Algunos repiten, otros se aventuran por primera vez a formar parte de la segunda edición del festival que congregará en León a la veintena de autores y profesionales que completan la nómina de Quimeras. Procedentes de diferentes puntos de la geografía española, incluso de otros países y continentes, si algo tienen en común los participantes es esa literatura que se retuerce entre las páginas de una publicación hasta casi adoptar la forma del ser mitológico. Uno que evoca el sentido de sus letras; letras de lo insólito.
José María Merino, presidente de honor de la Academia de las Artes, las Letras y las Ciencias de León –encargada de organizar el festival en conjunción con el Ayuntamiento de León a través de la Concejalía de Acción y Promoción Cultural– será uno de los platos fuertes de esta edición. Tras ser el padrino de la cita el año pasado, en esta ocasión será el encargado de ponerle punto y final el próximo 27 de octubre.
«León es una ciudad con sólido sustrato literario, que se puede permitir entrar en todos los espacios de la ficción», analiza el autor en una conversación con el coordinador del equipo de prensa del festival, Fernando Caballero. Merino va más allá y apunta que ese carácter insólito no tiene poco que ver con la naturaleza del ser humano. «¿Cuántos millones de combinaciones de elementos han sido necesarios para que usted y yo existamo y coincidamos en esta entrevista?», cuestiona ante Caballero y no tarda en responderse: «Como dice el profesor Souto:, la realidad no necesita ser verosímil». Y no le falta razón si se tiene en cuenta que «muchos de los aspectos de la ciencia-ficción que hace 50 años nos parecían fantásticos ya están integrados en nuestra vida cotidiana».
El escritor, Premio Nacional de las Letras Españolas 2021, menciona el ‘Quijote’ como gran precursor de la literatura insólita que es eje central en Quimeras. «La lista es interminable», asegura y, de nuevo, está en lo cierto. Prueba de ello es el amplio catálogo de autores, autoras y otros profesionales que, desde este viernes, 18 de octubre, traerán pedazos de sus letras insólitas hasta la capital provincial y otros espacios como Astorga y Carrizo de la Ribera, enriqueciendo todavía más el poso literario que caracteriza a esta tierra. Una de ellas es la nicaragüense Gioconda Belli, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que toma el relevo a Merino en calidad de madrina del evento. Con numerosos reconocimientos a sus espaldas, Belli es autora de obras como ‘La mujer habitada’, ‘El país bajo mi piel’, ‘El infinito en la palma de mis manos’ o ‘El país de las mujeres’, entre otras.
A ella se suman Ana Merino, Gustavo Martín Gorzo, José Ovejero, Fernando Iwasaki, David Roas, Carmen Alemany Bay, Fernanda García Lao, Vicente Luis Mora, Pilar Adón, Jon Bilbao, Espido Freire, José Luis del Río, Gemma Solsona Asensio, María Zaragoza, Mónica Ojeda, Ferki López y Rut Alameda. Todos llevarán sus charlas y coloquios hasta el Palacio del Conde Luna, El Albéitar y el Colegio Oficial de Arquitectos de León en la capital leonesa, pero también habrá citas en la Biblioteca Municipal de la capital maragata, así como en la Casa de Cultura de Carrizo de la Ribera.
Igual que en la primera edición, los eventos con los diferentes participantes no serán las únicas propuestas del II festival Quimeras. Entre sus actividades de referencia, la iniciativa integra el proyecto ‘Confabulaciones insólitas con fabulaciones insólitas’, que hace llegar a las diferentes aulas de centros de Educación Secundaria y Bachillerato a escritores, escritoras y editores con el fin de que su presencia «contribuya al gusto por la lectura, la estimulación del pensamiento crítico e interpretativo y el fomento de la creatividad» en los estudiantes. Una extensión que el año pasado involucró a unos 700 alumnos leoneses.
Natalia Fernández, profesora titular de Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de León será la comisaria del festival. De ella cuenta Merino que «es de notable categoría intelectual». Editora de numerosas publicaciones e investigadora de proyectos nacionales e internacionales, su presencia pone el broche de oro al festival que pone en valor «aquello que se popone a la imaginación como posible o verdadero no siéndolo», que se presenta en cartel con la forma de un «monstruo imaginario que vomita llamas y tiene cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón» y que hace susurrar a lo insólito como ya susurró en la literatura de Kafka, Bécquer, Mary Shelley, Julio Cortázar y otros grandes de la literatura universal.