Las catedrales del pan

Existió una Red Nacional de Silos y Graneros que en León tuvo un buen número de ellos (Sahagún, Valencia de Don Juan, Santas Martas, Santa María del Páramo...). Fueron los edificios más impresionantes de estos lugares y son pasto del olvido

Fulgencio Fernández
01/02/2015
 Actualizado a 16/09/2019
Eduardo Fraile Monge regresó al silo de Santa María y recorrió la estancia, recordaba todas y cada una de sus esquinas. | MAURICIO PEÑA
Eduardo Fraile Monge regresó al silo de Santa María y recorrió la estancia, recordaba todas y cada una de sus esquinas. | MAURICIO PEÑA
l acercarnos a cualquiera de los pueblos en los que íbamos a ver su silo se producía siempre la misma anécdota. Parabas a preguntar a cualquier vecino:«Oiga, ¿hacia dónde queda el silo de Sahagún (o Valencia o Santas Martas o Santa María o La Bañeza...?».

- No tiene pérdida, nada más llegar ya lo ven, es el edificio más grande del pueblo.
Yasí era. El silo, blanco, de alrededor de 30 metros de altura marcaba el horizonte de cada uno de estos pueblos. No es de extrañar que el arquitecto César Azcárate titulara su tesis sobre los 667 silos verticales levantados en España entre 1949 y 1990 ‘Catedrales olvidadas. La Red Nacional de silos en España’. Mantiene el autor del estudios que «los silos de la Red Nacional han sido no sólo uno de los más importantes episodios de construcción pública realizados desde el ámbito de la ingeniería, sino también un fascinante episodio arquitectónico».

Son las catedrales del pan de muchos de nuestros pueblos.

Fraile: " Ahí, en Santa María, tengo media vida, fue mi primer destino y ahí me jubilé 40 años después" Pero ya decía el arquitecto que catedrales... pero olvidadas. Yhoy, aún mucho más, las leonesas permanecen vacías y su deterioro será mayor cada año que pase pues a nadie parecen interesarle estos edificios que son un vestigio que habla de lo que fuimos, como pueblo agrícola. La mayoría están vacíos, han salido a subasta los dependientes del Ministerio de Agricultura (en León tres, los de Sahagún, Valencia de Don Juan y Santas Martas) y no han encontrado comprador. El de Santa María del Páramo (dependiente de la Junta)se lo han cedido a la Cooperativa del Campo Leonés, pero ésta hace años que no le da ninguna utilidad, aunque sí es cierto que grupo ecologista ha colocado en lo más alto del mismo 52 nidos para la reproducción de aves como la primilla, la lechuza y el cernícalo vulgar. «Incluso algunos chavales que les gusta el alpinismo han venido a hacer rapel por sus paredes», explica Eduardo Fraile.

La tercera función, contando la de silo, fue que el 1 de mayo de 1991 el Instituto Geográfico Nacional instaló un vértice geodésico, con el número 19421, situando la cota del vértice a 836,137 metros sobre el nivel del mar.

Este hombre, de apellidos Fraile Monge y al que muchos conocen por ‘Panera’ por su oficio, nos acompaña en la visita al silo de Santa María, que este año cumple 50 años. «Este lugar ha sido mi vida, saqué las oposiciones y mi primer destino fue Santa María, dos años después (en 1965)hicieron el silo y en él trabajé 40 años. Al poco de jubilarme yo, que ya tenía muy poca actividad, lo cerraron».Visitar el silo con Eduardo Fraile es viajar al baúl de sus recuerdos y conocer todo un mundo olvidado. Desde que abre la puerta, cada rincón, cada aparato, cada tornillo esconde una anécdota. «Mira este teléfono lo pusimos nosotros, es de manivela, como los de los barcos... Esto es otro invento para levantar esa trapa y meter los sacos por aquí». Yrepite con frecuencia:«Aquí tengo media vida».- ¿Ves esa bufanda ahí colgada?Pues lleva desde 1960, la dejé ahí cuando pusimos esta oficina con la cristalera de una tienda vieja que cerraba...Antes de hacerse cargo del silo Eduardo Fraile ‘controlaba’ ocho pequeñas paneras que había distribuidas por el pueblo, de ahí su apodo, que no parece molestarle pues lo ha llevado a su correo electrónico. "Cuando había mucho trabajo no era nada fácil y cuando ya era fácil había mucho menos trabajo" El silo fue, por ello, un avance fundamental pues «llegaba a almacenar en las 15 celdas que tenía hasta 230 vagones de cereal», recuerda Fraile, que siempre mide en vagones. «Es que el peso es diferente, pues no es lo mismo que los vagones sean de cebada, de avena o de centeno. Maíz no se podía almacenar, por la humedad, que ésa es otra de las causas por las que ha caído en desuso, ahora se siembra mucho maíz». También recuerda el presupuesto de aquel silo, 4.576.000 pesetas, del año 1965.También el sistema de recepción del grano fue evolucionando. Lo básico es que « el grano se deposita en la tolva de recepción, cayendo al foso y mediante un sistema de elevación verticalsube por la torre. Después se distribuye se distribuye a las distintas celdas (15 en este caso). Para su descarga se utiliza el transportador horizontal inferior, que da al exterior para cargar camiones con el grano almacenado». Todos estos sistemas fueron mejorando de una manera que Panera describe con cierta ironía:«Cuando había mucho trabajo no era fácil y después, cuando ya era fácil, no había trabajo».Y mientras lo contaba apartaba con los pies la capa de polvo del suelo o se extrañaba de los pájaros que por allí estaban muertos. «Es que aquí no se hace nada, decían que para un hotel pero, ¿cómo se hace un hotel aquí si todo son hierros».
Hierros y vestigios de los viejos tiempos, catedrales del pan y del olvido, monumentos que nos recuerdan aquella Red Nacional de Silos y Graneros desarrollada en España entre los años 1940 y 1984, con la nada despreciable cifra de672 silos y 277 graneros construidos. Nació la red para controlar las cosechas, unos años extraordinarias y otros muy pobres, y regular así su precio. Su desarrollo es realmente espectacular hasta que en 1984 nueva Ley terminará con el monopolio triguero llevado a cabo durante 47 años por el Estado Español. Esta determinación será requisito indispensable para la entrada de España en la política económica común europea.

Yahí arranca el olvido. Ahí arranca un proceso de titularidades de instituciones diversas (Ministerio, Junta...), de cesiones, de subastas, pero no parece haber soluciones para esta catedrales del pan que se están convirtiendo en trasteros. Buen ejemplo son los de León, sin utilidad real en ninguno de ellos, pese a ese amplio espacio que llegó a albergar alrededor de 4700 toneladas de grano que después serían el pan de tantas familias de esta provincia.
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