El primer capítulo del libro está dedicado a las primeras mujeres que trabajaron en las minas de talco en Puebla de Lillo. "Quiere ser una reivindicación no solo de la minería sino también contra el tópico extendido de que no entraban en la mina cuando en realidad su situación era todavía peor porque tenían que trabajar a la intemperie y cobraban menos de la mitad que los hombres. Las tres mujeres que menciono en el libro son con las que pude llegar a hablar y en el caso de Avelina González era la escenificación de la dureza de aquel trabajo. Cuando la iba a ver siempre que pasaba por Lillo allí estaba la mujer enganchada al oxígeno con una silicosis galopante".
Fulgencio Fernández quiere dejar claro que todas estas mujeres, aunque no hubieran tenido la categoría de pioneras en lo suyo, eran merecedoras, por sus vidas, de figurar en este libro.
Lógicamente no todas conocieron las difíciles circunstancias sociales y económicas que las mujeres que integraban lo que Fulgencio denomina ‘la patrulla del talco’. Es el caso de Catalina Fernández Llamazares, la ‘viuda banquera’. "Claro que no todas tuvieron una existencia tan dura. La viudedad permitía a Catalina Fernández tener firma para documentos que no tendría si fuera solo mujer. En aquel momento la mujer era bastante invisible, pero la viuda no. Como banquera, Catalina fue una mujer audaz y muy lista para los negocios", señala Fulgencio, que también incluye en el grupo de mujeres que no tuvieron una vida muy complicada a la actriz y aviadora África Llamas de Rada.

Fulgencio Fernández reconoce que el magisterio era una salida para muchas mujeres, pero la medicina era ya harina de otro costal. De las pioneras en este campo destaca a Nieves González Barrio, que empezó magisterio pero logró una beca para estudiar medicina en Salamanca. "Acabó la carrera al mismo tiempo que una catalana, que pudo quedarse en Barcelona mientras que ella fue destinada a África, donde se dedicó a la investigación. Viajó por Estados Unidos y Francia, y de regreso a España creó el cuerpo de visitadoras. Una mujer extraordinaria y hoy totalmente olvidada".
Todas las biografías que se ofrecen en el libro resultan extraordinarias para su autor, que destaca no obstante a la primera conductora de autobús, Catalina García González, natural de Cofiñal. "Como habitante de la montaña que soy y sé lo que es la nieve, me imagino lo duro que tuvo que ser conducir años y años un autobús por aquellos caminos, más que carreteras. Y luego además regentaba una fonda en el pueblo. Pero a mí me sigue fascinando una mujer, a la que además conocí mucho, que fue la primera que obtuvo el carnet de ilusionista. Se llamaba Manuela Rejas y era una mujer que después de andar por toda España y media Europa se enamoró del río Órbigo y se quedó a vivir en Veguellina, con una pasión siempre por el circo y el mundo del espectáculo. Tanto es así que durante una función conoció a un militar y aunque éste quería que dejara el mundo circense al final fue ella la que le convenció de que abandonara el ejército y acabaron siendo una pareja de payasos de circo", comenta Fernández, que sobre todo reconoce la fortaleza de esta mujer que después de trece operaciones y un cáncer se la podía ver acudir todas las tardes a un geriátrico para entretener a los ancianos residentes con varios números de magia.
A la hora de buscar un rasgo común que define a todas estas mujeres, el periodista de Cármenes considera que todas ellas compartieron una misma determinación a la hora de alcanzar sus objetivos. "Por encima de todo hay que destacar su capacidad de lucha. No hubo condicionante social que parara a ninguna de ellas. Tenían esa voluntad de hierro que es consustancial a la condición de mujer. Por lo que el falso tópico del sexo débil no resiste ni el prólogo del libro", argumenta Fulgencio, que este miércoles acudirá a la presentación de ‘Leonesas y pioneras’ a las 12:30 horas en el salón de plenos del Palacio de los Guzmanes en compañía de Ana Isabel Martínez de Paz, única superviviente del libro, maestra y aventurera, que en 86 ocasiones ha escalado el Pico Ureillu, en el Naranjo de Bulnes.