La Pastorada cobra vida en formato cinematográfico

Preservar la tradición cultural leonesa a través de una de sus manifestaciones más genuinas y antiguas como es la Pastorada, un auto de Navidad que durante generaciones se ha venido representando en pueblos y aldeas en sus diferentes versiones y siempre según la tradición oral, es el objetivo que se ha marcado la Asociación de Alumnos de la Escuela Municipal y de Formación Tradicional de León, que se ha erigido en productora del audiovisual que desde hace algunas fechas se está rodando en diferentes enclaves de la provincia con el fin de elaborar un documento gráfico para la difusión y preservación de esta manifestación tan leonesa. Algunos de sus principales artífices, como es el caso de Ana Garzo, presidenta de la mencionada asociación que se ha hecho cargo de la producción; Gabriel González, en calidad de director artístico; Balbino Ferrero, como director de producción, y Alfonso Martínez, como productor ejecutivo, presentaron ayer este proyecto en el Parador de San Marcos, donde dejaron constancia del carácter altruista que ha movido a la práctica totalidad del equipo técnico y artístico para hacer realidad un proyecto que tiene su origen en un trabajo previo llevado a cabo en la década de los setenta por el que fuera abad de San Isidoro, Antonio Viñayo, quien realizó un compendio de las pastoradas que se representan en distintos pueblos, localizados la mayoría de ellos en la zona de Tierra de Campos, y que llegó a editarse por parte de la Coral Isidoriana. El hecho de ser representativa de todas las pastoradas tradicionales leonesas y su excelente desarrollo  fue lo que llevó al director artístico Gabriel González a elegir los textos y cantos reunidos por el abad, una pastorada que fue representada en dos ocasiones por los alumnos de la Escuela Municipal y que en la actualidad se está grabando en escenarios reales de pueblos como Posadilla de la Vega, perteneciente al Ayuntamiento de San Cristóbal de la Polantera; Carrizo de la Ribera, Veguellina de Órbigo, Veguellina de Fondo y Riego de la Vega.

El equipo de filmación trata de encontrar ahora en la capital leonesa una iglesia para la grabación de los cantos y la música, que se realizarán a la manera tradicional. Dentro del capítulo de agradecimientos, los responsables del documental quieren señalar sobre todo al Ayuntamiento de San Cristóbal de la Polantera, que se volcó desde el primer momento con el proyecto hasta asumir casi un tercio de su coste; a los Ayuntamientos de Riego de la Vega y Villarejo, y a la Editorial Monte Riego, de La Bañeza,  vertiendo una justificada crítica hacia la Diputación Provincial de León, que solo se ha comprometido a la compra de medio centenar de DVD del audiovisual.