Acaba uno llegando a la conclusión de que lo que marca la diferencia –en todos los aspectos de la vida– son los detalles», leí hace poco. Y no puedo estar más de acuerdo. Cuando nos enamora un restaurante, no es sólo por alguno de sus platos, ni por su maravillosa decoración, ni por un servicio de sala que te hace sentirte increíblemente bien. Es todo. Cada detalle, cada gesto. Y precisamente en el lujazo de esos grandísimos pequeños toques sitúo yo el éxito de una casa de comidas.Un ejemplo claro es Casa Mando, un clásico de siempre renovado hace unos años que es un templo del buen comer. Uno de esos locales que no falla en ninguna de las situaciones imaginables: comidas de trabajo, cenas informales, celebraciones, encuentros familiares... ¿Buscas un restaurante con cocina de toda la vida, con platos para todos los gustos y elaborados en su punto justo? ¿Un lugar donde sentirte a gusto desde que llegas hasta que te vas? Casa Mando.El grupo Vamuca (Nimú, LAV, Casa Mando) ultima el desembarco en León de un nuevo local de cocina tradicional La experiencia del equipo tiene todo que ver con su buen hacer. Un equipo de cocina amplio y veterano, al igual que el de sala. Un equipo de los que ya no quedan mucho, que es esmeran en hacer que el cliente viva una experiencia única con todos los sentidos. Juan Ordás (en los fogones) y Javier García (jefe de sala) lideran este proyecto gastronómico del grupo Vamuca, capitaneado por Antonio Vázquez.Y esta vez –porque la primera edición nos encantó– tampoco quisimos perdernos las jornadas de las legumbres. Un homenaje de la casa a los platos de cuchara, que siempre son un acierto con estos fríos, muchos de los cuales nunca faltan en la carta habitual de Casa Mando porque encantan a su clientela habitual en invierno: fabada, cocido, garbanzos...La segunda edición de las jornadas ha vuelto a convencer. También se ofrecen algunos fuera de carta, y carnes y pescados, pero las protagonistas absolutas de estos días –ojo, ya terminan el domingo– son las legumbres, en este caso con la colaboración de las leonesas Luengo y Vegas Bañezanas.Ya se sabe que a fuego lento se elaboran los guisos en los fogones dedicados a la cocina de toda la vida. El único secreto, el tiempo y la dedicación a cada plato. Y mucho oficio, por supuesto.Oficio les sobra a Ordás y compañía, de ahí que degustar cada uno de los platos que proponen sea un auténtico deleite. Garbanzos con hongos y foie, pochas con conejo escabechado, ensalada de lentejas pardinas con foie, verdinas con pato, judiones con pimiento y codorniz, fabes con almejas... O el cocido completo y la fabada asturiana, platos únicos y sabrosísimos. Elijan a su gusto, aciertan seguro. En el dulce, los postres caseros aquí son un primor. Cualquiera, aunque siempre apetece repetir el souflé Alaska. Hecho al momento y delicioso.
