La génesis de la exposición ‘Mujeres en conflicto’, que desde hoy y hasta el 28 de febrero podrá visitarse en el Museo de León, se encuentra en el serial ‘Retablo de fotógrafos leoneses’ publicado el pasado verano a lo largo de diez semanas en la contraportada de La Nueva Crónica. «Aunque David me dio plena libertad para que hiciera lo que quisiera pensé que lo propio era buscar un hilo conductor y entre los dos se nos ocurrió el tema de las mujeres en zonas de conflicto», comenta López, que reconoce nunca tuvo en mente hacer un serial de este tipo porque cuando desarrolla su trabajo en países en guerra no va buscando nada en concreto y son las circunstancias las que mandan, si bien es cierto que la población civil constituye uno de sus principales objetivos porque es la que más sufre las consecuencias físicas y psicológicas de los conflictos armados, siendo en particular las mujeres y también los niños los que más reflejan el dolor y el sufrimiento. «Lo que he visto en el caso de las mujeres que viven en zonas de conflicto y no necesariamente en entornos hostiles es que tienen una capacidad de sufrimiento y de soportar el dolor realmente admirables», sostiene el fotoperiodista leonés, que también es consciente de que las mujeres, sobre todo en el continente africano, son las que realizan los trabajos más duros.
Detrás de cada una de sus fotografías existe una historia que a López a veces le cuesta explicar porque prefiere que las imágenes hablen por si mismas. No obstante, en el catálogo que complementa la exposición cada una de las quince fotografías viene acompañada de un breve pero elocuente texto explicativo en el que el fotoperiodista leonés da unas pinceladas sobre el contexto histórico, social, geográfico y personal, como es el caso de la que refleja en largo conflicto irakí y que muestra a Sharihan, la joven yazidí de 19 años, que llora apoyada sobre el retrato de su madre, asesinada por el Estado Islámico, en una habitación de su casa en Sinune. «Su madre y un hermano fueron asesinados cuando trataban de huir. Pensó en suicidarse muchas veces y ahora, que ha recobrado la libertad, necesita ayuda psicológica para superar todo lo que ha vivido», ha dejado escrito López, para quien esta imagen de desolación es «uno de los momentos más impactantes que he vivido como fotoperiodista», reconoce este leonés curtido en mil batallas que cada vez que ve esta fotografía tomada el pasado mayo «es como si escuchara llorar a la chica».
Todas las mujeres que aparecen en la exposición comparten de una u otra manera un mismo sufrimiento. No obstante, hay quienes también adoptan un papel más activo, como las mujeres combatientes del Kurdistán. «Allí están intentando aplicar un modelo de sociedad basado en la igualdad y las mujeres tienen un papel muy importante. De hecho son las únicas combatientes en el mundo árabe», sostiene López, que también hace alusión al grupo de autodefensa sin ideología política encargado de entrenar a civiles ucranianos en caso de un ataque pro-ruso y donde militan mujeres.
Algunas de las imágenes se alejan de las zonas de guerra para mostrar una aparente normalidad, como las jóvenes iraníes apostadas ante una cabina de teléfono o la imagen de Isabel Cardeñosa, conocida como ‘la Pasionaria de León’, que posa con la bandera republicana en las montañas donde luchó durante la Guerra Civil. «El planteamiento de la muestra es de países que están viviendo un conflicto o que sufren las consecuencias derivadas del mismo. En el caso de Irán las mujeres están consideradas legalmente ciudadanas de segunda clase tras la llegada al poder de los ayatolas y hoy las más jóvenes suspiran por un poco de libertad», señala el fotoperiodista leonés, para quien lo importante de su trabajo es que «el mensaje llegue, y para eso las fotos tienen que decir lo que yo quiero contar de la mejor manera posible, sin caer en el sensacionalismo pero sin renunciar tampoco al fuerte impacto que pueda llegar a provocar».