La emisión del programa 'La Brújula' de Onda Cero en León permitió que el periodista Fernando Ónega volviera a dedicar una carta a la provincia leonesa, con la que reconoció que vive "una historia de amor", más incluso que "una pasión leonesa".
Además de recordar que es hijo adoptivo de la provincia después de que la Diputación le otorgara este reconocimiento así como ser pendonero de honor de la Asociación de Pendones Reino de León y próximamente guirrio honorífico del antruejo de Llamas de la Ribera, destacó que cómo no va a apreciar a León o pregonar sus riquezas puesto que tiene "leonesitis". "Y se me empieza a curar cuando una voz dice en el AVE 'próxima estación, León'", resaltó.
"Si miro a la historia, ahí está el mapa del Reino, ahí está el parlamento, ahí están los nombres de tus reyes, ahí está la huella del templario, las leyendas de ninfas, el mito de la pecadora del lago Isoba, y ahí está, sépalo el mundo, el Santo Grial", agregó el veterano periodista, quien también destacó otros aspectos como "el páramo, los mares interiores de Riaño y los lagos, el verde casi gallego y los lugares a donde bajan a secarse los asturianos, el Teleno y los Ancares, reservas de la biosfera, monumentos naturales y el paisaje lunar de las Médulas". "Te acercas al cielo en el pico Montigüero y buscas las entrañas de la tierra en las profundidades del Sil. Y te tienes a ti misma, ciudad de León, donde hay una calle llamada Felicidad", continuó.
"Si oigo tus sonidos tienes el silencio de tus valles y la berrea de otoño de tus montes. Si observo tu fauna, tienes el urogallo, el oso pardo y la cabra hispánica. Y si miro tu gastronomía, no eres un paraíso León, eres un pecado. Llevar la marca León es garantía de gusto y calidad. Y de variedad, porque ahí puedo encontrar embutido y el cocido maragato, la trucha y el cangrego, los quesos y la cecina, la migas canas y la menestra de Riaño. El pimiento del Bierzo, las alubias de La Bañeza y el puerro de Sahagún", apuntó un casi leonés como es Ónega, que insistió en la gastronomía al afirmar que se "agrava el pecado" con "los vinos y aguardientes, los imperiales y los chocolates de Conrado, los nicanores, los lazos de San Guillermo, las mantecadas, las rosquillas de anís... la lista es infinita, cada pueblo tiene su dulce".
La historia de amor de Fernando Ónega con León
El periodista vuelve a ensalzar a la provincia con su carta de La Brújula
22/11/2019
Actualizado a
22/11/2019
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