En aquel histórico pueblo que era Partido Judicial viven hoy alrededorde sesenta personas y, por suerte, se mantiene funcionando el bar gracias a que el bueno de Toño apuesta por él y abre sus puertasa la hora de los vinos, las tertulias y las fiestas. "Hay que pensar que en invierno estos bares no dan ni para la luz y los impuestos. Está muy bien lo que hizo el Instituto Leonés de Cultura de apoyar a estos establecimientos que son los últimos abiertos, los únicos... pero les tienen que poner menos trabas, hacérselo más fácil", dice Mari Carmen, la alcaldesa, que sabe mucho de trabas de todo tipo, sumando otra para explicar que no está un vecino por el que pregunto, el médico Alfredo, ya jubilado: «A ver si viene pronto, fue a Villablino a sacar dinero, que los bancos también nos han dejado tirados».


Es Layo, de Eladio, que regresó de Madrid a su pueblo, al jubilarse ya hace 30 años, y es contundente al afirmar que "volver a Murias de Paredes me dio diez años más de vida".
- ¿Cuántos tienes?
- Noventa y dos.
- Es decir, 102 pues te ha quitado 10.
- No. Con los que me quitó serían82, pero lo dejamos en los que son.
Tiene retranca el más anciano del pueblo, buen paseante, lector empedernido de todo lo que cae en sus manos y que está viudo desde hace 37 años. "Tengo tres hijos, la pequeña tenía solo 8 años cuando murió su madre, pero hemos ido saliendo adelante".
Al regresar de la mili vio Layo que no tenía mucho futuro en Murias y estuvo unos años trabajando en las obras del pantano de Luna y después más de treinta años en Madrid. "En la mejor empresa de autobuses de España, Continental Auto, que con el tiempo se la vendieron al presidente del Madrid y después a Alsa, aún se ve alguno por ahí, eran amarillos. Allí fui de todo, de mecánico a conductor".
Muchas historias en un pueblo cargado de ellas. Muchas historias en el último pueblo del recorrido navideño. Pero se va metiendo la tarde, ya abre el bar Toño. Se está bien en Murias de Paredes, escuchando a sabios como Layo, con sus recuerdos y su agradable conversación. No apetece irse, pero todo tiene una medida, ya es de noche, lucen por última vez las fachadas que nos recordaban que sí hubo Navidad este año. Me quedaría a ver cómo es el invierno,pero como decía el histórico cantinero cuando quería cerrar: "Esta gente tendrá una casa para la que marchar".
Puedes encontrar más reportajes sobre la Navidad en la provincia de León en: