El tiempo pasa en un suspiro. Dense cuenta que ya estamos de nuevo inmersos en las temidas –y no sé si muy ansiadas– navidades. Ya están aquí las luces (qué maravilla las de la calle Ancha), los espumillones, los buenos deseos y, cómo no, las comilonas, los cenorrios, los empachos y los brindis. Este domingo ya es Nochebuena, y el lunes Navidad, y en una semana estaremos preparando las uvas y las burbujas para despedir el año y dar la bienvenida a un 2018 que va a traer infinitas sorpresas gastronómicas a esta nuestra maravillosa provincia leonesa. Un año redondo, esperemos. En estas semanitas de jolgorio, paz, amor y buenos alimentos, pecadores de La Ruta del Placer. Y mucha salud Y aquí estaremos los viernes para seguir recorriendo juntos esta Ruta del Placer en que tantos homenajes solemos pegarnos, que la vida son dos días y siempre sobran los motivos para celebrarla. Tengan en cuenta que las viandas y las portentosas manos de los cocineros que tan felices nos hacen son fundamentales, como la minuciosa labor del personal de sala que mima al comensal. Pero lo más importante es y será siempre –siempre– la compañía, el tener con quién brindar y disfrutar de las cosas ricas, que las amargas ya llegan solas.Vayan por delante nuestros mejores deseos para estas semanitas de jolgorio. Paz, amor y buenos alimentos, pecadores de La Ruta del Placer, pero vamos al lío, que se acaba el espacio y no les hemos contado qué comedero hemos elegido hoy para seguir probando.Volvemos hoy a una casa de comidas del Húmedo, el Mercado de Varillas, un local chulísimo que funciona genial como bar (ricas tapas, ojo a las patatas) pero que también cuenta con dos comedores donde disfrutar de muy buenos ratos. En el sótano (mejor para grupos) y sobre todo en la primera planta, nos encontramos con una propuesta de cocina de temporada muy apetecible. Esta vez, aunque la carta está repleta de platos que probar –y para repetir–, vamos a probar el menú del día. Cambia cada semana e incluye una oferta más que interesante y con una relación calidad/precio excepcional. Por 13,50 euros, un menú rico –con tres primeros, tres segundos y tres postres– y una sala que parece el mismísimo salón de casa, donde disfrutar a gustito de un servicio familiar y ágil.De primero, una crema de verduras asadas, ensalada templada de brotes tiernos o pastel de cecina, queso y piñones. Seguimos con entrecot de ternera con patata chafada y mojo rojo, cuscús de pescados variados con puré de calabaza o picantón al horno con patata cubo al romero. De postre, unanimidad: todos crepes de manzana reineta, buenísimos y nada dulces.Y después del café, paseito por el Húmedo y a disfrutar de una tarde sin prisas, que es Navidad. ¡Saluuuud!
