Nueve meses después de su muerte Epigmenio Rodríguez Mancebo, Epi, congregó a un buen número de amigos de todos los ámbitos en un acto en su memoria celebrado en el IES Juan del Enzina, donde fue profesor algunos cursos, y también sirvió para dar a conocer los premios de una semilla que acaba de sembrar su memoria: El Concurso de Cortos que lleva su nombre y del que en este acto se hacía entrega a los ganadores de esta I edición que nace con vocación de continuidad.
Estaban presentes, junto a su familia y hermanos, gentes que hicieron camino con él en tantos proyectos como capitaneó; así, y solo cito a algunos, se congregaron Paco Flecha, Jesús González o Juan Campal, de la Universidad; escritores que además son casi vecinos de la Taranilla natal de Epi, como Laly del Blanco; compañeros profesores; gentes de esa Sobarriba que fue su plató de Las Becicleta, como el diputado provincial José Pellitero, el concejal de Valdefresno y amigo personal de Epi, Gabi; o Barreñada; su compañero de cine todos los viernes durante tantos años, Joaquín Revuelta; colegas profesores, músicos como Rafaria Montecristo, también profesor, que interpretó varias canciones en el acto; periodistas como Paula Amarante, Carlos J. Domínguez o el actor Javi Bermejo, que definió al homenajeado como «mi padre en el cine» … en fin, los mundos de Epi.
Pero fueron también muchos los que en una tarde de sábado, en plenas fiestas de San Froilán, les fue imposible acudir y enviaron testimonio de su cercanía y solidaridad. En nombre de todos, el maestro de ceremonias del acto, Juanmi Alonso Vega, eligió el mensaje de una de ellas, la amiga y también actriz a sus órdenes, Inés Diago.
La actriz roblana recordó una triste tarde con Epi en Taranilla, hace cinco años, en el entierro de su padre, en el que le pidió que recitara en la despedida la Elegía de Miguel Hernández, poema válido a su vez para este homenaje, especialmente cuando recitó aquello de «no hay extensión más grande que mi herida» o, sobre todo, «compañero del alma compañero», expresión que la emocionó al recordar a aquel «hombre de pueblo y también de mundo».
Un motivo más para la reunión de amigos era la entrega de los premios del I Concurso de Cortos Epigmenio Rodríguez. El ganador de esta primera edición fue Raíces, de Guillermo López Robles, un joven cineasta que, curiosamente, siendo un niño quiso ver cómo se hace cine «por dentro» acudiendo al rodaje de ‘Las becicletas’ y con el tiempo sería extra en la película ‘Media hora y un epílogo’.
El segundo premio fue para ‘Páginas cruzadas’, de Andrea Martínez, un homenaje a León y a la literatura.
Además de Juanmi Alonso —quien recordó aquellas largas conversaciones con Epi con la esperanza compartida de arreglar el mundo— tomaron brevemente la palabra el profesor Paco Flecha y Carmen Palomo.
Paco, el profesor y filósofo Flecha, recordó la dignidad de Epigmenio ante la batalla final y quiso dejar la puerta abierta al reinicio de lo que había sido aquello que los unió, los largos paseos y las largas conversaciones.
Carmen Palomo, del grupo organizador del homenaje, quiso elucubrar sobbre qué estaría pensando Epi de este acto. Le imaginó emocionado, «llamándonos exagerados, también sonriendo, como hacía siempre». Y al hablar del legado de Epi se quiso quedarse con una palabra: «Entusiasmo. Ese entusiasmo que haría que si estuviera aquí nos estaría embarcando en cualquiera de sus múltiples ideas en el cajón: literarias, cinematográficas, de lucha leonesa…». Maxi Barthe había ido más allá en la entrega de un premio al asegurar quw «legados como el de Epi nos hacen volver a creer en el futuro de la humanidad».
Se cerró el acto entregando un recuerdo a la familia, una fotografía de Epi realizada por JR Vega. Habló en nombre de la familia su hijo, quien señaló como gran legado de su padre el sentido de la justicia y «alejarnos siempre del sectarismo, algo tan necesario en estos tiempos que vivimos».