La espiga pasa pero Aparicio queda en 'La pinacoteca de Sabino'

La pinacoteca de Sabino Ordás es el título de la exposición que recorre la peripecia vital y literario de Juan Pedro Aparicio

03/06/2024
 Actualizado a 03/06/2024
Los nombres de Luis Mateo Diez, José María Merino y sus recordados filandones se repetían cada vez que se nombraba a Juan Pedro Aparicio. | F. FERNÁNDEZ
Los nombres de Luis Mateo Diez, José María Merino y sus recordados filandones se repetían cada vez que se nombraba a Juan Pedro Aparicio. | F. FERNÁNDEZ

"Yo he sido en mi vida espiga de muchas cosas que germinaron después y esta Espiga de Oro que ahora recibo también permanecerá en el tiempo con la magnífica exposición que puede visitarse en esta Panera de Gordoncillo". A las palabras de Juan Pedro Aparicio solo quedaría añadir que la muestra permanecerá en el Museo de la Industria Harinera de Gordoncillo hasta el mes de septiembre.
 
Cierto que, entre las celebraciones de la Espiga, la numerosa asistencia, las charlas... quedaba algo difuminada la exposición que también se inauguraba en la mañana del sábado con el significativo título de ‘La pinacoteca de Sabino Ordás’.

Y es que el personaje creado por Aparicio, Merino y Luis Mateo estuvo muy presente en todas las intervenciones y también una de las paredes de la exposición está dedicada a los retratos que del sabio de Ardón han realizado diferentes artistas. Llegó a ser tan real el personaje que el moderador de la jornada, Alfonso García, contó cómo hubo un tiempo en el que "recorrimos primero Ardón y después varios cuarteles de la comarca buscando datos de la vida de aquel exiliado que había regresado. Con esos datos nos dijo un guardia que tenía que ser de izquierdas y en sus carpetas no aparecía tal personaje".

Luis García, comisario de la exposición, la explica junto a Merino, Aparicio, Seco y Emilio Martínez;a la derecha, retratos de Sabino Ordás. | F. FERNÁNDEZ
Luis García, comisario de la exposición, la explica junto a Merino, Aparicio, Seco y Emilio Martínez; a la derecha, retratos de Sabino Ordás. | F. FERNÁNDEZ



El encargado de explicar las características y apartados de la exposición fue si l comisario de la misma, el director del Departamento de Arte del ILC, Luis García, quien reconoció la dificultad del encargo "por no ser yo un gran experto y por tratarse de un personaje ‘poliédrico’, con numerosas facetas diferentes, y queríamos que todas estuvieran presentes en esta Pinacoteca de Sabino Ordás", explicó, entes de ir desvelando diversas facetas de la biografía del escritor que llegó a asegurar, sorprendido, que "está contando cosas que no recuerdo haber contado jamás... pero que curiosamente son ciertas".

Así, comenzó recordando que con sus inseparables Luis Mateo y Merino se fueron a Madrid —hizo una alusión simpática a aquel pasaje de la maledicencia de la mafia leonesa— y como en la etapa universitaria Juan Pedro Aparicio tuvo su faceta rebelda y revolucionaria que le costó alguna detención y "algún disgusto". 
- Y a la familia; añadió Aparicio.

Celebrado por el autor fue el pasaje que desveló de su época de pinche de cocina en Londres, con la carrera ya acabada, y cuando fue a pedir trabajo al director del Instituto de España, Clavería. "De aquella etapa le quedó la fascinación por algo que tenían claro los ingleses, que todos los hombres tienen dignidad". Después desveló Aparicio la sensación de enrome placer cuando, con el tiempo, entró en el mismo despacho al que había acudido a pedir trabajo... pero ahora como director del Instituto Cervantes. Recuerdo que di un grito explosivo. Y lo repetía a veces en mi despacho".

Otro apartado especial de la muestra es el de las ilustraciones de artistas leoneses para sus libros: allí estaba presente José Carralero, que ilustró El Transcantábrico, pero también hay obras de Toño Benavides, Martín, Antón Diez... 
Está, cómo no, su lucha por el reconocimiento de la Cuna del Parlamentarismo para León y otros muchos aspectos de la vida de esta ‘espiga’. 

 

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