Las emociones pueden con la razón

Los vinos como las personas son emociones vivas, una expresión que dependiendo del día pueden cautivarnos o no

Rubén García Franco
12/06/2015
 Actualizado a 19/09/2019
San Miguel de Escalada, parada obligada en la ruta de los monasterios.
San Miguel de Escalada, parada obligada en la ruta de los monasterios.
Hoy mismo he asistido a un simposio de Enoturismo en Peñafiel y una vez concluida la parte académica he tenido la oportunidad de compartir una sobremesa con colegas del sector, tanto enológico como enoturístico de Castilla y León. Y bien es cierto que no nos ha podido la pasión, por lo menos inicialmente, al hablar de tendencias, modas o estilos de elaboración o comercialización, sin importarnos el origen de las uvas que llevamos en la memoria.
Hemos arrancado despacio el ritmo de las palabras, con prudencia, al son de una copa de vino en una afamada bodega ribereña. Me han venido a la cabeza los versos de Gamoneda que dicen háblame para que conozca la pureza de las palabras inútiles. La necesidad de expresarnos, de dosis de sinceridad sin máscaras ni temores. El amor tierno o salvaje.

Así es el vino, un ser vivo donde residen varios microorganismos. Pues bien, entendámoslo así. No nos volvamos locos a la hora de definirlo o interpretarlo. O nos cae bien o no, o nos gusta o no, o nos emociona o nos deja tirado por los suelos. No hablo de vinos caros, me refiero a vinos apetecibles.

Pensad en alguien a quien queráis con locura. Cuando probéis una copa de vino, por mucho que os vendan la moto de que ha estado en las mejores barricas y que es un líquido divino sólo merecedor de los paladares más exquisitos, cerrad los ojos, sentid cómo vuestros sentidos reaccionan ante los estímulos externos, y pensad en esa persona a la que amáis. ¿Le regalaríais una botella del vino que estáis probando?

Un vino: Lágrima de Vitalis


Un blanco de la variedad Albarín de la cosecha 2014 que esta innovadora bodega ubicada en Villamañán ha lanzado este año al mercado es una explosión de aromas, delicado y con una entrada dulce en la boca. Apto para todos los públicos a cualquier hora.

Más información: www.bodegasvitalis.com

Un restaurante: La Pitanza


No es exactamente un restaurante es más un bar de vinos con ambiente tradicional y productos cuidados. Un lugar para charlar en la barra o degustar las raciones de embutido que Vicente prepara con esmero. De los clásicos que me emocionan.

Más información: www.lapitanza.es

Una ruta: Los Monasterios


La ruta discurre entre las riberas de los ríos Esla y Porma y es realmente una concentración de edificios históricos de una importancia y belleza digna de tener en cuenta. Desde Santa María de Sandoval hasta San Miguel de Escalada. Una ruta para ir en bicicleta.

Más información: www.turismoleon.org

Un hotel: París Spa


La ubicación en la calle Ancha de León es una de las virtudes de este hotel que alberga historias en su interior donde peregrinos y viajeros intercambian opiniones en el hall o en la cafetería. Trato familiar, habitaciones confortables y cuenta con spa.

Más información: www.hotelparisleon.com






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