Nos dice adiós José Antonio Juárez Seoane 'Jajus', el artista de los Antropólidos y las Efímeras, después de dos años de lenta enfermedad.
Nacido en León en 1966, pero con residencia en Astorga, se había licenciado en Bellas Artes en la Universidad Salamanca, especializándose en pintura. Muy influenciado por el artista alemán Joseph Beuys, cuya obra estudió con minuciosidad, mantuvo a lo largo de su carrera artística un constante idilio con la experimentación y la vanguardia. Entre 1991 y 2009 desarrolló el proyecto artístico Juárez & Palmero con el que expuso su obra en diversas galerías de arte, como la leonesa Tráfico de Arte, pilotada por Carlos de la Varga, las salmantinas Varron y Benito Esteban, o las madrileñas Edurne y Raquel Ponce. Realizó también importantes proyectos artísticos para diversos museos e instituciones, recibiendo destacados premios de ámbito nacional como el Fray Luis de León o el Caja España de Escultura entre otros.
Según Javier Hernando, probablemente el crítico e historiador del arte que más se ha ocupado de Juárez, su trabajo se sintetiza en la estructuración del azar. El azar ha sido el motivo o la excusa que, asumido desde un punto de vista conceptual, ha activado cada proyecto y ha asegurado que éste se desarrollara formalmente, de manera que los recursos empleados eran medios al tiempo que significantes.
Así mismo, mantuvo a lo largo de varios años una intensa actividad en el ámbito de la conservación del patrimonio artístico de la provincia dentro del equipo de restauración Proceso Arte 8. También ejerció la actividad docente de Educación Plástica y Visual, en colegios astorganos como La Milagrosa o Paula Montal, así como en las Carmelitas de La Bañeza.
Toño (o Jajus) como cariñosamente se le conocía, fue miembro fundador, en 1994, del Colectivo OMA, grupo de desarrollo de experiencias de arte y naturaleza enclavado en el municipio de Herguijuela de la Sierra, en el Parque Natural de la Sierra de Francia. Allí acudía, año tras año, para trabajar y compartir sus propuestas artísticas y, especialmente, estos últimos dieciocho años en los que estaba siempre acompañado de sus queridas hijas Jimena y Adriana.
Muy interesado por el mundo cofrade astorgano, estuvo directamente implicado en la Cofradía de la Vera Cruz donde ejerció diversas responsabilidades como gobernador y juez. Asumió siempre esta implicación con la Semana Santa de una manera muy personal y característica, aplicando su mirada desenfadada y conectada con su universo artístico contemporáneo.
Nos deja un legado inolvidable como su obra de gran formato Efímera dorada que se encuentra en “El Camino de las Esculturas de La Dehesa Boyal”,en Las Navas del Marqués, en Ávila. También la magnífica intervención escultórica Efímeras magenta realizada en Las Casas del Conde, Salamanca, donde planteó a modo de viacrucis un recorrido con 14 piezas por el entramado urbano de la población. Su gran instalación, Atrapar el paisaje recibe actualmente a los viajeros que llegan a la estación de León con un cuestionamiento en torno al hecho fotográfico. O, ¿cómo no?, sus memorables conciertos de serrucho, acciones performáticas que realizó en varios contextos, y que hoy se pueden rastrear por youtube.
Quedará, por supuesto, otro legado inalterable que es el de su finísimo sentido del humor, la sonrisa a flor de piel, la amplitud de miras y la amistad inquebrantable.
Que la tierra te sea leve, querido amigo y compañero, Jajus.
Un fuerte abrazo a sus padres Victoria y Toño, a sus hijas Jimena y Adriana, y a Pili.