Todos en la localidad coyantina, y también en Cabañas, conocen a Rubén. Es parte activa en los actos de la localidad cuando le pillan pasando unos días por el sur de León y participa activamente en la Semana Santa como cofrade de la Hermandad de Jesús de Nazaret de Valencia de Don Juan. Cuenta con pasión todo lo bueno que tiene su segunda patria leonesa y no escatima en halagos para hablar de ella. «Me encanta estar en el pueblo por la tranquilidad, es mucho mejor que la ciudad», cuenta. Pero el pueblo si ha de ser uno que sea o Valencia de Don Juan o Cabañas. Es en la pedanía coyantina donde Rubén acude también a menudo para pasar una tarde en compañía de su padre en la huerta o siendo parte activa en sus fiestas de San Luis.
«La calma de Valencia de Don Juan, todo su entorno, Tierra de Campos... es muy agradable estar allí», dice. Pero no todo iban a ser vacaciones en la Vega del Esla, con que Rubén cada vez que pone rumbo a Asturias su rutina es un no parar. Desde 1996 trabaja en el Centro Ocupacional Apta de Gijón, su ciudad de residencia y además lleva a gala ser el sacristán en la parroquia de San Julián de Roces. Su afición es tallar madera, una actividad que afina dos tardes a la semana en la Escuela Astur Talla. Todo ello lo combina con la actividad de la Casa de León en Asturias donde es parte activa en cada actividad que llevan a cabo. Esto le ha hecho merecedor de otro reconocimiento que le han hecho allí este mismo año y que recogió junto a su padre, Zacarías, y su madre, Julita, con motivo de la XXXIII Fiesta del Botillo el pasado mes de marzo.
Con tanta actividad en Asturias, Rubén reconoce que cuando baja a Valencia lo hace para descasar y también para disfrutar. «Me gustan la cultura y las tradiciones leonesas, su gastronomía, su Semana Santa... Todo», afirma.
– ¿Sidra o prieto picudo, Rubén?
– Ni una cosa, ni la otra. Las dos. Porque leoneses y asturianos somos primos y hermanos.
"Ye de asturias, né"
Tanto vínculo hay entre Valencia de Don Juan y Asturias que hasta hay un día para homenajear a aquellos asturianos que cada verano cruzan el Puerto Pajares con destino al sur de León para disfrutar de sus vacaciones. Antaño se les conocía por sus matrículas del coche, esas que tan frecuentes era ver por Coyanza y que hicieron merecedor al pueblo de pasar a llamarse Valencia de la O. Ahora no son las matrículas, pero no es difícil encontrarlos. Porque hay muchos. «Ye de Mieres, fía», «¡calla, ho!», o «¿qué pasa, né?» son expresiones que se escuchan por el sur de León con frecuencia cuando llegan estas fechas. Se dice que «bajan a secar», huyendo de las nubes y en busca de un calor exento de humedad y muchos han encontrado en Valencia de Don Juan su segunda patria querida repitiendo un año sí y otro también.Eso merece un agradecimiento por parte de los anfitriones, los coyantinos. Estos celebran mañana el Día de Asturias con el nombramiento del Paisano de Honor a las 13:30 horas en el Jardín de los Patos. Tras ello, y como manda la tradición, habrá degustación de bollos preñaos y prieto picudo. Sonarán por las calles de Valencia de Don Juan las gaitas de Candás y se pasearán por ellas los trajes regionales del sur de León de la mano del Grupo de Danzas coyantino. También actuará la Banda de Música de Valencia de Don Juan para que leoneses y asturianos entonen juntos el ‘Asturias patria querida’. Pero para ir abriendo boca, esta misma noche habrá concierto de Slum Suit en el marco de Las Noches del Castillo a las 23:00 horas en el Auditorio de la fortaleza que se llenará de sonidos asturianos.