Juancho López: "La mitad de mi colección se ha venido para la tienda"

El bajista en diferentes formaciones y promotor musical ha visto cumplida su vieja aspiración de abrir una tienda de discos en su ciudad, Lizard Music, ubicada en el número 24 de la calle Serranos

Joaquín Revuelta
05/03/2022
 Actualizado a 05/03/2022
Juancho López en su tienda de discos Lizard Music y con el primer vinilo de los Rolling Stones que adquirió con 14 o 15 años. | MAURICIO PEÑA
Juancho López en su tienda de discos Lizard Music y con el primer vinilo de los Rolling Stones que adquirió con 14 o 15 años. | MAURICIO PEÑA
Su trayectoria de más de treinta años como bajista en diferentes formaciones ha permitido a Juancho López recorrer el mundo y conocer todo lo que se mueve en torno a la industria musical. Salamanders a finales de la década de los ochenta; The Crepitos en los noventa; Bummer en su traslado a Madrid y con el que llegó a publicar tres discos; Paul Collins, con el que realiza giras por Estados Unidos y Europa; Kurt Baker, que le permite viajar a Japón y de nuevo recorrer Europa; The Bright, en su regreso a León; Peralta, Dogo y los Mercenarios y actualmente Perrito Caliente, con el que acaba de publicar un primer single. Una carrera larga y fructífera como intérprete, que se ha visto enriquecida por su faceta de promotor musical y organizador de giras de artistas nacionales e internacionales y, desde hace pocas semanas, como propietario de la tienda de discos Lizard Music, ubicada en el número 24 de la calle Serranos. Y es que su relación con los discos y más en concreto con los vinilos, que es de lo que se surte mayormente la tienda, viene desde muy atrás. «Yo empecé a comprar discos desde muy joven. Con catorce o quince años me compré mis primeros vinilos y he estado toda la vida coleccionando discos. Ahora tengo 52 años, así que puede decirse que llevo más de treinta años comprando discos», reconoce el músico leonés, que gracias a su faceta como bajista en varias formaciones ha tenido la ocasión de viajar por medio mundo y una gran parte de su colección personal, que en parte ha puesto a la venta, procede de sus viajes por Estados Unidos, Australia, Europa y Japón. «Una cosa que siempre hago en las giras es que al día siguiente siempre visito las tiendas de discos de las ciudades en las que he tocado el día anterior. Digamos que es una afición que he tenido durante muchos años y siempre tenía en la cabeza montar una tienda de discos. Por determinadas circunstancias he pensado que ha llegado el momento y aquí estoy», señala Juancho López, que recuerda muy bien el primer lp que compró con sus primeros ahorros. «El primero que compré fue un disco de los Rolling Stones, que es un directo que sale Charlie Watts con un burro en la portada, ‘Get Yer Ya-Ya’s Out!’, que por cierto lo tengo en la tienda».

Preguntamos al bajista leonés si está vendiendo su propia colección y confiesa que algunos discos sí que están a la venta. «Digamos que más de la mitad de mi colección se ha venido para la tienda, aunque hay ciertos discos que nunca me voy a desprender de ellos, pero luego hay otros que, aunque me gusten mucho, considero que ya los he disfrutado durante muchos años y no me duele ponerlos a la venta», reconoce el instrumentista y promotor musical, que siempre se ha mostrado fiel al vinilo, aunque en la tienda también se venden compactos pero en mucha menor cantidad. «Yo soy más de vinilo porque pienso que la calidad y la calidez en la escucha que te da el vinilo no la ofrecen otros formatos. Los que consumen mucha música saben muy bien la diferencia que hay entre poner un vinilo en un buen equipo de música a escuchar algo en digital, que está mucho más comprimido y se pierden ciertas frecuencias. Pero tampoco me he aferrado solo al vinilo. También he consumido muchos CD, que principalmente donde los he oído es en mi coche. Con la llegada de Spotify y todo lo digital que hay ahora, el CD ha quedado un tanto relegado. Pero cuando escucho un disco en Spotify o en alguna plataforma digital y me gusta, luego ese disco lo quiero tener en vinilo».

