La reivindicación minera invade las paredes del Museo de Sabero

Ocho grafiteros realizan sus obras en la exposición ‘Del carbón al grafiti’

Ical
12/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Preparativos de la exposición ‘Del carbón al grafiti’ en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ubicado en Sabero. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
Preparativos de la exposición ‘Del carbón al grafiti’ en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ubicado en Sabero. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero se ha propuesto un reto: intentar meter el graffiti dentro de las paredes del museo y dar libertad a ocho grafiteros para plasmar su idea sobre la minería.

Así lo asegura el director del Museo, Roberto Fernández, quien se muestra entusiasmado ante la nueva exposición temporal que se podrá visitar desde este viernes hasta el día 12 de septiembre y que, bajo el nombre ‘Del carbón al graffiti’, pretende trasladar la reivindicación de las cuencas mineras a las paredes del Museo.

La exposición nace inspirada en los graffitis que se encuentran en las calles de las cuencas mieras, donde el declive producido por el desmantelamiento de su principal sustento económico sirvió de acicate para que los jóvenes salieran a la calle y utilizaran el ‘spray’ como arma de reivindicación.

“Queremos meter el graffiti dentro del Museo y dar libertad a los artistas para que plasmen sus ideas”, explica Roberto. Unas ideas que deben centrarse en la la minería “tanto bajo tierra, es decir, el trabajo, las herramientas, los peligros, como en el exterior, la propia vida de la minería, los conflictos que protagoniza o la cultura minera en sí misma”.

Ocho son los artistas que durante tres días han dado rienda suelta a su imaginación y han plasmado, en un espacio limitado de 4 metros de ancho por 2,5 de alto, su visión personal sobre la minería, que a alguno de ellos les afecta de cerca, al ser procedentes de cuencas mineras.

Sin embargo, el propio director del Museo explica que “no se buscaba que los artistas procedieran de cuencas mineras, sino que queríamos más diversidad para así tener más diversidad y ver cómo se ve desde otro punto de vista más aislado de las cuencas”.

Ocho artistas conocidos en el mundo del graffiti, con una gran calidad en cuanto técnica y expresión, que durante tres días han plasmado en las dos plantas del edificio de Sabero unas obras de arte que, una vez llegado el 12 de septiembre, desaparecerá por completo, ya que serán tapadas con pintura.

Artistas


Procedente de La Robla, Alejandro Lorenzana, muestra en su obra el entorno industrial en el que ha crecido y basándose en conceptos del caos y orden muestra una realidad gris en un universo distópico, donde los momentos más bellos y poéticos son contemplados a través de amasijos de hierros.

También de la villa roblana, Daniel Casado, conocido como Smog, es un artista autodidacta que centra su obra en el realismo, cuya vinculación familiar con el mundo minero ha hecho que parte de su trabajo recoja aspectos relacionados con ello.

De León procede Guillermo Martín, Eser, que lleva en el mundo del graffiti profesional dese los 20 años, trabajando para varias empresas de interiorismo, y asegura que su forma en entender la vida es a través de la pinura.

David Esteban, Dadospuntocero, es otro leonés que enfoca su estilo en el foto-realismo, lo que le lleva a crear unos murales que impactan tanto por su acabado como su mensaje.

Con más de doce años de experiencia con el spray y varios galardones en concurso de graffiti, el leonés Manuel García se dedica a la decoración profesional tanto a pequeña escala, con cuadros, lienzos, o paredes, como a gran escala, en fachadas y naves.

Desde La Bañeza, llegará a Sabero Antonio Prada, Artes Prada, un muralista que comenzó en el 2006 a pintar por afición y que se dedica a ello de forma profesional desde el año 2012, en un estilo principalmente realista.

Donostiarra de nacimiento y residente en El Bierzo, Asier aprendió el arte del graffiti en Madrid y desde entonces no ha dejado de estar obsesionado con ello.

El único de fuera de la provincia de León será Javier Revilla, El Chorro, un palentino multidisciplinar y autodidacta con tres años de experiencia como muralista y más de cinco como tatuador.
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