– ¿Cómo vive este periodo de promoción de una obra a la que ha dedicado tiempo y esfuerzo y que a partir de este momento va a estar expuesta a la opinión de los lectores?
– Lo vives con miedo y expectación. Por un lado estás deseando llegar a algún sitio y esperas y deseas que haya mucha gente que vaya a verte, pero a lo mejor te encuentras a cuatro personas viéndote, que eso es bastante frecuente incluso en escritores de primerísimo orden. Hasta la fecha he presentado el libro en Palencia y en Portillo, y la verdad es que ha tenido una buena acogida. Lo que sí estoy intentando es que cada presentación sea una fiesta, por lo que tiene el libro de celebración de mis 25 años de carrera. En unos casos digamos será una fiesta más íntima, porque seamos menos para celebrarlo, y en otros, como en el caso del pasado domingo en Portillo, pues será una fiesta multitudinaria.
![El autor de la publicación.](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/2022/autor_crisantemos_23_11_22_web.jpg)
![La sugerente portada de 'La memoria de los crisantemos'. | CASTILLA EDICIONES](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/2022/portada_crisantemos_23_11_22_web.jpg)
– Yo creo que es un poco todo. En este libro están obviamente todos los elementos imprescindibles de la Navidad: la magia, la emoción, la expectación, el amor, los desengaños, la soledad, la tristeza. Hay gente que me dice que hay cuentos muy canallas en el libro, pero también en Navidad se separan las parejas y se pegan los cuñados. El título del libro ya sugiere el peso que tiene la memoria, porque la memoria es fundamental y los escritores cuanto más escribimos y menos ideas tenemos, porque las vamos gastando, más tenemos que tirar de memoria, más tenemos que tirar de las relaciones que tenemos con otras personas, de lo que nos cuentan, de lo que vemos por ahí. Lo de leer tanto y a tanta gente que escribe tan bien yo creo que es un elemento de absorción involuntaria. Si de la memoria, de la imaginación o la creatividad tiras de forma consciente, de lo que vas aprendiendo de otros escritores, de rasgos o gestos que ellos utilizan, supongo que es algo que tú no copias, no pretendes utilizar esos recursos, esos argumentos, pero sin querer siempre se van quedando cosas.
– Hablando de otros autores, el azar ha querido que su libro coincida en el tiempo con el de un autor al que me consta que admira profundamente, que es Pablo Andrés Escapa, que acaba de publicar ‘Herencias del invierno. Cuentos de Navidad’ (Páginas de espuma). ¿Cómo ve esa coincidencia?
– A mí me parece maravilloso. Pablo tiene una trayectoria que para mi quisiera, pero sin pretender ser petulante yo voy notando que de alguna manera se me va reconociendo cada vez más como escritor. La labor de crítico ha ayudado mucho a que a mí se me valore más como escritor. Se está valorando mi prosa a través de mis reseñas. Para Castilla y León que dos escritores de la comunidad, Pablo Andrés Escapa ante todo y yo a otro nivel, hayamos reunido lo mejor de nuestra creación navideña y lo hayamos publicado ahora, me parece que es una excelente noticia para la literatura, para la comunidad y para la Navidad. Del libro de Pablo ya tuve constancia en primavera. Es un autor al que admiro mucho y es un libro que cuenta con una edición exquisita de Páginas de espuma. Ten en cuenta que Pablo Andrés Escapa está considerado y con mucha razón el mejor escritor de literatura navideña de España y en los primeros años de ‘Contamos la Navidad’ tuvimos el privilegio de contar con su participación.
– El libro de Pablo cuenta con una portada navideña muy acorde al periodo, pero la suya se sale del guion.
– La portada tiene que ver con el título del libro, que es también el del último cuento. Hace muchos años yo escuché una conversación por la radio, no recuerdo muy bien si era Bioy Casares o Bryce Echenique, que hablaba de los crisantemos de la desesperación como esas ideas que plasmaba sobre el papel y cuando no salía lo que quería se enfadaba, cogía el papel, lo estrujaba y lo tiraba a la papelera. Esa idea se quedó guardada en mi memoria y recurrí a ella para el relato que da título al libro. A Carlos Velasco, un diseñador de Valladolid, le pedí una portada al uso de ambiente navideño, pero después de leer el relato que da título al libro se le ocurrió esta portada inspirada en la desesperación de los crisantemos y donde el elemento navideño viene dado por la incorporación de una bola roja.
![Gregorio Fernández Castañón hace entrega a José Ignacio García del Premio 'La Armonía de las Letras' por el proyecto cultural 'Contamos la Navidad'. | DANIEL MARTÍN](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/2022/armonia_letras_23_11_22_web.jpg)
– Este año si habrá una nueva entrega de ‘Contamos la Navidad’, pero sí es verdad que este libro ha hecho que no prestara toda mi atención al proyecto. Pero habrá libro y presentación en León, como no puede ser de otra manera partiendo de Impresión Punto y Seguido. Pero sí es verdad que este año con ‘Contamos la Navidad’ ha habido un problema que más que porque yo me haya despistado tiene que ver con la situación global que estamos viviendo. En ‘Contamos la Navidad’ vivimos de nuestros patrocinadores y de nuestros promotores. Y este año hemos perdido dos patrocinadores fortísimos, además en León, que solamente con ellos el proyecto ya era viable, por lo que ha habido que reinventarse y buscar patrocinadores nuevos más pequeños, hasta el punto de que el proyecto ha estado a punto de no salir.
– La presentación en León de ‘La memoria de los crisantemos’ tendrá lugar este jueves en el espacio expositivo del Ateneo Cultural El Albéitar, donde estará acompañado por una persona a la que tiene un especial aprecio, como es el escritor y editor Gregorio Fernández Castañón, que tuvo a bien distinguir el proyecto cultural ‘Contamos la Navidad’ con el Premio ‘La Armonía de las Letras’ en 2015. Supongo que para usted tendrá un significado muy especial.
– Como tú sabes yo empecé a escribir en los años que viví en León, tengo infinidad de amigos leoneses, adoro y admiro a Tomás Sánchez Santiago, José Luis Puerto, que me ayudó en mis comienzos, Avelino Fierro, Alberto Rodríguez Torices. Podría decir muchos nombres más porque en León levantas una piedra y salen doscientos escritores buenos. Tengo muchísimos amigos escritores en León pero probablemente yo no seguiría siendo escritor sin Gregorio Fernández Castañón. Yo escribí dos libros que tuvieron cierto éxito hace muchos años. Después de aquello tuve una ruptura matrimonial que hizo que tuviera de irme de donde vivía, separarme de mi ambiente, de mi entorno, de mis amigos, tener que empezar de cero en otro lugar diferente, sufrí una depresión terrible y estuve como unos cuatro o cinco años sin escribir. Y un día casualmente paseando por Portillo encontré a una pareja que resultaron ser Gregorio y su mujer Esther. Les invité a mi casa y yo tenía unas cuartillas encima de la mesa de mi biblioteca que Gregorio leyó y me planteó el reto de escribir lo que fue la novela ‘Mi vida, a tu nombre’, publicada en la colección de Camparredonda. Él de alguna manera me motivó para continuar escribiendo. Pero es que en 2015 cuando ‘Contamos la Navidad’ estaba a punto de desaparecer, Gregorio Fernández Castañón me llamó una noche pare decirme que nos habían concedido el Premio ‘La Armonía de las Letras’. Gregorio ha sido como una espoleta que en momentos de mi vida en los que yo no daba ni un duro por mi continuidad literaria se las ingenió para revitalizarme y para que yo pudiera seguir siendo un escritor.