La ilustración y el diseño como profesión

Katia Prada es una de esas mujeres que ha elegido trabajar desde la comarca que la vio nacer, concretamente desde Ponferrada, aunque muy pronto piensa seguir haciéndolo desde su pueblo natal, Priaranza del Bierzo

Mercedes G. Rojo
19/05/2020
 Actualizado a 19/05/2020
La ilustradora berciana Katia Prada ‘el abrelatas’.
La ilustradora berciana Katia Prada ‘el abrelatas’.
«El diseño y la ilustración son algunas de mis pasiones, pero también son mi trabajo del que como y vivo» ( Katia Prada ‘el abrelatas’. Ilustradora)

Katia Prada Vuelta (Priaranza del Bierzo, 1980), pertenece a una generación de mujeres leonesas que pisan fuerte en el terreno del arte del diseño, aunque su obra no sea aún suficientemente conocida. Diseñadora e ilustradora, trabaja fundamentalmente en infografía desde 2013 bajo el nombre de ‘El abrelatas’, especializándose en branding y comunicación online y offline, estrategias con las que «destapa, descubre, libera y potencializa proyectos, empresas y marcas». Se forma en Salamanca, donde se licencia en 2003 en Bellas Artes, en Barcelona y Madrid y se forja laboralmente «gracias a las horas y horas de trabajo en estudios de diseño donde las labores de dirección de proyectos, producción o atención a cliente eran parte del día a día».

Con este bagaje Katia trasciende la mera concepción artística en lo que hace porque cree en la práctica del diseño y la ilustración como una profesión, a la que se dedica de lleno, con toda la fuerza de su pasión mientras busca en ella la herramienta de expresión que al mismo tiempo le permita comer y vivir trabajando en lo que mejor sabe hacer; un trabajo cuya máxima dificultad está en enfrentarse al desconocimiento que hacia el mismo hay, tanto en el ámbito social como en el empresarial. Y es que mientras que damos por hecho «el conocimiento y capacidad de un médico, de un abogado, …», incluso en un ámbitos más manuales como los del mecánico, el fontanero o el electricista, quienes optan profesionalmente por el diseño o la ilustración se ven permanente abocados a tener que acompañar su trabajo de una continua «labor de argumentación y educación visual que en algunas ocasiones se nos hace cuesta arriba», a «un constante esfuerzo didáctico (…) para que (el) cliente (…) entienda que hacer un dibujo conlleva: tiempo, esfuerzo, conocimientos y en definitiva un coste». De esta misma preocupación surge en 2015 la asociación PiLA (Profesionales de la Ilustración de León Asociados) un heterogéneo grupo de ilustradores de León que entienden la ilustración como la profesión que es por lo que Katia se les une enseguida (será la primera berciana en hacerlo). Participará con ellos en diferentes actividades, entrará en contacto con otros profesionales con inquietudes e intereses similares, compartiendo formación, contactos, conocimientos…incluso resolver muchas dudas del día a día, y juntos harán «piña ante los numerosos ninguneos que en ocasiones hay hacia nuestra labor».Por otro lado Katia Prada es una de esas mujeres que, cada vez más, ha elegido trabajar desde la comarca que la vio nacer, concretamente desde Ponferrada, aunque muy pronto piensa seguir haciéndolo desde su pueblo natal, situación a la que le ve todas las ventajas del mundo en un trabajo como el suyo, aunque también vea algunas desventajas como una mayor tardanza en temas de mensajería o los hándicaps de la despoblación y el de la movilidad en caso de que se sea persona sin carnet. Nos cuenta que la presencia femenina en este ámbito de la ilustración y el diseño es ahora mismo excepcional, un ámbito que ha ido cambiando mucho desde que ella comenzó su andadura, con grandes profesionales tanto en la provincia como fuera de ella, porque «creernos capaces y alzar la voz nos ha hecho más fuertes, y por ello también más visibles y valoradas». Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, entre ello seguir insistiendo en la visibilidad de las que caminan estos senderos a fin de conseguir una verdadera «equidad» a todos los niveles; y es que –recordemos– lo que no se nombra, lo que no se muestra, no existe.

El perfil artístico-profesional de nuestra protagonista pasa también por proyectos como el Murder Types (Madrid, 2017) un proyecto personal de ilustración, diseño, producción y difusión fruto de su pasión por las series policíacas de crímenes, en el que la gran protagonista es la tipografía, convirtiéndose en un homenaje a dos grandes maestros de la misma: William Morris y Joaquín Ibarra.

Entre sus proyectos de futuro uno muy especial lleva rondando en su cabeza desde hace tiempo: la realización de una novela gráfica, con una historia basada en elementos de la postguerra, «esas cosas que siguen silenciadas, de las que vivieron sobre todo mujeres. Del callar y la capacidad de supervivencia de nuestras abuelas»; cosas que reconoce no nuevas pero sí muy cercanas; y necesarias «porque recordar creo que nos hace crecer y reconciliarnos, y saber de dónde venimos permite que nuestros valores se integren en nuestra persona». Esperemos que pronto se haga realidad y que tenga con ella mucho éxito. Talento le sobra para lograrlo. Mientras tanto nos recuerda que para que el mundo del arte reconozca el trabajo de sus profesionales se necesita mucha más cultura y educación que aquella con la que ahora mismo contamos; y señala que en el mundo de la ilustración, por ejemplo, «hay grandes profesionales haciendo una labor encomiable para poder hacer llegar tanto a peques como a adultos la historia, la conceptualización y los fundamentos de la misma» a los que particularmente les da las gracias por ello. Nosotros se las damos a ella por estar.
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