Hace menos de un año que Cátedra publicó una reedición de las dos obras de poesía de Julio Llamazares —'La lentitud de los bueyes' y 'Memoria de la niev'e— con un documentado estudio inicial de Raúl Molina Gil. Y ahora ve la luz otra nueva edición del primero de ellos, 'La lentitud de los bueyes', en la editorial Nórdica. Si de la primera se podía destacar un completo estudio inicial de Raúl Molina Gil, de la recién aparecida se podría decir que es una obra nueva si tenemos en cuenta que lleva unas ilustraciones de la madrileña Leticia Ruifernández, una bella serie de acuarelas, que también serían suficiente para llevarse este libro cuyo motor es, evidentemente, la poesía de Julio Llamazares, concretamente su primera obra como libro, pues ya había dejado constancia de su poesía en grupos literarios en los que participó como Barro o los Cuadernos Leoneses de Poesía, aquellos pasos iniciales en León de los que él mismo contaba cómo era aquella bohemia joven: "Lecturas, fiestas, tertulias, guateques dfisfrazados de reuniones y el peregrinar constante por las tabernas del Barrio Húmedo, donde por entonces se cocía ya el sopicaldo político que daría el paso a la democracia, nos sacaron de la inopia y nos fueron convirtiendo, al menos a Escanciano (Miguel) y a mi, de adolescentes ilusos aficionados a escribir versos a desharrapados vates con pretensiones sociales".
El siguiente paso en la andadura vital de Julio Llamazares (entonces todavía Julio Alonso Llamazares, como recuerda Raúl Molina) le lleva a cursar Derecho en la Universidad de Oviedo, aunque viviendo en Gijón, la llamada del mar por la que reconocía pasar más horas paseando por la playa que en las aulas de la universidad ovetense. Allí, en los últimos cursos, nació ‘La lentitud de los bueyes’. En una etapa en la que el poeta de Vegamián reconoce que ya se había planteado una revisión de su creación anterior que ya venía de su última etapa en Cuadernos leoneses de poesía.
Así, con arena de playa en los pies y una idea rondándole la cabeza —"que estaba acabando la carrera y, me dedicara al Derecho o no, empezaba una nueva etapa en mi vida"— nació ‘La lentitud de los bueyes’, que nada tiene que ver con la playa que pisa sino con la memoria, con sus paisajes de Vegas del Condado y el Curueño, con sus ríos Porma y Curueño. Una libro refrendado por el Premio Antonio González de Lama con un jurado compuesto por Antonio Gamoneda, Victoriano Crémer, Félix Grande y Antonio Pereira. Un galardón que da con los huesos de aquel primer libro en la Colección Provincia.
Es curioso, más bien muy significativo, cómo Llamazares irrumpe en mundo de la literatura en cada género "derribando la puerta", dejándose ver y notar. Lo hizo con 'La lentitud de los bueyes' y lo corroboró con 'Memoria de la nieve' como años más tarde, pocos, lo haría en la novela con Luna de lobos y lo refrendaría con La lluvia amarilla. Sin pasar por alto la verdadera conmoción que en León supuso la aparición de El entierro de Genarín, la obra sin género.
Y es mucho más elocuente cómo estas dos obras suyas de poesía, las únicas que publicó como libros aunque hayan aparecido posteriormente algunos poemas —pocos— en diversos formatos, han pervivido en el tiempo, se habla y escribe de ellas además de las reediciones, algunos versos han traspasado las fronteras de los círculos poéticos. Así, en 'La lentitud de los bueyes' están aquellos versos tantas veces repetidos, en tantos foros. Pertenecen a su poema 4: "Yo vengo de una raza de pastores que perdió su libertad cuando perdió sus ganados y sus pastos. / Durante mucho tiempo mis antepasados cuidaron sus rebaños en la región donde se espesan el silencio y la retama...".
Versos en los que se ve la estructura de este libro que ahora cuidadosamente reedita Nórdica, como veinte fragmentos numerados de un poema único.
Y añade la mano, y la obra, de Leticia Ruifernandez (Madrid 1976), una arquitecta de formación que dio el salto al mundo de la ilustración y especializada en el mundo de los libros, creando su propio lenguaje, que regala una segunda lectura al poemario de Julio Llamazares (Vegamián, 1955).

El escritor leonés ha sido estos días noticia en Italia, país en el que goza de gran renacimiento desde que en aquel país ganara los premios Nonino en 1994 por 'La lluvia amarilla'. Recogen periódicos como El Corriere della Sera su presencia: "La Biblioteca Cívica VEZ de Mestre acogerá una de las citas literarias más esperadas del año con el gran escritor, poeta y periodista español Julio Llamazares. Considerada una de las voces más destacadas del panorama literario contemporáneo en español, Llamazares será protagonista de un encuentro titulado ‘Memoria y paisaje en VEZ’, organizado con motivo de su participación en el Premio Amos de Cultura 2025, que tendrá lugar en Treviso el 27 de marzo. El encuentro representa un prestigioso preestreno nacional para el autor, que presentará en Italia su cuento inédito, 'I viaggi dello zio Mario', que será editado por Ediciones Amos en los próximos días y en el que el leonés narra el último viaje de un hombre para despedirse de sus hermanos; una historia que también ha gozado de especial atención en las páginas de cultura de los periódicos italianos.