–‘Es mi palabra contra la mía’ es un título que puede definir perfectamente el clima político que se vive desde hace algunos años en este país, además de ser un juego de palabras de ecos marxianos.
–‘Es mi palabra contra la mía’ habla de las muchas contradicciones que vivimos cada día pero de una en especial. El espectáculo habla de que nadie está contento con lo que le ha tocado pero sin embargo seguimos adelante y cada mañana encontramos un motivo para levantarnos y seguir luchando. ¿Somos acaso felices en un mundo en el que odiamos todo lo que nos rodea? ¿Cuál es esa fuerza mágica que nos empuja a seguir? El show intenta encontrar respuesta a esa pregunta y, lo que es más interesante, el show intenta encontrar más preguntas.
–¿Las estrellas de Hollywood que pasan por ‘El hormiguero 3.0’ entienden el humor que se practica en el programa? –Yo creo que sí. De hecho la mayoría repiten. Los invitados entienden que se trata de un juego, de divertirse y de despojarse de las solemnidades de la profesión. Grandes músicos, actores y compositores viene al programa a jugar y a divertirse. Nada más.
–‘La habitación de Fermat’, su sorprendente incursión en la dirección cinematográfica, me recuerda algo a ‘Cube’. ¿Estoy en lo cierto?
–Sí. Es una de esas películas en las que el espacio es un personaje más de la trama. La película ‘Cube’ fue una influencia directa para nosotros a la hora de escribir el guión y dirigir la película.
–¿Qué aporta la magia a su personalidad artística?
–Mis dos pasiones son la magia y el humor, e intento trabajar como un contrabandista de experiencia. Me gusta aplicar lo que he aprendido de cada una de ellas a la otra. Lo que sé del humor lo aplico a mi magia y así consigo que mi magia sea un poco más divertida pero el viaje más interesante es el inverso, cuando aplico mi experiencia como mago a mis espectáculos de humor. Ahí se crea una sinergia interesante ya que el resultado es un humor más mágico. Un humor inexplicable, emocionante y tierno.
– ¿Realmente el humor hace la vida más soportable?
–De eso habla el espectáculo. De cómo el humor funciona como un bálsamo lubricante que alivia los inevitables escozores de la vida.
–En el dossier de prensa se comenta que su espectáculo hace gala tanto de ingenio como de ternura, dos conceptos que no sé si predominan en sus espectáculos o si prefiere más el humor canalla.
–A mi me gusta entender el humor como un arma de construcción masiva. Me gusta el humor poético, el humor de la imaginación y el surrealismo. Existe un humor más beligerante y actual, muy necesario por cierto, pero a mi se me da mejor el otro. Practico un humorismo que por mucho que lo intenta no consigue ofender a nadie.
–¿Suele introducir ‘localismos’ en función de la ciudad dónde actúa?
– No muchos. Intento que mi espectáculo sea el mismo independientemente del rincón del mundo en el que me toque actuar.
–¿Qué espera de su presencia en León? No sé si tiene ya alguna experiencia en esta ciudad
–Tengo familia en León y me encanta la ciudad, aunque la visito menos de lo que me gustaría. Espero comer rico y que la gente se lo pase muy bien. Ese es mi único deseo. Os espero a todos con el corazón abierto y los brazos latiendo.