Luis Grau: "La divisa de los museos siempre ha sido no tocar"

El director del Museo de León considera que la vida de los museos no se ha visto alterada en exceso y que la actividad esencial, que no es otra que la contemplación de las obras de arte o la situación ante el objeto museístico, se continúa realizando con naturalidad

Joaquín Revuelta
06/06/2020
 Actualizado a 06/06/2020
El Museo de León ha reabierto sus puertas de martes a domingo en horario matinal y con limitación de aforo al 30%. | MAURICIO PEÑA
El Museo de León ha reabierto sus puertas de martes a domingo en horario matinal y con limitación de aforo al 30%. | MAURICIO PEÑA
El Museo de León cumple este sábado su primera semana de reapertura al público en su tránsito hacia la ‘nueva normalidad’.  Lo hace, como viene siendo habitual, de martes a domingo, aunque restringiendo el horario a la jornada matinal, de 10:00 a 14:00 horas, donde los leoneses y residentes en la provincia podrán visitar, con limitación del aforo al 30 % en las fases 1 y 2 y al 50% a partir de la fase 3 de la desescalada, la exposición permanente de sus colecciones.

La reapertura de los museos, en opinión de Luis Grau, director del Museo de León, supone «dar un pequeño paso, pero muy importante –como diría Neil Armstrong–, para recuperar esa normalidad, nueva, vieja o como sea. El caso es que intentamos volver a prestar el servicio público que caracteriza a los museos, que es la exposición permanente de sus colecciones. Lo hemos hecho, como no había otra forma de hacerlo, cumpliendo escrupulosamente las normas que dictan las autoridades sanitarias a través del Boletín Oficial del Estado», argumenta Grau, que destaca que tanto en la fase 1 como en la fase 2 se dan unas limitaciones de aforo que son del 30% y del 50% a partir de la fase 3. «No solo es un aforo limitado del edificio sino que también es un aforo limitado en cada uno de los espacios, en cada una de las salas, y poniendo también las medidas de higienización corrientes que están recomendadas para todo espacio de libre concurrencia, como son las mamparas de protección, el uso de mascarillas, los geles hidroalcohólicos para lavarse las manos habitualmente, etc, y en principio lo que todos los espacios públicos estamos llevando a cabo», sostiene el director del museo, que hace también alusión a la limitación de horarios  «por una razón de turnos, para que el personal, en caso de un hipotético contagio, no se viese afectado en su totalidad, de tal manera que el museo solo abre por las mañanas, de 10:00 a 14:00 horas; eso sí, de martes a domingo, como venía siendo habitual, y la entrada es gratuita para favorecer la visita de todos los leoneses o residentes en la provincia que de momento son los únicos que pueden verlo».

