunas negras...picamos perejil.

A ensamblar. Como me gusta... Una vez cocidas y tibias las patatas, las pelamos y hacemos unas rodajas como de un centímetro de grosor. Fondeamos la fuente con ellas y repartimos por encima los pimientos confitados con sus ajines y la salsina... Bordeamos con unas medias lunas de tomate, en nuestro caso, de Mansilla...un auténtico lujazo!

Paso al laterio.Siempre un producto de excelsa calidad!!! Para la ocasión, una caballa en aceite... Recuerdo siempre unos bocatas de caballa en el Puerto de la Cruz (Tenerife), que era costumbre, en mi época chicharrera, terminar la noche con su degustación (¿abuelo Cebolleta?)...

A lo que estamos que me disperso. Colocamos los lomos del pez.

Damos contraste con las porciones de huevo cocido en octavos, verdor con el picado de perejil...

Unas escaminas de sal maldon y un hilo del mejor aceite de oliva virgen extra.

La patata, jugando al escondite A ver quién la encuentra...Si existe el placer....debe ser esto. Pan, blanco y crujiente...¡para ayudar y mojar!

Vino blanco, Godelia godello del Bierzo, frescor criado sobre lías... ¡Una oportunidad única para saborearlo!

¡Tranca!