La ‘santa de los fogones’ y San Guillermo

La Confitería Montañés, abierta en 1908 y famosa por sus Lazos de San Guillermo, desvela los secretos de las ‘Yemas de Santa Teresa’, este miércoles en un taller del MSM

Fulgencio Fernández
17/06/2015
 Actualizado a 12/09/2019
Juan Montañés ‘a los mandos’ del carromato de la fábrica de helados (con los teléfonos 24 y 61) con los que recorrió buena parte de la provincia repartiendo.
Juan Montañés ‘a los mandos’ del carromato de la fábrica de helados (con los teléfonos 24 y 61) con los que recorrió buena parte de la provincia repartiendo.
Es el año de Santa Teresa, es su V Centenario y las instituciones han apostado por ella. Teresa de Jesús va a habitar entre nosotros en este 2015 en todas su vertientes:santa, mujer, religiosa, poeta... y la de los fogones, no hay que olvidar que una de sus frases más célebre —al menos de las que más ha trascendido—es aquella de que "en los fogones también se sirve a Dios", entresacada de otra cita suya, más larga:"Bien sabía la Doctora de la iglesia que en los fogones se sirve a Dios, ya que en una comunidad monacal tanto mérito tiene la priora, como la tornera, como la hermana cocinera".  

Por esta vertiente gastronómica han apostado en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM) con sede en Sabero y para este mismo miércoles (a las 18 horas) han programado un taller de repostería sobre ‘Elaboración de Yemas de Santa Teresa’, en el que los asistentes aprenderán como elaborar de manera artesanal una receta tan tradicional, las Yemas de Santa Teresa y descubrirán todas las técnicas, trucos y consejos de la mano de La Confitería Montañés, de Cistierna, fundada en 1908.

Era confitería pero nos dio mucho dinero otro negocio ‘paralelo’, la fábrica de hielo, la primera de la comarca y León Nada mejor para una celebración del VCentenario de la santa de los fogones que unas manos que amasan saberes centenarios; Falo, el último de la saga, llevará este miércoles a Sabero toda la herencia de un trabajo que arrancó con un personaje fundamental en la historia de Cistierna: Juan Montañés, quien hizo crecer y extenderse el negocio que había heredado de su padre, Nemesio, y que cedió a sus hijos, Rafael (fallecido en 2011) y Yolanda.  

Juan Montañés, un hombre que te contaba historias de Cistierna durante horas y horas, era reacio a darle mucha importancia a la empresa que tanto hizo crecer en su pueblo:"¿Qué quieres que te diga? Que esto no tiene más misterio que trabajar y trabajar, vida interesante la del doctor Rivas...", decía para salirse por la tangente de su biografía.

Y, sin embargo, la Confitería Montañés es un nombre unido a Cistierna y a uno de sus productos, su producto estrella, los famosos lazos de San Guillermo. "Voy a reconocerte que los lazos fue lo que nos dio fama por toda la comarca y lejos de ella, incluso fuera de León;pero con lo que nosotros comenzamos a despegar, a hacer algo de dinero, fue con la fábrica de hielo y, después, los helados. La fábrica fue la primera de toda la comarca y me atrevería a decir que de toda la provincia, pero no lo puedo asegurar porque entonces la movilidad era la que era y vete tú a saber si no había otra en cualquier rincón de la provincia", explicaba el citado Juan Montañés, recordando que es cierto que "cuando Nemesio Montañés abrió el negocio era una especie de panadería en la que se vendían algunos dulces artesanos".

Ya son cuatro las generaciones que se han sucedido desde que la fundó Nemesio, después su hijo Juan, su nieto Rafael... Hablaba de la posibilidad de ser los pioneros en la provincia porque «nos pedían hielo y helados de lugares muy lejanos y para allá que íbamos con aquellos viejos carromatos, que no sé cómo llegábamos. Y, digo yo, que si hubiera otra fábrica más cercana no nos iban a andar llamando a nosotros en la otra esquina de la provincia».
Era 1908 cuando Nemesio Montañés se puso al frente de la empresa. La heredó Juan, pasó a Rafael y Yolanda, con lo que Falo —que hoy va a contar los os secretos que se pueden contar en el MSM—es la cuarta generación, más de un siglo. Muchas horas de obrador con una satisfacción que no perdonaba Juan Montañés, las vacaciones en Ribadesella. "No las perdonaba, por nada del mundo, hablaba de ellas con muchos clientes asturianos que le traían pescado y llevaban lazos, teclas y otros productos. Por eso nunca faltaban en las paredes de la confitería los carteles del Descenso del Sella", recordaba Rafael de su padre, poco antes de fallecer inesperadamente.

No le faltaron a la Confitería Montañés y a sus famosos lazos de San Guillermo clientes importantes, pero destaca el caso de la Infanta Margarita, que "pasó una vez por Cistierna y los compró. Desde entonces, cada cierto tiempo, aparecían los escoltas por la confitería a comprar algunas cajas".

Son los Montañés, un apellido unido a la historia de la villa, donde uno incluso fue concejal de la UCD, Juan. "Jamás cobró nada por ser concejal, bueno, sí cobró, pero se lo entregaba íntegramente al cuidador del parque infantil, Rafael".

De eso también hablará este miércoles Falo, pues no duda que sus saberes son hijos de esta larga historia de una familia repostera.
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