Innovación, sostenibilidad, tradición y responsabilidad social se dan la mano en los nuevos modelos de la diseñadora leonesa, que desfilaron en La Nave Boetticher de Villaverde. «Las barreras están en la mente, no en el corazón», es la filosofía con la que María Lafuente ha lanzado una colección en tonos blancos, crudos, negros, rosas, neones y amarillos, con patrones reto-futuristas donde la naturaleza también está presente.
Respecto a los tejidos, ha vuelto a sorprender su apuesta por la moda sostenible gracias a la colaboración llevada a cabo con la escuela de innovación AEG, que ha presentado el tejido Petsilk en 3D, realizado a través del reciclado de botellas PET. Además y como viene siendo habitual en sus últimas colecciones, María Lafuente ha vuelto a utilizar tejidos PEFC de tencel (árbol de eucalipto) y Neulaser (obtenido del reciclaje de neumáticos en alianza con Signus). Los accesorios del desfile han tenido un significado especial ya que la diseñadora leonesa busca que mujeres en riesgo de exclusión cuenten con protagonismo en sus colecciones. Esta vez, dos asociaciones han realizado parte de los accesorios de la colección en sus talleres: Lal La Buya y Apramp ONG, una colaboración que ha sido posible gracias al mecenazgo social de la Fundación Ibercaja. Entre las modelos, destacó la presencia de Mireia Mendoza, modelo ciega y sorda que ejemplifica el lema de María Lafuente sobre que no hay fronteras para lo que uno desea con el corazón.
La diseñadora leonesa continúa así con ‘Alquimia’ haciendo camino por la sostenibilidad en la moda, mostrando además el trabajo de artesanos y artistas, siempre presentes en sus colecciones, que ha llevado a Naciones Unidas.