De Marta Sanz se ha destacado su valentía, su dominio del lenguaje, su capacidad para hacer del relato uno «hipnótico, fascinante y sobrecogedor». Se ha puesto en valor su singularidad, su exigencia estilística y su «estupenda narración». Doctora en Filología, la escritora ha sido reconocida a lo largo de su trayectoria con premios como el Ojo Crítico de Narrativa o el XI Premio Vargas Llosa de relatos, además de ser finalista del Premio Nadal, entre otras hazañas. Su último libro, ‘Los íntimos. Memoria del pan y las rosas’ es lo que cita a la autora madrileña con el responsable del sello Eolas, Héctor Escobar, y la estudiante de Lengua Española y Literatura de la Universidad de León, Daniela Maraña, este miércoles a las 19:30 horas en la Casona de San Feliz de Torío.
«¿Unas memorias? ¿Un dietario? ¿Un libro de viajes? ? ¿Un ensayo sobre la literatura y el mundillo literario? ¿Una crónica de la literatura española entre los siglos XX y XXI? ¿Una novela social? ¿Una carta de suicidio?», plantea su sinopsis, que responde de seguido: «Más bien un exorcismo, ya que no por casualidad arranca con una invocación al padre Karras de ‘El exorcista’». Y la autora, como poseída –reza la introducción–, no tarda en continuar: «Soy una escritora que pide un ascenso y ya es demasiado vieja para ascender. Soy una escritora que no cree −para nada− en la autonomía del campo cultural. Soy una escritora, en medio de la selva, que se abre camino entre la vegetación con un machetito mellado». Y también asegura: «Escribo un libro para salvarme de los libros y sus repliegues laterales. Sus turbulencias y su moho. Su copyright. Para recuperar una pureza que solo me haga pensar en que Confucio es el padre de la confución y enunciar grandes palabras que trascienden lo local para transformarse en asunto humano, demasiado humano. Una literatura sin la mugre de la envidia o la negociación del anticipo. Sin portadas ni listas de notables en los suplementos literarios».
Batallas, reflexiones y sentido del humor se hacen uno entre las páginas de Marta Sanz, que «perpleja ante la realidad y empeñada en seguir tomando la palabra», este miércoles aterriza en la provincia para desentrañar algunos detalles de su obra; la última publicada junto a la editorial Anagrama, que cuenta en su colección con otros títulos de la madrileña como ‘Black, black, black’, ‘Un buen detective no se casa jamás’, ‘Persianas metálicas bajan de golpe’ o ‘Parte de mí’.