Hoy traemos a esta sección a Pilar José, magnífica acuarelista que muestra desde hace años su obra bajo la simple firma de su nombre. Pilar José Fernández (Astorga, 1959) lleva años mostrándonos su arte a través de la acuarela, una de las técnicas más complicadas del mundo pictórico debido a la dificultad de corregir o disimular los posibles errores que se puedan producir durante el proceso de ejecución de la obra. Aunque siempre recuerda la pintura en su vida, pues no concibe ésta sin pintar considerando este acto parte de su existencia, su interés por la acuarela es relativamente reciente. Siguiendo la estela de los clásicos comenzó su evolución por el principio; primero el dibujo, luego el carboncillo, la cera, el óleo, el acrílico, hasta que hace aproximadamente ocho años se instaló definitivamente en ella tras un continuo proceso de aprendizaje con los mejores y un continuado trabajo personal de investigación y práctica que la ha llevado a ser reconocida en ámbitos especializados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, exponiendo por ejemplo en Tirana o Nueva Delhy o siendo nombrada «maître du paysage» en el 1º Salón Internacional del paisaje de Limoges (Francia), en 2016, una de las mayores satisfacciones obtenidas en su recorrido artístico –reconoce–.
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Mujer con una gran inquietud por mostrar su arte a los demás, busca entre sus tiempos también aquel que le permita hacerlo a través de lugares diversos ya que es muy difícil, «casi imposible –dice– que las galerías cuenten contigo». Por ello considera la visibilización de su obra como el escollo más importante en su carrera artística, seguramente como en la de tantas otras mujeres. Y es que siente que, en estos momentos y a pesar del gran talento escondido, salvo honrosas excepciones, la mujer sigue estando muy apartada en el mundo artístico. Sin embargo es consciente de que para cambiar las cosas hay que estar en la lucha y no tirar la toalla, algo que las mujeres se deben a sí mismas y a las futuras generaciones de artistas, una lucha que debe comenzar en nuestra propia provincia, donde considera que la relación e implicación entre artistas e instituciones es, sino nula, muy escasa, por lo que se hace imprescindible aprovechar cualquier oportunidad para hacerse presentes. Por otro lado, y dentro de esas relaciones, no sabe ni entiende cuáles son las verdaderas razones para que siempre sean los hombres los mejor aceptados, los más posicionados en proyectos artísticos institucionales y en las exposiciones que ocupan tanto espacios públicos como galerías. Solo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor para verlo, dice.
Pilar José está plenamente convencida de la necesidad de que el arte siempre esté presente en la sociedad pues es lo que como seres humanos nos distingue del resto de los seres vivos. Siempre ha acompañado nuestra presencia en el planeta, evolucionando con nosotros, y en esa presencia – cada vez más– sabemos que estaban presentes hombres y mujeres. Y cada vez más.