Entre la naturaleza, el arte y las cámaras cinematográficas

La riberense Alexandra Alonso Santocildes lleva vinculada al mundo del arte toda su vida y fue la escenógrafa de la obra ‘Adentro’, que se estrenó en 2015 en el Centro Dramático Nacional

Mercedes G. Rojo
30/01/2024
 Actualizado a 30/01/2024
‘Payar’, obra seleccionada en el VI Certamen de Fotografía Urbana Contemporánea Leonesa.
‘Payar’, obra seleccionada en el VI Certamen de Fotografía Urbana Contemporánea Leonesa.

Hace apenas unos días asistía en el Teatro Albéitar de nuestra ciudad a la proyección de un nuevo cortometraje de la directora leonesa Isabel Medarde: ‘El tren del olvido’, sobre la situación del tren de la línea FEVE en León. Durante el coloquio mencionó lo difícil que era poder hacer cine en León y como todo aquel que quiere hacerlo, finalmente tiene que irse fuera porque aquí ni hay medios ni oportunidades, a pesar del tremendo esfuerzo que algunos ponen en ello. Y aseguró que, entre otras cosas, falta también voluntad política para que este séptimo arte pueda evolucionar también desde aquí. Sin embargo, y a pesar de todas las posibles dificultades, nuestra provincia sigue dando grandes profesionales en este campo, aunque luego aquí no nos enteremos «de la misa la media» que dice el refrán. En el plano artístico y también en el técnico, de hecho allí mismo salió algún que otro nombre, aunque todos ellos masculinos. Y ¡ojo! que no tengo nada en contra de ellos, pero el objetivo que yo me he marcado en estas páginas es el de darles voz y presencia a ellas, porque aún resuena en mis oídos una afirmación que me hicieron, va ya para trece años, concretamente en referencia a la presencia de mujeres en la composición de un jurado de cine en el que prácticamente solo había hombres porque, según su organizador, «no había (¿ni hay?) mujeres que supieran de cine». Y eso que hablábamos a nivel nacional y no solo provincial. Pues bien, en esta sección hemos tenido no solamente a la ya nombrada Isabel Medarde, también a otras mujeres que –saliendo de nuestra provincia- han sido, y son, directoras, actrices y/o han formado parte de los equipos técnicos de numerosas producciones cinematográficas, como precisamente es el caso de nuestra protagonista de hoy: Alexandra Alonso-Santocildes (Carrizo de la Ribera, 1981)

De Alexandra hablaremos en una doble vertiente porque si actualmente su profesión está muy ligada al ejercicio cinematográfico, no menos importante es en su vida otra faceta más de creación personal a través de la cual nos muestra su arte en diferentes disciplinas como la pintura, el grabado, la fotografía o las instalaciones. Y es que «de raza le viene al galgo», que dirían en ese medio rural al que está familiar y sentimentalmente muy ligada. 

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Alexandra Alonso Santocildes.

De sí misma nos cuenta: «Estudié grabado y técnicas de estampación en la Escuela de Arte de León. Me encantó pero me supo a poco y tuve una idea espléndida, estudiar algo que comprendiera las siete artes juntas, Cinematografía y Artes Visuales en la Universidad de León. Así que mi trayectoria está marcada por un montón de influencias, lo mismo me recreo con una xilografía que le proyecto encima unas geometrías. Trabajo siempre basándome en las emociones y una obra me puede llevar un minuto, un montón de meses o toda la vida». Y con su relación con el cine comenzamos este acercamiento de hoy, una carrera imparable desde el año 2005 que ya supera la treintena de trabajos realizados, lo que se quintuplica en cantidad si tenemos en cuenta que muchos de ellos se refieren a  series que implican su participación en un buen número de episodios.  Entre esos más de ciento cincuenta trabajos en total podemos encontrar cortos como ‘El último viaje del Almirante’, películas como ‘Desde que amanece apetece’, ‘GAL’, ‘Fin’, ‘Muertos de amor’, ‘Sicarivs: La noche y el silencio’ o ‘La princesa Paca’. Su trayectoria más larga ha estado ligada, sin embargo,  a series tan conocidas por todo tipo de audiencia como ‘El secreto de Puente Viejo’, ‘La zona, Velvet’, ‘Gran Hotel’, ‘Física o Química’, ‘El internado’ o ‘Los misterios de Laura’, entre otros muchos, que se han podido y se pueden aún disfrutar desde diversas plataformas televisivas. Si les prestásemos atención a los títulos de crédito cosa que casi nadie hace ni frente a la pantalla de nuestra casa ni en el cine siquiera, habríamos podido descubrir entre ellos el nombre de nuestra protagonista, en algunos casos (casi al principio de su carrera) en relación con el trabajo de cámara pero casi siempre con la función de «scrip», una tarea mucho más importante y artística de lo que podría parecer a simple vista; como de «scrip», ha sido uno de sus últimos trabajos de los que tenemos noticia, precisamente en el rodaje de la miniserie ‘Camilo Superstar’ producida el pasado año y que se puede ver en  Atresmedia. 

