La ruta que se presenta es una combinación del paso entre las localidades de
Verdiago y
Villayandre a través de las montañas, cruzando el collado del Pozo, para después buscar la calzada romana al llegar al
Pajar del Diablo que se va a seguir hasta
Valdoré. Para volver al punto de origen se toma un camino que va paralelo al río.

El ayuntamiento de Crémenes es uno de los que más aportan a las rutas en su página web, ya que promocionan siete rutas que han elaborado y programado, algunas complicadas, como la ascensión a las Peñas Pintas y otras más sencillas como la calzada romana los puertos de Llorada o la dedicada a la minería. Sin embargo la posibilidad de rutas en este entorno es múltiple y de hecho en estas mismas páginas se han planteado varias que recorren estos lugares y que resultan muy interesantes. Para conocer más de esta ruta se puede ver la ruta de la calzada romana aparecida en este medio hace años: https://www.lanuevacronica.com/por-los-antiguos-caminos-del-esla.La ruta que hoy se propone puede hacerse en cualquiera de los sentidos, resulta muy entretenida y gratificante y tiene varias posibles puntos de partida y finalización, tanto en Verdiago, como en Villayandre o Valdoré. En este caso se parte de Verdiago, pues bajando hacia el río, al lado del puente y de la iglesia hay un amplio espacio para aparcar.La rutaLa ruta comienza en la localidad de Verdiago, desde donde se sale cruzando la carretera para pasar a la parte alta y ahí se va a continuar callejeando ascendiendo y yendo hacia la derecha para salir por un camino bastante empinado entre robles. Es preciso seguir bien el camino que de vez en cuando tiene algún desvío a la derecha para realizar tareas en el monte. Tras dos desvíos que no hay que tomar el tercero a la derecha se debe seguir, aunque está claro porque es un camino que viene por otro lado de la misma localidad y hay que continuar hacia arriba. Poco después hay otro desvío hacia la derecha y a continuación se alcanza una collada bajo la Peña de la Cruz, que puede denominarse con este nombre. Desde este punto se deja de ver el valle del Esla en Verdiago y comienzan a verse los picos Moro, Peña Rionda y Roscos.

El camino continúa descendiendo ligeramente para, a continuación, enlazar con la pista que viene de Aleje, más amplia que el camino que se ha andado y que se debe tomar el ramal de la izquierda, que es el que sube. La ascensión se mantiene y va rodeando los valles encontrando robles jóvenes, con otros más corpulentos. Hacia el sur se ve la localidad de
Aleje entre los árboles y según se asciende se puede ver la silueta del pico Peñacorada.
La ascensión llega a una portilla y cambia de nuevo de vertiente, aunque por poco tiempo, ya que algo después, tras una pequeña zona de descanso se asciende hacia el valle del arroyo Cañal, llegando a una portilla desvencijada, desde donde se suaviza la subida hasta llegar al alto del Pozo. El camino hasta este punto está orientado al Sur.

Llegados al alto del Pozo, ya se pueden ver las localidades de Crémenes y Villayandre, así como los picos más emblemáticos de la zona como los Janos o las Pintas, además de cumbres mucho más alejadas. El descenso a partir del Alto del Pozo va a ser por el arroyo del Vallecillo, por un camino que desciende hasta Villayandre, con fuerte desnivel y en un bosque de robles y hayas que en verano va a ser bastante fresco, pero que en este tiempo está completamente en sombra y en su mayor parte helado. Al final se llega a la localidad de Villayandre sin necesidad de hacer ningún desvío. Al entrar en la localidad hay varias casas en ruinas a la izquierda y detrás de ellas sale un camino que se va a tomar y que va paralelo a la calzada romana. El camino inicialmente sube, pero luego va descendiendo y llaneando hasta enlazar con la calzada cuando se inicia la ascensión al Pajar del Diablo, un paso entre la roca, tras el cual se hace un giro y se va paralelos al Esla, con un promontorio rocoso al frente y a la izquierda, donde anidan los buitres que se ven volar por los alrededores. El camino en este tramo refleja los restos del empedrado de la calzada romana y después sigue para llegar a la localidad de Valdoré, donde se sale un momento a la carretera, se pasa delante de una casa y a continuación se toma una pequeña senda a la izquierda paralela a la carretera que sigue entre rocas para bajar a continuación hacia la carretera. El camino se pierde en la carretera y es necesario cruzarla para buscar un camino que hay al otro lado, paralelo al río y que llega a la localidad de Verdiago, donde finaliza la ruta.
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