El singular y variopinto colectivo leonés La Gremial/Paisano se reunió este lunes en su sede habitual, El Racimo de Oro, para entregar su galardón anual, la marioneta personalizada —obra del artista leonés y ‘gremialista’ Eduardo LópezCasado— que recibe el que antes ha sido elegido como Paisano del Año y que en esta ocasión ha recibido ese excelente defensor de las tradiciones leonesas, siempre trabajando en la sombra, Antonio Barreñada, de La Sobarriba.
Un galardón, la artística marioneta, que ya han recibido leoneses como Antonio Gamoneda, "santo y seña del grupo" en palabras de López Casado, Pepín Muñiz, Vicente García, Marcelino Cuevas, Luis García Zurdo, Fulgencio Fernández y Mauricio Peña juntos, Alberto Muñiz Tío Alberto, Lolo in memoriam el pasado año y quien ahora le sucede en el reconocimiento Antonio Barreñada que "es ya uno de los nuestros", señaló López Casado, recordando que ‘los nuestros’ son todos aquellos que merecen "un calificativo sin definición exacta pero que todo el mundo sabe quién lo es y, sobre todo, quién no lo es: paisano. Y Barreñada nadie duda que lo es".
La ‘captatio benevolentiae’ del galardonado corrió a cargo de uno de los gremialistas o un premiado anterior, en este caso Fulgencio Fernández, quien quiso incidir en un mérito de Barreñada al que pocas veces se recurre en este tipo de situaciones: la bondad. "Tengo para mí que Antonio miente en su edad, y lo argumento. Machado murió en el 39 luego tuvo que decir antes de ese año aquello de que alguien es ‘en el buen sentido de la palabra, bueno’ que pronunció, estoy seguro, después de haber conocido a su tocayo Barreñada, ante todo, bueno". Para añadir después otra característica poco habitual, la discreción, y el gusto por trabajar en tantos campos: los pendones, la Semana Santa, la lucha leonesa, las cosas y gentes de La Sobarriba "pero siempre desde la sombra, sin figurar" y puso un ejemplo: "El sábado se entregaron varios reconocimientos de una Asociación de Pendones en cuya fundación participó y como tal era premiado. Le pedimos unas fotos, nos envió todas, todos los premiados... no todos, falta una foto, la suya. Se le olvidó".
Recibió la marioneta, sinceramente emocionado, acompañado de ‘la mi Yoli’ y con el recuerdo permanente de su madre. "Cuando me enteré de lo que habíais hecho pensé en esa expresión sobre qué se puede decir más bello que el silencio o unas gracias muy sinceras. Digo que hacéis muy feliz a este paisano de La Soba y celebro recibir de vosotros esta muestra de amoristad (palabra creada por el Tío Alberto) que agradezco con un abrazo muy sincero".