Con todo este currículo seguramente se nos quedará algo en el tintero, porque ya hemos insinuado que quienes trabajan tras las cámaras o tras las bambalinas habitualmente no merecen la atención de los medios y, por tanto, es muy difícil que su trabajo transcienda al público a pesar de que el mismo también contribuye a mejorar el resultado final de una obra, y con ello su calidad artística y, en buena medida, el éxito final de la misma. 

Cambiando de dirección en este acercamiento a nuestra protagonista de hoy, al comenzar el artículo comentaba que «de raza le viene al galgo» esta inclinación por el arte,  y es que en su apellido habrán reconocido sin duda la relación con otro artista leonés: José Antonio Alonso-Santocildes, su padre, e incluso con su tía, Mari Carmen, que también ha participado en algunos proyectos que tienen que ver con el arte y el territorio, donde la presencia de la madera será una constante de trabajo para todos ellos. En el caso de su padre,  este se reconoce acompañado en esta «tarea matérica y creadora»  en torno a la madera de la ayuda de su padre (que le transmitió los saberes para trabajar con ella) y de su hija Alexandra. Ella misma –en este sentido- concluye en una única frase ese trabajo conjunto que en tantas ocasiones realizan:  «La naturaleza sería el comienzo de la obra artística».

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Foto de la obra teatral ‘Adentro’. | MARCOS G. PUNTO

Con lo que acabo de comentar y lo que he ido dejando en líneas anteriores, creo que va quedando claro que Alexandra comienza a dar sus pasos artísticos muy tempranamente y que, además, lo hace de una forma multidisciplinar; quedó claro en su relación con el Cine, y sin duda quedará claro también en esas otras disciplinas artísticas desde las que navega desde edad muy temprana, y de forma reconocida, en el mundo del Arte, tanto es así que, ya en 2009, su nombre se incluye entre otros de la provincia en la tesis doctoral ‘Las corrientes informalistas en León’, presentada por Rosa Mª Olmos Criado a la ULE, bajo dirección del Dr. D. Javier Hernando Carrasco;  un privilegio que no muchos alcanzan y que la incluye  dentro del capítulo que se refiere a las «pervivencias de las poéticas informalistas en los pintores de las últimas generaciones», una serie de artistas con los que Alexandra sigue coincidiendo en muchas exposiciones colectivas «que –según la autora de dicha tesis- trabajan dentro de las coordenadas artísticas propias de finales del siglo XX, en cuyas obras, si bien de forma tangencial y reelaborada, es detectable la presencia de elementos que en su momento conformaron las poéticas informalistas, respondiendo a la premisa de que cualquier medio de creación se apoya siempre en lo que le ha precedido. Se trata de artistas plásticos en general –pintores, escultores-, pues es frecuente que se muevan en ese espacio complejo de la creación que intera varios caminos», para especificar -en lo que a Alexandra concretamente se refiere- que muestra «un cierto interés en la resolución visual y textural hacia los planteamientos matéricos (...) con una técnica consistente en la transferencia de imágenes fotográficas, mediante gofrado, sobre papel, madera y tierra. Sus formas claves (se mantiene dentro de la abstracción) son bloques cromáticos inmersos en un espacio de referencias paisajísticas, que recuerda algo a los de Ramón Villa».

