La escritora y editora madrileña Pilár Adón ha abierto este viernes el II Festival Quimeras. Adón se definió muy perfeccionista, y aseguró que cuando se sienta a redactar, no piensa en etiquetas, en géneros o en modas, pues “la escritura es el acto libérrimo”. Adón, autora de poesía y novela, ha reconocido que le atrapa lo que inquieta y lo que maravilla, según el título del coloquio, moderado por la profesora de la Universidad de León y comisaria de Quimeras, Natalia Álvarez Méndez.
Pilar Adón ha tratado una gran variedad de temas. Describiéndose como perfeccionista, Pilar Adón ha hablado, por ejemplo, de su proceso de escritura. Para ella, “cada una de sus obras es un hogar, un lugar en el que se siente segura y relajada”. Sin embargo, también reconoce que sus obras no están cerradas, pues sus lectores “llevan al propio terreno los duelos de los personajes, dándoles diferentes sentidos y puntos de vista”.
Uno de los temas que más le interesan es el de “las comunidades que se aíslan”, lo que deriva de su afán de encontrar la paz para poder leer, pues, como ella misma dice, “me considero lectora”. “Leer, aparte de pasear, es lo que más me gusta en el mundo”, aseveró.
Pilar Adón identifica su relación con lo extraño o lo inquietante con la tendencia a relacionarse con seres que no existen, es decir, sus personajes o los que descubre con sus numerosas lecturas. Por otro lado, en sus escritos, juega un papel fundamental la naturaleza, “siempre incontrolable, tal y como se describe en autores trascendentalistas como Emerson”. No obstante, son muchas y muy variadas sus influencias, pues también se apoya en el imaginario maravilloso, religioso, tradicional… “Eso sí, en absoluto edulcorado o con final feliz”. En muchos de sus cuentos y novelas, la figura de la hermana juega un papel fundamental pues, como no tiene hermanas propias, puede obrar con los personajes a voluntad, incluso con crueldad, sin que intervenga el factor biográfico. Este tema, además, muchas veces está relacionado con esa idea de libertad que siempre persigue, pues la hermana, para ella, representa lo contrario.
Por último, es muy inusual cómo en sus líneas lo monstruoso se mezcla con la violencia, presente en muy diferentes ámbitos. Para ella, en sus textos, la violencia se percibe más por el cómo que por el qué, no pretende describir de forma explícita, pues “las descripciones le parecen aburridas y prefiere que el lector se las imagine”.
Así terminaba el primer día de Quimeras en una jornada en la que han estado presentes miembros del Ayuntamiento, la Universidad de León y la Junta de Castilla y León junto al director de la Academia de las Artes, las Letras y las Ciencias de León, Vicente Carvajal.