El Camarote Madrid muestra un conjunto de fotografías que reflejan aspectos inéditos de la ciudad de León captados por el ojo de un fotógrafo callejero.
Carlos González presentó hace menos de un año su exposición ‘Laboratory’ en Espacio E. En ella se mostraban imágenes de los elementos que se usaban en los laboratorios, su utilización a lo largo del tiempo y su caída en desuso a causa de las nuevas tecnologías y la evolución de la ciencia.
El fotógrafo presenta en esta ocasión una serie de estampas de la ciudad alejadas del preciosismo de las postales: patios encajonados de ladrillo, rejas mal colocadas, imágenes que señalan geometrías escondidas, escaleras con un excelente juego de luces y sombras, un árbol solitario o un juego de escalas en el que se puede ver una cara y, al centrarse el espectador en su detalle, se encuentra una figura humana tendida en un banco.
Carlos juega con la luz y con los conceptos, presentamdo seis composiciones diferentes para mostrar una ciudad en la que, aunque existe un trazo de vida, parece estar vacía en un juego en el que la imagen llega sin apenas buscarla, paseando su imaginación por las calles, viendo lo que nadie ve: esos sitios que no creemos que existen, pero existen; sitios imposibles de su día a día en ese devenir poético que le acerca a un mundo especial cargado de sueños sin despertar.
«Es un recuerdo de mis paseos, las fotos que te vas encontrando mientras vas caminando, los pequeños detalles sacando las cosas de contexto», explica: «De grandes espacios, pequeños detalles». Así son sus imágenes que muestran lugares imposibles de ver en esta ciudad si no se aclara dónde se han tomado. Todas ellas en blanco y negro. «Generalmente trabajo en color, pero estas fotos me gustan más en blanco y negro porque me lo piden», revela: «Me gusta también dar un tono sepia».
Carlos González presenta esta exposición especial que se puede ver a lo largo de este mes en las paredes del Camarote Madrid de la calle Cervantes y coordinada por Espacio E.
