No es algo exclusivo de los últimos años, ciertamente, pero sí que esta afición se mantiene y acentúa por momentos. Este verano, sin ir más lejos, se están produciendo varios ejemplos destacables. En Valencia de Don Juan ha resurgido un grupo de pendonistas joven y activo, que toma el relevo del que existió décadas atrás. No sólo se han encargado de portar el pendón por las distintas convocatorias de la provincia, sino que el 5 de agosto organizaron un desfile en la propia Coyanza, reuniendo a un buen número de pendones de la comarca.

Otro colectivo lleva ya tres años organizando en Santa María del Páramo un encuentro y desfile de pendones en el marco de sus fiestas patronales. Se celebró el pasado domingo 2 de septiembre y en esta edición consiguió reunir una veintena de pendones.
En Cabreros del Río ha sido este verano cuando han recuperado su pendón. La iniciativa partió del Ayuntamiento en colaboración con la Asociación Cultural. La presentación se realizó el pasado domingo 26 de agosto, ondeando al viento el nuevo paño con cinco franjas de damasco: dos verdes, dos rojas, alternadas dejando en el centro una blanca.
Para rehacer el pendón de Cabreros se ha efectuado una importante labor de documentación, localizándose un valioso documento del año 1735 que describe las características del antiguo paño y el simbolismo de sus colores: el rojo en relación con la Catedral de León y la Virgen del Dado, el verde por la riqueza de las vegas y el blanco como divisa de pureza y paz. Aquel viejo pendón se había perdido hace 110 años; gracias a su recuperación Cabreros del Río estará representado a partir de ahora en las principales romerías leonesas.
Citemos para finalizar una iniciativa relacionada con los pendones leoneses que está teniendo su mayor repercusión internacional. Se realiza en el marco de la Vuelta Ciclista a España, coincidiendo con los finales de etapa que en los últimos años está protagonizando el alto de La Camperona, en Sotillos de Sabero.
50 pendones de distintas poblaciones leonesas engalanaron anteayer 7 de septiembre la meta de esta etapa, que por ser de alta montaña es una de las que más audiencia televisiva concita. La espectacularidad y el colorido que ofrecen los pendones es sin duda extraordinaria. Se trata además de un ejemplo de adaptación de un uso local, simbólico-representativo, que ha pasado al folklore popular (está presente en romerías y festividades) y que incluso como vemos se incorpora a un acontecimiento deportivo con notable éxito.
En unas semanas, San Froilán será una nueva cita que congregará buena parte de los pendones de la provincia de León. Quizás lo más importante es que, además de identificar y representar a sus pueblos, estos elementos del patrimonio local están logrando agrupar y organizar a sus vecinos jóvenes con un objetivo común, despertando una sana competición en estas concentraciones que son de una gran plasticidad.