"Ese ritmo pausado es el que requería la historia"

Pablo Fuentes es un joven estudiante de tercer año de cinematografía que acaba de obtener su mayor éxito artístico con el mediometraje ‘Disparo a un caballo oscuro’ rodado íntegramente en escenario leoneses

Joaquín Revuelta
30/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Pablo Fuentes Fernández es un joven cineasta de origen leonés que acaba de obtener su mayor reconocimiento artístico con el mediometraje ‘Disparo a un caballo oscuro’, rodado íntegramente en la provincia de León y que este jueves va a ser exhibido en el marco del Imagineindia Film Festival que tiene lugar en Madrid. Además, este trabajo, que cuenta en el reparto con Esther Sanz y Eduardo Castresana, ha recibido el primer premio en el 12 Monthly Film Festival de Rumanía y ha sido seleccionado para participar en certámenes internacionales de Australia, Argentina, Venezuela, Brasil y la India, además de España.

Pablo Fuentes se encuentra actualmente cursando estudios de cinematografía en el Centro Universitario de Artes TAI en Madrid, cumpliendo de esta manera una aspiración que es la consecuencia lógica de su devoción por el cine desde una edad muy temprana. «Mi abuelo ya era bastante aficionado al cine y me iba contando historias y luego mi padre ha visto prácticamente casi todo el cine que se pueda ver. Por suerte, me ha inculcado una cultura cinematográfica desde pequeño con ciertas películas que igual no le pondrías a un niño de siete años», argumenta Fuentes, que poco a poco se fue interesando por curiosidades de rodajes, de cómo se fabrican las películas, hasta enamorarse por completo de ese mundo. «Desde que conseguí tener una cámara, hice vídeos de todo tipo, videoclips, minicortos, etc. Mi padre y mi abuelo me siguen apoyando y recomendando películas, además de contarme muchas curiosidades acerca de este mundo que tanto nos apasiona a los tres», comenta el leonés.En Madrid lleva tres años cursando la carrera de cine en el TAI. Sus años anteriores en León pudo desarrollar una labor de carácter autodidacta que le llevó, no obstante, a hacer el Bachillerato en la Escuela de Arte de León, donde contaban con un apartado de cultura audiovisual que era lo más vinculado a la enseñanza del cine que pudo encontrar en su tierra natal, lo que lógicamente propició su marcha a Madrid para cursar la carrera, lo que a su juicio ha significado «un golpe de realidad y de información» que no se esperaba, reconoce el joven estudiante de cine, que por su edad, 22 años, ha conocido el cine en su formato digital y en menor medida con el soporte analógico. «Desde niño ya me he encontrado con el soporte digital, pero en la universidad sí que ha habido prácticas de cómo era la grabación en celuloide porque es importante saberlo y porque quizás en cierto momento me dé por volver a ese formato que últimamente también se está utilizando», sostiene Fuentes, cuya decisión de estudiar cinematografía vino por la confianza que la exhibición de aquellos primeros trabajos caseros le inspiró al ver la reacción de sus familiares y amigos. «Veía que ese mundo tenía tantas cosas que ofrecerme que no paraba de aprender, y también me gustaba buscar diferentes reacciones, igual hacía una cosa o la otra y conseguía diferentes resultados aunque se tratara de la misma historia. A raíz de ahí he entrado en un mundo del que ya no quiero salir», reconoce el joven cineasta leonés, consciente de la necesidad de tener «un refuerzo educativo» para moverse con mayor libertad y seguridad en un mundo diferente a lo que en sus años de infancia y adolescente había idealizado tanto. «En el mundo actual el que no tiene una carrera lo tiene mucho más complicado. Al final supe que había una carrera especializada en cinematografía y consideré que era muy necesario que aprendiese todo eso si realmente quería dedicarme en serio a esta profesión», asegura. ‘Disparo a un caballo oscuro’ es consecuencia directa de sus tres años de aprendizaje en el TAI. «Si lo comparas con cualquier vídeo doméstico que haya podido hacer anteriormente se aprecia claramente la evolución que ha habido y en mi caso sí que veo un cambio increíble en cada detalle, donde todo tiene que estar estudiado y tener un por qué. Cada elemento que se ve en el cuadro tiene que estar ahí por algo y en el caso de ‘Disparo a un caballo oscuro’ he cuidado al máximo todo este tipo de aspectos», asegura el director de ‘Zoc’, un cortometraje realizado en segundo de carrera y del que asegura «se ve una evolución respecto a los vídeos realizados antes de empezar la carrera, porque como te decía el primer año de carrera es un golpe de información increíble, pero comparado con ‘Disparo a un caballo oscuro’ sí que hay también una gran diferencia a favor de este último mediometraje».

De este laureado trabajo a uno le llama la atención el tiempo que Pablo Fuentes se toma (algo más de 40 minutos) para contar una historia que otros la hubieran contado en mucho menos tiempo. «Sí que es cierto que mucha gente me ha dicho lo mismo, que se podía haber contado en muchísimo menos tiempo, pero realmente el hecho de que sea un mediometraje y dure tanto va más relacionado con el ritmo que creo que necesita esa historia. Hay ciertos momentos que son más contemplativos, pero hay una evolución en el ritmo respecto al planteamiento inicial, su desarrollo posterior y el desenlace final», sostiene Fuentes, que también juega un poco con el espectador al hacer un planteamiento cercano al thriller y que culmina en una secuencia nocturna que sacrifica la verosimilitud del relato para crear una determinada atmósfera de pesadilla. «Quería sorprender al espectador con esa vuelta de tuerca que no te esperas, teniendo en cuenta lo visto con anterioridad», asegura el cineasta, que quería en cierto modo mostrar el acoso mediático al que puede llegar a verse sometida en este caso una estrella de la canción.

Lo que sí resulta evidente viendo ‘Disparo a un caballo oscuro’ es cómo Pablo Fuentes, responsable del guión, dirección, edición y fotografía, se ha recreado en la más que evidente fotogenia de la actriz Esther Sanz. «Eso hay que hacerlo si la obra lo pide, como es el caso. Yo creo que esta historia se debía de contar a través de ella.Como el personaje no recuerda nada, el espectador la acompaña sin tener tampoco referencias de ningún tipo. Todos los elementos de la escena interactúan con el personaje», comenta Fuentes, que ha rodado ‘Disparo a un caballo oscuro’ en localizaciones de la provincia de León, en concreto en el pueblo de Tendal de la Sobarriba, con algunas secuencias rodadas también en el entorno de Las Lomas. «Hay una secuencia tomada desde el mirador de Las Lomas y luego el bosque se encuentra al lado del camping», comenta Fuentes, cuyo trabajo ha recibido el primer premio en el 12 Monthly Film Festival de Rumanía y este jueves se proyecta en el Imagineindia Film Festival que se celebra en Madrid. «Es un festival que se realiza en colaboración con la India y que se realiza cada año en diferentes países. Es un certamen en el que priman temáticas relacionadas con la vida, la figura de la mujer y la India en general», comenta el director leonés, que ya trabaja en el guión del que pretende que se convierta en su primer largometraje. «Entre tanto me gustaría rodar un guión ajeno, que me obligue a establecer un plan de dirección diferente. Es algo que me apetece hacer», concluye.
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