Pero, al margen de lo apuntado, hay en la provincia de León dos grandes monumentos a los caídos, con la simbología y el lenguaje típico de estos, el yugo y las flechas, a José Antonio Primo de Rivera encabezando la lista de los ‘Caídos por Dios y por España’ de la localidad. Están estos dos monumentos en lugares destacados y céntricos de Prioro y Castrocontrigo, de una punta a otra de la provincia.
Prioro: "Se ofreció la posibilidad de incorporar nombres del otro bando yno había ninguno" Y también en esto hay división, dos monumentos, dos posturas. El alcalde de Prioro, Francisco José Escanciano (PP), dice que "no nos hemos planteado tocar el monumento por muchas razones, al margen de que si alguien quiere discutir en profundidad sobre la Ley de la Memoria Histórica lo podríamos hacer, pues creo que nuestro monumento cumple con la ley y alguien me tendría que explicar porqué en los últimos años se están levantando monumentos a caídos del bando republicano (los que financió Aerle) para los que parece que no existe ninguna Ley".
Pero, insiste Escanciano, que el problema es que, "en primer lugar, no es de titularidad del Ayuntamiento pues fue financiado por una cuestación popular, con lo que si quieren derribarlo cumpliendo la Ley que lo financien;después, jamás he sentido ninguna demanda social en el pueblo para quitarlo y, como remate, hace tiempo ofrecí la posibilidad de incluir caídos del bando republicano y resultó que, por suerte, no había ninguno, sólo se habló de un desaparecido, que era pariente mío, y parece que se fue a Argentina".
En el impresionante monumento levantado a la sombra de la iglesia del pueblo están escritos todos los nombres de los soldados que murieron en el bando ‘nacional’ durante la guerra civil, un joven soldado que falleció cuando regresaba a casa (en un accidente, no en acción de guerra) y también unos seminaristas que fueron fusilados en El Escorial.
En el cercano nuevo Riaño, al que ya no se puso el apellido del Caudillo (pues el cierre fue en 1987), sí fue salvado de las aguas el monumento a los caídos y allí permanece, anónimo y olvidado, en un parque del pueblo, pero le han borrado los nombres de José Antonio y los caídos.
Castrocontrigo cumplirá la Ley
Diferente es la postura del nuevo alcalde de Castrocontrigo, Olivio Campo (UPL), en el sillón municipal desde las pasadas municipales, que gobierna encoalición con el CRA. Campo señala que "no hay nada definitivo, pero sí hablado. El asunto no sólo del monumento,también del callejero, lo llevaremos a Pleno y nuestra propuesta es cumplir la Ley de la Memoria Histórica, suprimir todos los símbolos franquistas e inconstitucionales, el llamado Águila, pero mantener el monumento y los nombres. Habría que ver cómo se incorporan las víctimas del bando republicano, no sé si con sus cenizas... hay que verlo, pero hacerlo de tal manera que lo que buscamos sea lo más lejano del enfrentamiento y lo más cercano de la concordia y la convivencia, que no está el mundo rural para batallas. No queremos herir a quienes están allí pero tampoco olvidar a quienes sufrieron la misma suerte pero en el otro bando".Castrocontrigo: "Irá al Pleno y la idea es retirar la simbología tanto franquista como falangista" Añade Campo que además "es una asignatura pendiente pues, si no recuerdo mal, en la época de Óscar Carracedo como alcalde ya se aprobó en Pleno acomodar el monumento a los tiempos, no se porqué no se hizo. Y aprovecharemos para actualizar el callejero, que es un verdadero desastre, no sólo por los nombres franquistas, porque se repiten calles, no coinciden los números...".
El anterior alcalde, Aureliano Fernández (PP), que nunca fue partidario de tocar el monumento, insiste en ello: "Yo jamás he ensalzado al fascismo y en mi familia sufrimos de todo, de ambos bandos, pero el monumento es un legado, es parte de nuestra historia, ¿qué hubiera ocurrido si tiran el Arco de Tito o el Constantino u otras obras de arte? La historia fue como fue y hay que conocerla, lo que ocurre es que lo políticamente correcto ahora es dejarse atropellar por los demagogos y los defraudadores de la historia". Y, añade, "otra cosa muy importante, no hay ninguna demanda social, al menos de los que vivimos aquí, los que vienen de paso dicen lo que les parece".