Volviendo a ella misma, de entre lo que por aquí y por allá nos va contando Alexandra de sus inquietudes artísticas, en algún momento nos dirá: «Mis primeras andanzas fueron en el Grabado. Al terminar mis estudios universitarios, empecé a investigar con la videocreacción llegando a realizar piezas integras, sesiones de VJ con músicos en directo y exhibiciones  en varios centros culturales madrileños (...)». Años después, ya en nuestra tierra, podemos nombrar entre otros su trabajo para la exposición colectiva ‘No lugares, no personas’, comisariada por Pablo Martínez (Galería EspacioE), una muestra que visitó diferentes lugares expositivos y en la que Alexandra colaboraba con un trabajo visual enmarcado en la ‘Revolución de los no-lugares’, que ella definía de la siguiente manera: «Vivo rodeada de no lugares, espacios carentes de identidad y vida. Espacios que podrían pertenecer a cualquier lugar, nada los define. Mi pieza trata de encontrarles expresión a estos sitios desapercibidos haciendo uso principalmente de lo que yo traduzco como pequeñas trampas visuales -movimientos de cámara, audacias del montaje, momentos de luz, posiciones de cámara- para intentar dotarlos de personalidad y originalidad», donde  el ritmo de la obra reside, según ella, en el movimiento ya sea por causas naturales o por actos humanos, un trabajo donde  todo el rodaje está planteado en lugares comunes y en exteriores.

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Exposición ‘La Ribera’ de 2020 en Carrizo de la Ribera . | L.N.C.

También contaba en algún momento: «Mi último reto ha sido llevar a cabo la escenografía de una obra de teatro». Y sí, allá por 2014 realiza para Carolina Román (texto e interpretación) y Tristán Ulloa (dirección), la escenografía de ‘En construcción’, que será candidata al Max a la Mejor Autoría Revelación y Mejor Dirección y Premio a la Mejor Obra de Teatro en el Festival Internacional de Danza y Teatro de Huesca, aunque no será esta su única experiencia teatral porque en 2015, también para ellos, volverá a repetir con la escenografía para una nueva obra, ‘Adentro’, que esta vez llegará incluso al Centro Dramático Nacional. Y es que para Alexandra Alonso-Santocildes, no hay fronteras dentro del mundo artístico. Ella misma dice «(...) poco voy asumiendo todo tipo de desafíos e impulsos artísticos que más que ubicarlos en salas de exposiciones y galerías me gusta darles cobijo en mi forma de vida». Por eso hemos podido ir encontrando ubicada su obra en parques de alguna  que otra localidad, como ‘Arte-Naturaleza’, expuesta en Pola de Gordón con piezas que jugaban con ramas y libros que colgaban de los árboles, o la exposición fotográfica ‘La Ribera’, a través de la cual mostró una buena colección de imágenes en blanco y negro en el entorno próximo al monasterio de Carrizo, fundiéndose con la propia calle. También en los lugares por lo que pasó  ‘Del reciclaje al arte público’, muestra colectiva comisariada por el también artista Carlos Cuenllas, con imágenes de gran formato (en el caso de Alexandra con una obra compuesta en torno a las hojas), lugares como el entorno de las murallas de Almanza, un campo de lúpulo en Carrizo de la Ribera, el exterior del Museo de la Minería y la Siderurgia de Sabero, o el propio León, en el entorno del colegio Maristas, donde trabaja el propio Carlos Cuenllas, un colegio que –por cierto- también visitaría Alexandra para hablarle a su alumnado de en qué consiste el trabajo de «scritp» que habitualmente desarrolla y cuál es la importancia de tal figura en el panorama cinematográfico, del calibre que este sea. Y es que el de «sript» o continuista es uno de los puestos más importantes en cualquier producción cinematográfica o televisiva, que necesita de una gran capacidad de observación para  controlar el trabajo que se realiza en el set de rodaje y conseguir que cada secuencia tenga continuidad entre los diversos planos que la conforman, tanto en lo referido al atrezzo, al vestuario, a la actuación de los actores como a los cambios del guión, consiguiendo que un plano encaje con el siguiente. Quién sabe, tal vez su buen ojo como «scrip» venga precisamente definido por su propia visión como artista plástica. 

En fin, es mucho lo que se podría decir de la trayectoria tanto artística como la de más carácter profesional (pero no por ello exenta de visión artística) de Alexandra. Esto es solo un apunte en el recorrido de una de nuestras creadoras que, apenas superados los cuarenta años, ha sabido tejer en torno a ella una enriquecedora trayectoria artística de la que les aconsejo disfruten siempre que puedan, porque –una vez más- sin duda les merecerá la pena descubrirla. 

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