La curiosidad me lleva a preguntarle si el mercado japonés resulta incluso más interesante para el coleccionista que el estadounidense. «En el 2019 nos fuimos de gira a Japón y recuerdo estar en Tokio en un edificio que tenía siete plantas repletas de discos y eran temáticas. Había una planta de los 60, otra de punk... estaba ordenado así. Pero en mi opinión el paraíso del coleccionista de discos es Estados Unidos, donde te puedes topar con una tienda de discos alucinante donde menos te lo esperas. Luego en Europa, donde hay más discos es en los países escandinavos. Por ejemplo, en Suecia y en Noruega hay mucha cultura del vinilo. En Alemania también. Australia es también un país donde se consume mucho vinilo. El vinilo está ahí y si bien con el boom del CD en los noventa desapareció un poco, luego volvió. Y ahora el vinilo se ha revalorizado mucho. También lo que ha pasado ahora es que los discos nuevos han subido mucho porque existe una saturación de las fábricas. Al volver las multinacionales al vinilo, las compañías grandes han encargado muchas reediciones de clásicos y las fábricas se han saturado. Ahora cuando encargas un disco a la fábrica hay un periodo de espera muy largo, de seis o siete meses. Por otro lado, el plástico también se está encareciendo y eso hace que los discos nuevos hayan subido mucho. Y al subir los nuevos por inercia también suben los de segunda mano», comenta López, que practica la compraventa a través de una tienda que actualmente cuenta con cerca de 2.500 discos, dos mil de segunda mano y quinientos nuevos, tanto novedades como reediciones. «Sí que estoy interesado en la compra o incluso en el cambio, pero tiene que ser de artículos que sean interesantes para la tienda. No es que me interese cualquier vinilo sino aquellos que sean acordes con los que tenemos aquí en la tienda. Sí que me interesa reponer y de hecho desde que abrí la tienda ya he comprado un par de colecciones, pero también han pasado gente que me ofrecen discos que no me interesan», asegura.Y es que la base de Lizard Music es el rock en todas sus variantes, donde el aficionado puede encontrar discos del rock de los 50, hasta los años 60, los 70, el country rock, el punk, el glam, el hard rock, el heavy, el garage. «También puede encontrar música actual, grupos indies, grupos de los 80. La base de la tienda es el rock pero también hay otras cosas. Hay un cajón que tiene jazz, soul, reggae, algo de música negra. También hay un apartado dedicado a los grupos leoneses», señala López, que es consciente de que abrir un local de estas características en los tiempos que corren entraña un cierto riesgo. «Una de las cosas que me motivó abrir la tienda fue el hecho de percatarme de que en León hacía prácticamente quince años que no había una tienda de discos. Sí que existen un par de tiendas que tienen dos o tres secciones de discos como un complemento a su negocio, como una que hay de cómics y otra que hay de libros, pero una tienda como tal hacía muchísimos años que no existía, pero sí que veía que cuando había una feria del disco estaba llena de gente. Y luego he comprobado –como viajo mucho por toda España– que hay tiendas de discos en todas las ciudades. En Asturias por ejemplo hay cinco tiendas. Eso fue lo que me hizo pensar que en León podía tener cabida una tienda».Preguntado por el perfil del coleccionista leonés, Juancho López cree que hay un poco de todo. «Desde la persona que tiene una colección enorme, que controla mucho de música y que busca cosas muy determinadas, hasta gente que le gusta de vez en cuando comprarse un vinilo de novedades o de sus grupos favoritos. Y luego, lo que me ha sorprendido mucho en la semana que llevo con la tienda es que ha venido mucha gente joven. Eso sí que no me los esperaba, chavales de 16 años comprando discos. Está bien que se vaya renovando y que las nuevas generaciones también enganchan con el vinilo y con esa forma de escuchar música. En este sentido la tienda está abierta a todo el mundo, desde gente que empieza a comprar vinilos hasta coleccionistas que van a encontrar aquí discos que llevaban mucho tiempo buscando o gente que simplemente quiere comprarse vinilos de grupos clásicos o que le gusta estar al día de las novedades que hay adquiridas en este formato», sostiene.

La portada sigue siendo el gran reclamo para la adquisición de un determinado álbum y ese poder de atracción no ha cambiado con los años. «La portada es muy importante y también la edición, el típico vinilo que se abre. Ahí también es donde el vinilo le ha ganado al CD claramente. No es lo mismo tener en las manos un vinilo, ver las fotos, las letras de las canciones o los créditos del disco que en un CD y no digamos cuando escuchas música en las plataformas digitales, donde ni siquiera cuentas con un soporte físico. Bien es cierto que la época dorada de las portadas de discos fueron los 60 y 70, por ejemplo todos aquellos discos de la Costa Oeste de Estados Unidos con aquellas portadas psicodélicas, de las que tuvimos hace poco una excelente muestra en la exposición que el Musac dedicó al diseñador Víctor Moscoso, pero hoy en día se continúan haciendo muy buenos trabajos en este sentido», argumenta López, que a nivel de precios el coleccionista puede encontrar las novedades al precio actual de 25 o 30 euros y los discos de segunda mano entre 15 y 30 euros. «Luego sí que tengo discos de mi colección valorados en 100, 200 euros o más, pero en la tienda no están porque quiero que esto sea un espacio para todo el mundo y mi intención es que los precios sean asequibles. No he pretendido hacer una tienda para el coleccionista gourmet sino para el aficionado al vinilo en general», concluye.
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