"La represión económica benefició a muchos ‘verdugos’"

Ana Cristina Rodríguez abordó en su ponencia del Curso de Verano en Cistierna ‘El manto de silencio sobre la represión económica’ ejercida desde el franquismo

Fulgencio Fernández
19/07/2023
 Actualizado a 19/07/2023
La historiadora leonesa Ana Cristina Rodríguez ofreció su ponencia en el Museo Ferroviario de Cistierna. | JAVIER REVILLA
La historiadora leonesa Ana Cristina Rodríguez ofreció su ponencia en el Museo Ferroviario de Cistierna. | JAVIER REVILLA
El Curso de Verano de la ULE sobre ‘Historia y Memoria’ siguió ayer martes con sus ponencias y actiovidades en Cistierna. La primera de ellas corrió a cargo de la historiadora leonesa Ana Cristina Rodríguez, quien abordó el tema del manto de silencio tejido sobre la represión económica ejercida por el franquismo a través de sus comisiones provinciales de incautación de bienes: «Para el nuevo régimen resultó muy interesante esta represión pues, por un lado, permitía la sanción y persecución de cualquier forma de disidencia política, contribuyendo al mantenimiento de ese clima de terror generado por el sistema represivo franquista durante los primeros años de la Dictadura y, a su vez, se convirtió en un medio de recaudación de recursos económicos para sostener, primero, el esfuerzo bélico; y más adelante, la construcción del nuevo Estado Franquista y el enriquecimiento personal de los verdugos y aquellos que se alinearon ideológicamente con los golpistas».

Recordó Rodríguez que los trámites regulados por  decretos y leyes  de los años 36, 37 y 39 «presentaban un carácter represivo y vindicativo, en un intento por sancionar a la oposición política, pero también para dejarla sin recursos materiales suficientes para poder organizarse. Asimismo, tampoco podemos perder de vista la clara intención legitimadora, que se tradujo en la creación de un marco legislativo regulador que justificaba el golpe de Estado, la Guerra Civil, la Dictadura y, por supuesto, el sistema repesivo» creando lo que la ponente llamó «una ficción de Justicia. En esos procedimientos participaban diferentes sectores de la vida pública y política del régimen; que incluía incluía a la Iglesia, a Falange, a los nuevos ayuntamientos surgidos como consecuencia del cambio de autoridades favorecido por la sublevación militar, a los gobernadores civiles y a las personas de ‘solvencia moral’. Es por ello, por las múltiples arbitrariedades que presentaba la «justicia» franquista y por el enriquecimiento personal de los verdugos por lo que la represión económica es una de las tipologías represivas más controvertidas y polémicas», explicó en su ponencia, presentada en el Museo Ferroviario de Cistierna.

¿Cómo convivir los símbolos franquistas y el patrimonio?


El profesor de la ULE e historiador Javier Revilla planteó en otra de las ponencias del Curso una reflexión sobre los símbolos franquistas que aún existen en muchos puntos de la provincia y, a su vez, preservar el patrimonio. «Todas las sociedades precedentes han gestionado respecto a los símbolos y monumentos heredados. Son conocidos los casos de ‘damnatio memoriae’ por los cuales los nuevos poderes que sustituían a otros trataban de eliminar  sus vestigios. Casi siempre pensamos que lo hacían por venganza, pero también debemos interpretar los motivos prácticos y positivos que hacían necesarios tales cambios». Por ello, «reflexionar si  hoy hemos superado esa respuesta irracional contra vestigios ‘enemigos’ –por encima de su valor patrimonial– y si somos capaces de reinterpretarlos adecuadamente, consensuando socialmente lo que fueron es el reto que tenemos ante nosotros».
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