"’La Llave’ encontró con ellas su sitio fuera del cajón"

Cristina Flantains agradece el trabajo de las cuatro ilustradoras, "unidas por el interés común de la creatividad abierta de par en par, sin límites ni horizontes, de una libertad confiada y generosa, que suele ser la que más acerca"

I. Almuzara
31/07/2024
 Actualizado a 31/07/2024
| MARIFÉ GIL VICENTE
| MARIFÉ GIL VICENTE

Hétera es el nombre con el que Rosa María Berlanga Benito se reconoce, se identifica; es su alter ego. Se define como jurista, poeta, relatista, dibujante e ilustradora y «en otro orden de cosas, abogada y máster en Dirección de Recursos Humanos». 

Además de las reseñas de diversas publicaciones y haber prologado siete poemarios, en su actividad literaria destaca la publicación de tres colecciones líricas: ‘De mujeres y miedos’ (2017), ‘Arrancad@s del barro’ (2019) y ‘1980. Proscrito’ (2022), los premios obtenidos en cuatro certámenes poéticos, así como la organización en Madrid del evento poético-musical mensual ‘Cálamos & Péndola’, durante siete años, «que habrían sido muchos más si los compromisos laborales me lo hubieran permitido», asegura.

Como Ilustradora, ha realizado la cubierta de los poemarios: ‘Manual para borrarte de mi recuerdo’, de Pilar Escamilla Fresco (2018); el firmado por ella, ‘Mujer arrancada del barro’ (2019), y el cuadro ‘Mi latido’, participante en el certamen Almohada del Corazón, de la Asociación contra Cáncer de Mama (Rivas Vacía-Madrid, 2022), y las ilustraciones para el poemario inédito de Eva del Río, ‘El Edén de Eva’. 

Agradece «enormemente» a La Nueva Crónica la oportunidad de participar en este proyecto, de la mano de Cristina Flantains, que ha confiado en su trabajo, especialmente porque cree que aporta «su faceta creativa más gráfica» y porque considera que es un reto al que se ha unido con entusiasmo.  

Para Hétera no es la primera vez que ilustro un proyecto literario, ajeno o propio, «pero sí es la primera oportunidad que tengo de hacerlo para un trabajo de esta entidad, no sólo por tratarse de un medio de comunicación, sino durante semanas y con la premura del tiempo». Todo ello hace que le parezca «divertido, por el desafío que supone y estimulante, por el contacto establecido con las otras ilustradoras y la autora del texto».

¡No nos perdáis de vista en agosto y septiembre!

| HÉTERA
| HÉTERA

 

Esperanza Carretero Marugán

Cinco siglos son los que unen a la cerámica talaverana con la historia de las artes decorativas, además de su reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Unesco, y 30 años los que unieron a Spe con esa artesanía, pintando cerámica, actividad que tuvo que abandonar porque «las condiciones laborales eran pésimas», lo que la determinó a «ganarse la vida de otra forma que nada tiene que ver con el arte».

Pero lo que no ha abandonado es la destreza con el óleo, haciendo retratos por encargo y exposiciones individuales; el interés por «investigar con la acuarela en los tiempos de la pandemia»; y, últimamente, algún acrílico, carboncillo y, siempre abierta a nuevas propuestas, aceptó la de colaborar con una amiga para componer carteles de eventos literarios e ilustrar un poemario con textos propios y ajenos.  

Y fue esa amiga quien le puso en contacto con Cristina Flantains. Aceptó el reto de poder disfrutar de pintar «lo que me apetece» porque esa ha sido la propuesta. «Hemos trabajado todas desde la más absoluta libertad, creando nuestras ilustraciones a partir del texto de Cristina, pero sin indicaciones, ni nada que nos pudiera mediatizar y eso se agradece porque, además, no suele ser lo habitual».

Esperanza valora especialmente trabajar sin condicionantes porque «es interesante y motivador, pero aún más cuando se trata de crear a través de un relato de otra persona. Creo que es sumamente atractivo y que el resultado ha sido satisfactorio para todas».

 

Marifé Gil Vicente

Madrileña, de sangre aragonesa, su creatividad la comparten: poesía, relato breve, artes y educación. Marifé Gil Vicente a participado en certámenes y concursos literarios en prosa y en verso, relatos cortos y cuentos infantiles, sin publicar, por el momento, pues asegura que «lo hace por gusto, sin mayor pretensión». 

Licenciada en Bellas Artes, ha trabajado en el entorno socio cultural infantil y juvenil así como de diseñadora gráfica y, actualmente, como profesora de Educación Secundaria y Bachillerato en la materia de Dibujo. 

Investiga con diferentes técnicas, formatos y materiales, para «aprender más del mundo y de la realidad que me rodea, a veces, con la intención de recrearla, comprenderla, transformarla, y otras, inventarla».

Considera la educación, tanto la reglada como la no reglada, como una tarea esencial, porque es imprescindible enseñar a mirar y a comprender el arte. «El compromiso de alfabetización visual es vital porque navegamos por lo visual y debemos aprender a entender todos los lenguajes, a descifrar los códigos de la publicidad, la moda, el cine, la fotografía, el diseño, etcétera».

| ESPERANZA CARRETERO MARUGÁN
| ESPERANZA CARRETERO MARUGÁN

Está convencida de que el juego es el mejor sistema de enseñanza-aprendizaje, pues la experiencia lúdica atraviesa todas las etapas de la vida y nunca tiene fin, de hecho –indica– «a pesar de crecer y madurar, podemos mirar, en muchas ocasiones, con los ojos de un niño y así no perder la capacidad para el asombro».

Se siente afortunada por, sin buscarlo, haber encontrado oportunidades de compartir experiencias con personas con semejantes o dispares inquietudes y asegura que una buena muestra de ello ha sido colaborar en la ilustración de un trabajo literario de Cristina Flantains para La Nueva Crónica.

«El arte y la literatura me enfrentan a un diálogo conmigo misma, con los objetos y los espacios que me rodean y con todos mis semejantes, ya sean niños, jóvenes o ancianos. Espero que todos disfruten de esta experiencia como lo he hecho yo».

 

Diana Espinoza Sandoval

Diana Espinoza acaba de graduarse en Bachillerato, en Artes Escénicas, en Móstoles, aunque ha vivido la mayor parte de sus 18 años en Getafe, ambos en la Comunidad de Madrid. «Desde pequeñita –asegura–, instruida por mi padre, que estudio Bellas Artes, comencé a pintar y a dibujar y siempre supe que quería dedicarme al arte».

Para ella, el arte es «compartir una parte de ti mismo con el mundo» y eso es lo que le gustaría hacer. Y en ese indagar en cuál o cuáles serán los caminos de expresión, Diana pinta con acrílico y aprende de manera autodidacta a pintar al óleo y, hoy en día, tiene claro que, en su aspiración a dedicarse al arte, seguirá buscando, bien sea con la pintura, la música o el baile. 

Nunca había hecho un trabajo de ilustración para un texto literario, pues considera que dibujar, pintar «es un hobby» para ella, pero le atrajo el pretexto de poder poner en práctica el oficio y la posibilidad de «poder dar visibilidad a lo que hago», pues no siempre se tiene la oportunidad de publicar en un periódico, lo que agradece a La Nueva Crónica.

Al tiempo, «me gusta la libertad que nos ha dado Cristina para realizar las ilustraciones, aunque a la vez es una gran responsabilidad, ya que influirá en la manera de ver la escena, en la percepción que tendrá el lector».

| DIANA ESPINOZA SANDOVAL
| DIANA ESPINOZA SANDOVAL

 

Archivado en
Lo más leído