De modo que, en este 2023, hay muchas ganas para el regreso de los cabezudos que abren la marcha, que representan a los cuatro evangelistas de Genarín (Francisco Pérez Herrero, Eulogio ‘El Taxista’, Nicolás ‘El Porreto’ y Luis Rico), la cuba, la muerte, La Moncha y por supuesto el venerado beodo, que abrazado a una farola con una mano y sosteniendo una botella de orujo en la otra, volverá a recorrer las calles del centro de la capital leonesa.
Será en Jueves Santo, como no podía ser de otra forma, a partir de la medianoche, y con algunas novedades respecto a las anteriores procesiones. En este caso, en otro ejercicio de responsabilidad, los cofrades de Genarín saldrán de Puerta Moneda, en las inmediaciones del llamado Prado de los Judíos, con el objetivo de liberar la Plaza de Grano de las multitudes que se solían concentrar en anteriores convocatorias. La procesión accederá a la plaza por la calle Capilla y se dirigirá después hacia Fernández Cadórniga, para adentrarse en el corazón del Barrio Húmedo y volver por donde siempre ha ido: Cardiles, parada en la Calle de la Sal (“calle de los 30 pasos, ni uno menos ni uno más”, donde se recitarán entre otros estos versos), otra parada en la plaza de Regla, frente a la Catedral, con la lectura de más versos, y posteriormente dirigirse por la calle Cardenal Landázurihasta las escaleras que dan acceso al Archivo Histórico Provincial, donde se leerán más poemas, entre ellos los ganadores del certamen de versos burlescos que convoca la propia cofradía.
La tradición marca que el hermano trepador sube a lo alto de la muralla para dejar al Santo orujo, una naranja y queso (lo que básicamente componía su idea), lo que suponía el final de la procesión, pero al estar en obras este año se ha trasladado el acto final al mencionado archivo. Pese a ello, sin multitudes y en horario estrictamente secreto, algunos cofrades acudirán a realizar la ofrenda.