Luis Grau confía que en los meses de verano se pueda incrementar la oferta expositiva del Museo de León. «Como bien sabes, en estos momentos tenemos muy restringidas las actividades, de tal manera que no podemos realizar ninguna que congregue público en un cierto número, como por ejemplo las presentaciones, las inauguraciones, las visitas guiadas... De hecho la visita actualmente se restringe a un número máximo de cuatro personas, que se les supone además convivientes porque no se puede llevar a cabo con cuatro personas que no convivan juntas, y se han retirado además todos los elementos táctiles, como los audioguías, los interactivos, los folletos... todo eso ha desaparecido del museo. Pero confiamos en que a partir del mes de julio podamos retomar una cierta actividad, porque una vez que finalice la fase 3, previsto para principios de julio, se deberían poder llevar a cabo actividades normales. De  hecho, nosotros tenemos previsto la presentación de exposiciones temporales en los meses de julio, agosto y septiembre, y a partir de ese momento, dependiendo de cómo sea la evolución de la pandemia, podemos más o menos convertir esa ‘nueva normalidad’ en una normalidad sin adjetivos».El director del Museo de León cree que los leoneses que se acercan estos días al museo para visitar la exposición manifiestan una actitud más recelosa hacia la posibilidad de encontrarse con algún problema. «Bien es cierto que la divisa de los museos siempre ha sido no tocar. Es evidente, el patrimonio no se toca. Entonces, en ese sentido, la vida de los museos no se ha visto muy alterada salvo en asuntos como la congregación de público, como hemos dicho antes, o la disposición de algunos elementos de ayuda, como los folletos, etc, con lo cual lo que mantiene el museo es la actividad esencial, y con esencial queremos decir la contemplación de las obras de arte o la situación ante el objeto museístico. Eso, que es lo que distingue a los museos de cualquier otro establecimiento cultural, se sigue haciendo con naturalidad. Digamos que ahora quizás no encontremos con menos problemas en cuanto a una posible masificación, que en los museos de tamaño medio como los de la provincia de León no es un problema realmente, como puede ser en el Prado o en el Reina Sofía que han tenido que limitar no solo el aforo sino la cantidad de obras que exponen. El Prado va a exponer 250 obras de las 1.700 que tiene habitualmente al público. Pero en ese sentido la vida del museo es una vida más cautelosa, como por otra parte sucede también en otro tipo de locales públicos. Yo espero simplemente que esa cautela vaya implicando cada vez a más público y cada vez a más actividades hasta recuperar ese tono muscular que teníamos todos, que espero que sea rápido y sobre todo seguro». Sobre las exposiciones itinerantes y temporales que se podrán visitar durante los meses de verano en el Museo de León, su director señala que ha habido que «reportar nuestra programación y reubicarla, de tal manera que lo que teníamos previsto para primavera lo pasaremos a otoño seguramente, haciendo un poco efecto acordeón con toda la programación porque, como todo el mundo ha hecho, desde los Juegos Olímpicos hasta cualquier otra actividad, hay que concentrar ahora mucho compromiso. Pero esas exposiciones sí estaban previstas en verano. Son exposiciones itinerantes que trae la Junta de Castilla y León y que recalan en León en ese momento, por lo que se ha creído conveniente mantener ese calendario. Una de ellas es una exposición sobre el 30 aniversario del Centro de Conservación y Restauración que la Junta tiene en Simancas, en la provincia de Valladolid, que es el centro que tiene la administración para atender al patrimonio en ese sentido y que al cumplir 30 años ha preparado una muestra donde se habla de sus trabajos y en este caso nos centramos particularmente en los trabajos realizados para este museo. Se trata de una muestra muy interesante para entender qué es lo que se hace en los museos antes de poder exponer las piezas», destaca Grau, que también hace referencia a una segunda exposición que podrá visitarse en agosto, en concreto una serie de «muestras arqueológicas básicamente centradas en los castros de la provincia de León y de otras intervenciones que se han realizado en los últimos años y que son de interés porque en muchas ocasiones a la arqueología le falta eso, el mostrar al público su trabajo. Todos vemos en la prensa excavaciones arqueológicas pero no sabemos qué pasa al final con esos bienes».

Preguntado si los leoneses van a tener ocasión de nuevo de contemplar alguna otra obra maestra procedente del Museo del Prado, como sucedió con la obra de Rubens ‘Ceres y dos ninfas’ el pasado año por estas fechas, Luis Grau explica que aquella fue una iniciativa muy especial. «El cumplimiento del segundo centenario del Museo del Prado ha supuesto que por primera vez en su historia el Prado llevase obras en un préstamo de un solo mes y a un solo museo de cada comunidad autónoma. Tuvimos la inmensa suerte de que el museo escogido en la comunidad autónoma de Castilla y León fuese este museo provincial, que además se escogió por su excelencia. Esa suerte que tuvimos es difícilmente repetible. Bien es cierto que estamos todavía a la espera de la selección por parte del Museo del Prado de alguna obra que pueda depositarse en el Museo de León, pues como sabéis León es una de las pocas provincias que no tiene depósitos del Prado, unos depósitos que se gestionaron en el siglo XIX, que no se han vuelto a hacer, pero estamos intentando que aquel problema del siglo XIX se resuelva en el siglo XXI. El Prado está trabajando en ello, pero también hay que decirlo, será una pieza de menor relieve que la obra maestra de Rubens que pudimos contemplar en León. Se trata de obras de mucho menor rango, aunque también importantes para un museo como el provincial. Pero son asuntos que no son de un día para otro, entre otras cosas, porque implica también que la pieza que se exhiba seguramente sea restaurada y estudiada, lo que también lleva su tiempo».
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