Escalada echa raíces

Los vecinos han buceado en su pasado familiar para elaborar unos árboles genealógicos que ahora forman una exposición en la que también se pueden ver objetos que homenajean a las mujeres de antaño y algunas casas del pueblo

C. Centeno
10/08/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Dos vecinas observan algunas de las piezas de ‘Cosas de mujeres’, los árboles genealógicos y las fotos de casas antiguas. | MAURICIO PEÑA
Dos vecinas observan algunas de las piezas de ‘Cosas de mujeres’, los árboles genealógicos y las fotos de casas antiguas. | MAURICIO PEÑA
Los vecinos de San Miguel de Escalada han echado la vista atrás este verano para bucear en sus raíces y rebuscar recuerdos en lo más profundo de sus cajones. Lo han hecho impulsados por la Asociación Priorato de Escalada, encargada de dinamizar desde la biblioteca de la localidad la actividad cultural del pueblo. Su presidenta, Ana Campos, ha sido la encargada de poner en marcha el proyecto ‘Repasando nuestro pasado’, una iniciativa con la que juntar las historias y los nombres que los que ahora habitan esta localidad del municipio de Gradefes han recabado de sus antepasados.

El trabajo ha dado como resultado una exposición que fue inaugurada esta misma semana en las antiguas escuelas del pueblo, donde ahora se sitúa la biblioteca, y que está dividida en tres partes diferentes: árboles genealógicos, casas familiares y cosas de mujeres.

Sobre las estanterías de la sala se encuentran ahora los árboles dibujados a mano sobre cartulinas grises con los que varias familias han recogido los nombres de los actuales componentes y un buen número de antepasados. Una forma gráfica de relacionar ascendientes y descendientes que comenzó a fraguarse dentro del marco etnográfico que desarrolla la asociación y que pretende mostrar las raíces compartidas y los ramajes que se extienden hacia otros puntos.

«El trabajo se realiza de forma colaborativa, las familias indagan internamente entre ellos y reflejan su árbol en una imagen diseñada por las personas que iniciaron el proyecto», explica Ana. Posteriormente, «entre unos y otros fuimos componiendo la estructura final» de unas ramas que, en algunas ocasiones, llevan hasta el siglo XVIII, «ya que algunos vecinos han estudiado documentos familiares o han acudido a los archivos existentes».

Y el desarrollo de la exposición no solo ha removido los recuerdos de muchos vecinos, también «ha sido divertido», confiesa Ana, ya que «hemos hecho una labor creativa en la que los conflictos familiares del pasado que nos han llegado se han ido solventando con una respuesta mixta de risas y arte». Porque, asegura, esta muestra y el trabajo que hay detrás de ella «queremos mostrarla como arte, como una terapia grupal y como una búsqueda de lo esencial, dejando de lado determinismos del pasado que puedan condicionar nuestro presente y, sobre todo, nuestro futuro».

En total son cerca de una veintena las cartulinas que se han completado con los nombres de los integrantes de diferentes familias, un proyecto que dejan abierto a todo el que se quiera sumar y mostrar sus raíces. Además, en el centro de todas ellas y para rematar esta parte de la muestra se encuentra un árbol seco que recoge en pequeñas hojas verdes todos los apellidos del pueblo, «tanto los presentes como los pasados».

Por otra parte, la Asociación Cultural y Recreativa Priorato de Escalada ha planteado en la misma biblioteca una pequeña exposición fotográfica sobre las casas más antiguas del pueblo, «como un homenaje a la fuerza de las imágenes que nos transmiten, a su permanencia o a su abandono», comenta, porque además «la identificación inmediata de viviendas tiene que ver con el nombre de la persona o personas que se asocian a ellas, no con el número físico de la calle donde se ubican».

Para finalizar esta mirada atrás, los vecinos de San Miguel de Escalada han querido homenajear y dar voz a las mujeres que sostuvieron el pueblo, donde trabajaron, y siguen haciéndolo, tanto en el campo como en la casa. La exposición, titulada ‘Cosas de Mujeres’, está compuesta por objetos aportados por cada familia y que tienen tras de sí la vida de todas ellas. La actividad surgió a raíz de una muestra similar que tuvo lugar en Villaquilambre en marzo del año pasado y es colaborativa. «La idea surgió en una de las reuniones que mantenemos todas las asociaciones del Ayuntamiento de Gradefes con el alcalde y su equipo, con el fin de optimizar los recursos que nos aporta, tanto materiales como humanos», asegura Ana Campos. Donde se propuso este trabajo dentro de las ‘Jornadas contra la violencia de género’ del municipio.

El principal objetivo de unir y exponer estas ‘Cosas de mujeres’ que están cargadas de recuerdos es «homenajear a las mujeres rurales», que han transmitido generación tras generación su «fortaleza».

Desde aquella reunión, que tuvo lugar en abril, la asociación se puso manos a la obra y empezó a recoger objetos que hablan de la historia de sus propietarias y que los visitantes pueden conocer leyendo los «emotivos» textos que acompañan a cada pieza. Historias escritas «a puño y letra» por cada mujer que cede piezas cuyo contenido «está cargado de simbolismos». Entre ellas, se puede encontrar una plancha de hierro, una caja de cera antigua, un mantón de lazos tejido en las noches de guerra o la receta de unas roscas. Cosas que pueden no tener un gran valor económico pero que encierran historias y grandes recuerdos a los descendientes que las han guardado durante años y ahora las muestran a todos sus vecinos.

Cosas de mujeres’ también va creciendo a medida que llegan nuevas personas a las antiguas escuelas de San Miguel y «se van animando a traernos más piezas», asegura Ana, encantada de que la actividad siga sumando y no acabe con una muestra que, además, «se hará itinerante por los pueblos que nos lo soliciten».

En la biblioteca de San Miguel de Escalada, un proyecto impulsado también desde la Asociación, se puede vivir un auténtico viaje en el tiempo a través de nombres, apellidos, casas e historias que componen la historia de la localidad y que puede verse en horario de 10:00 a 13:00 horas y, bajo petición, también por la tarde llamando al teléfono que aparece en la puerta.
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