Él lo ha defendido. Primero en más de cuatro décadas de periodismo en diversos medios de la comunidad (El Norte de Castilla, la Cadena Ser, corresponsal de El País en Valladolid, director de Informativos de RCE y RNE en Castilla y León...) «donde siempre aposté por la cultura rural, que era la mía por otra parte», y ahora, recién jubilado, con un libro de relatos que hoy presenta en León, ‘El llanto del trigo’, doce historias independientes pero con un denominador común, el mundo rural. «Yo diría que son relatos a medio camino entre el canto al mundo rural, con todos sus valores, y también algo de obituario pues la realidad del mundo rural es la que es, la despoblación es cruel, y si no se hace algo urgente va a ser irreversible, en diez años en nuestros pueblos no quedará ni el tato».
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Para evocar estos mundos Luis Miguel de Dios se encontró ante dos caminos posibles. «Podía hacer costumbrismo puro y duro, recordar las tradiciones y describirlas, o incorporarlas a una historia de ficción. Así en vez de hablar de la matanza, de la trilla ... incorporarlas a uno de los relatos y ahí quedan recogidas».
En una historia como la que protagoniza el periodista zamorano, además redactor de El Norte de Castilla, es inevitable que aparezca el nombre de Delibes, que ya cita Juan Cruz en el prólogo. «Es evidente que es un maestro y un referente, pero también me gustaría recordar que él fue quien avisó de que a la cultura rural se la está enterrando sin acta de defunción y que desde desaparecieron las denuncias de aquella ‘Ancha es Castilla’ que le costó el puesto la cultura rural quedó mucho más indefensa». Y lo lamenta este veterano periodista pues cree que «igual que en la literatura hay pocas obras que lo retraten con dignidad —Intemperie, de Jesús Carrasco o Tierra de Campos, de Trueba y poco más— también pare el periodismo es el gran olvidado y es una pena pues es un gran filón periodístico, por el que yo quise viajar».