La muestra expositiva, que reúne 36 obras de una treintena de artistas, es fruto de la colaboración entre los responsables de la Cueva, el diputado de Turismo, Genaro Martínez, y el departamento que dirige Luis García. "En un momento concreto se llega a la idea de que podría ser interesante el plantear una muestra que celebre los 50 años de la apertura institucional de la Cueva de Valporquero, y lógicamente es un espacio muy interesante para poder trabajar desde la perspectiva artística en el espacio con el espacio y en referencia a cuáles son las tendencias más o menos que se vienen desarrollando en estos momentos entre algunos artistas en León. Aunque al principio era un proyecto muchísimo más amplio se llegó al acuerdo de acotarlo en lo que tiene que ver en relación a la escultura en un sentido y con un término muy amplio".
Para el comisario de la exposición ‘Valporquero, espacio de arte’, el proyecto arranca con dos piezas que son muy significativas desde el punto de vista histórico dentro de la colección de la Diputación de León y dentro de lo que es la vinculación del arte con la Cueva de Valporquero. "La primera de ellas es una fotografía de Winocio Testera, uno de los fotógrafos más importantes que ha dado esta provincia, que hace un contraluz desde justamente la entrada de la cueva mirando hacia fuera y que es un documento histórico que nos sirve para ver cuáles son las diferencias que existen entre la entrada de la cueva antigua y la actual, pero que además es un arquetipo, una fotografía muy importante, porque ese contraluz luego es el que se va a ser utilizado por otros autores en fotografía", señala García, que también hace mención a una segunda pieza no vinculada a la fotografía sino a la pintura. "El primer premio de pintura de arte joven de la Diputación de León lo gana precisamente un artista jovencísimo en aquella época llamado Isidro Tascón con una obra titulada ‘Cueva de Valporquero’ en la que capta el interior de uno de los espacios más emblemáticos de este enclave. Esta pintura es clave en la trayectoria de Isidro Tascón porque es una pieza en la que el artista ya abandona la representación directa del paisaje para entrar en una especie de tardoinformalismo, que es lo que posteriormente le llevará al desarrollo de obras vinculadas al minimalismo y donde la pintura desaparece para trabajar la materia, como es la serie de piezas hechas con tela".
A partir de estas dos obras marco directamente vinculadas a la Cueva de Valporquero se han ido incorporando algunas piezas escultóricas de artistas tanto leoneses, residentes o no, como foráneos que residen en León e incluso otros artistas vinculados a la institución y que tienen obras en la colección. "Lo que se pretende es intervenir en el espacio arquitectónico y en el espacio exterior natural de la Cueva de Valporquero para generar un diálogo con la naturaleza y con la arquitectura, no para intentar suplantarla sino para aportar reflexiones y elementos plásticos a la naturaleza como un elemento más de cultura", señala Luis García, que partiendo de ese hecho ha seleccionado una serie de artistas destacados dentro del ámbito nacional e internacional. "Nadie va a descubrir ahora que el leonés Amancio González es un artista de ámbito internacional o que Isidro Tascón es un artista con una proyección nacional bastante importante, lo mismo que sucede en el caso de Carlos Cuenllas. Pero lo que también se plantea en la muestra son varias cuestiones. Por una parte, hay un homenaje específico y directo a la montaña leonesa y su proceso de industrialización y desarrollo económico. Las minas han sido históricamente uno de los ejes del desarrollo económico de toda esta zona, pero también lo han sido el ferrocarril y la fundición de acero. En este sentido hemos seleccionado varias piezas que toman como material básico el acero para plantear un homenaje a la minería y a la siderurgia de esta montaña, pero desde varios enfoques diferentes», apunta García, que hace mención a un primer enfoque figurativo que tiene que ver con la reinterpretación de la arquitectura clásica gótica y que se ve materializado en tres gárgolas de Juan Carlos Uriarte, donde utiliza el reciclado de elementos que constituyen herramientas agrarias en una referencia a nuestro pasado histórico. Por su parte, Guillermo Basagoiti aporta una pieza de la serie ‘Decollages navales’, perteneciente a la colección de la Diputación, que en su día formó parte de un barco carbonero que surcaba las aguas del Mississippi y con la que obtiene la máxima plasticidad, la máxima energía y la máxima tensión utilizando esas nerviaciones, en un ejercicio que lo aproxima a Chillida.Luis García menciona igualmente una pieza de acero de Juan Manuel Villanueva, un importante escultor y diseñador leonés que trabaja dentro de las vertientes postminimalistas que tienen que ver con raíces constructivistas vinculadas al mundo de Oteiza y que en este caso contribuye a la muestra con una pieza muy interesante en la que juega con las estructuras geométricas reordenadas con una relectura de lo que sería el postminimalismo, que difiere de la visión ‘neo-pop’ que utilizando ese mismo acero corten ofrece Carlos Cuenllas con su Fórmula 1, en lo que supone una reinterpretación por parte del artista leonés del famoso coche de carreras de Juan Manuel Fangio. "Estas piezas lo que plantean es esa reflexión en torno a nuestro pasado, a nuestras raíces, a nuestra industrialización, a nuestro desarrollo económico que es fundamental en toda la cornisa cantábrica, pero desde la lectura de artistas contemporáneos que utilizan ese elemento", concluye el responsable de arte del Instituto Leonés de Cultura.