El tándem entre dos pintoras y una escultora es recurrente en la galería Alemi y si bien en anteriores exposiciones habían compaginado las mismas pintoras sus muestras con las escultoras Lola Santos y Adriana Exeni, en esta ocasión ésta última vuelve con ellas.
Eva González en 2021, recién salidos de la pandemia, exponía sus tondos y explicaba: «Toda la exposición es un canto a la Naturaleza. Por mucho que los hombres nos empeñemos en construir edificios y realizar obras muy aparatosas yo salgo al campo y me emociono. Se trata de plasmar eso». En 2025 vuelve a traer su amor por la Naturaleza con obras diferentes, pero en la misma línea, dejando atrás obras de carácter vintage y centrándose en tondos de bustos con tocados florales. «En esta exposición he probado con Inteligencia Artificial definiendo concretamente qué es lo que estaba buscando: tipo de expresión, los hombros, la cabeza ladeada o no, los ojos… se puede concretar muchísimo y me ha sorprendido porque, aunque la figura humana es muy difícil de representar y por ello me ha sorprendido y tres de las obras aquí expuestas se han hecho siguiendo un modelo de inteligencia artificial», señala.
Aunque continúa su ritmo normal de producción le gusta experimentar. En exposiciones anteriores la figura femenina era la que dominaba toda la presencia de su obra, solamente en 2023 trajo una imagen masculina, en cambio en esta ha traído tres porque como dice: «Para mí la belleza no tiene género, esto es como una oda a la Naturaleza porque somos Naturaleza. La botánica es algo que a mi me parece un milagro, desde la flor más sencilla, lo perfecta que es, que es increíble y es algo que me conmueve, a mi me encanta la Naturaleza, el campo, la montaña y esa simbiosis de las personas, que también somos Naturaleza, el que nos broten estas flores en la cabeza como si fueran pensamientos o sueños o proyecciones, lo que queramos imaginarnos, he pensado que no solamente debo limitarme a la mujer, aunque me encanta pintarlas porque siempre he sentido muchísima empatía, se generan unos vínculos inmediatos entre dos mujeres aunque sean de diferentes culturas y no se conozcan de nada, sin embargo me pareció que no debemos limitarnos a las mujeres, esa simbiosis con la Naturaleza se pueden encontrar perfectamente en los hombres».

Otra de las características en su pintura es el uso del blanco y negro en los bustos y el color en las flores. «Yo vengo también de la fotografía y el blanco y negro elimina el elemento del color que a veces puede distraerte y en blanco y negro te centra mucho más en la expresión, en el volumen, digamos que aísla la figura del resto. En cambio, las flores se expresan con sus colores», comentala artista.
Pura Ramos trae un cuento especial para presentar sus obras. Se trata de una niña que ve cómo el mundo se deteriora a su alrededor y encuentra una florecilla a la que quiere proteger y para ello busca un lugar especial donde pueda crecer sin problemas. En su búsqueda no encuentra nada a su alrededor, mirando y mirando en esa búsqueda ve la luna y de repente dice: «Pues me voy a la luna». Coge su cohete, se va a la luna y planta allí la florecilla y todos los días va le pone un poco de agua, le cuenta ositas, la cuida y vuelve. Como está todo muy limpio la flor empieza crecer y se pone muy bien, De repente vuelve a la tierra bien formada. «Lo que quiero decir con este cuento –asegura Pura– es que tenemos que cuidar la tierra que es lo que tenemos, las flores son muy especiales y les afecta todo lo malo que hay en la tierra». Y utiliza para mostrar su cuento imágenes abstractas, junto con otras figurativas e incluso fotografías de esas niñas que son sus hijas. «Son las niñas que cuidan las flores de la luna y son mis hijas», relata sobre las piezas. Sus obras son en resina y acrílicos o sencillamente acrílicos. Unas piezas en lasa que abundan las flores de la luna, junto a otras en las que aparece el jardín del Edén.
Adriana Exeni presenta algunas piezas ya contempladas y la sala en especial las de seres marinos, como caballitos de mar, medusas, corales, estrellas, las de angelitos, de bailarinas y de hermanas, así como otras nuevas en bronce. De la titulada ‘Quien sujeta mi luna’ dice: «Siguiendo con la serie de las hermanas, es un poco autobiográfica, tiene que ver conmigo misma también porque con el título ya se entiende, no hace falta decir más». Otra de las piezas nievas es la titulada ‘Mamá te leo un cuento’ y comenta: «Es la primera vez que hago una niña pequeña y me gusta mucho como ha quedado y eso quiere decir que he logrado lo que pretendía». Trae varios caballitos de circo diferentes que ha realizado en este último tiempo, unas obras logradas y encantadores.
Las tres coinciden en que sus exposiciones anteriores en esta sala han sido positivas y se encuentran agradecidas a Gelines por contar con ellas en su sala. La exposición continuará en la galería Alemi hasta el 27 de marzo.