Como novedad con respecto a su exposición de 2019 podemos encontrar la introducción de materia en algo tan delicado como es la acuarela, una materia relacionada con el arte textil a partir de fragmentos de vestidos o cualquier otro elemento de tela o similar creada por otros o para la ocasión, como ella dice: «A veces la materia la hago yo misma para que se compenetre mejor con la acuarela, intento que haya una conexión entre lo que está pegado y la acuarela». Y eso se puede comprobar en su obra en la que las formas de la acuarela continúan las de los textiles que componen la materia.
En la obra expuesta en la galería hay piezas anteriores a la pandemia, como los salones que fueron premio Villaseñor. La artista sobre esto dice: «en los cuadros de los salones e interiores hay muchos elementos que son de mi propia casa y a mi me gusta colocarlos». Otro tanto ocurre con las lámparas que aparecen en la mayor parte de las obras que hay en la exposición, que también le son familiares. Porque a la autora le gusta en esos cuadros de interiores en los que se aprecian escenas cotidianas incluir objetos de su propio mundo. Una de las técnicas compositivas que utiliza consiste en dar profundidad a las escenas con un acentuado contraste de un primer término oscuro con un fondo en el que se ve el exterior o una zona más iluminada con un fuerte contraluz, ello da a las obras una sensación de vida debido al alejamiento de los distintos planos de la escena.Esas obras muestran muchos de los temas que le son conocidos, como la prueba de trajes para un desfile, un mundo en el que ha estado inmersa en distintos momentos de su vida, cuadros de personas utilizando diversos vestidos y tocados y en diferentes lugares, como la exposición con vestidos de Pertegaz, con quien ella trabajó durante años; obras en general muy vinculadas a la moda y sus alrededores.Tiene también un cuadro del café Gijón de Madrid, que se reconoce por sus cortinas.Además de los salones y los cuadros relacionados con la moda se pueden contemplar tres paisajes, uno de Toledo y dos de Venecia, porque como dice la autora: «A veces meto paisajes en mis exposiciones, porque el cuerpo te lo pide».
Son muchas y muy variadas las obras de una delicadeza exquisita y que muestran un mundo muy conocido por ella que ha sabido plasmarlo como parte de su vida, empleando un colorido sugerente de acuerdo con los temas de las obras, los vestidos de las modelos e incluso el entorno que favorece totalmente las escenas. Una pintura para contemplar y sumergirse en ese mundo maravilloso que tan bien conoce y tan bien describe pictóricamente.Con respecto a la pandemia dice: «los que somos creativos y trabajamos en nuestras casas hemos notado menos la pandemia porque estamos acostumbrados a estar metidos en nuestros estudios, nuestros talleres. Y en la creatividad sí influye, digamos que es un poco más tristona, la situación influye un poquito». Lo que nunca pierde la autora, aunque se ponga triste, es su utilización delicada y profunda del color. Muchas de las piezas que presenta fueron realizadas durante el confinamiento, cuando la única actividad que podía hacer era crear obra nueva, que es la que presenta.
Un deseo que no es suyo exclusivamente, sino de quienes se dedican o gustan del arte es la reflexión que hace: «Ojalá se empiece todo a normalizar y se puedan hacer exposiciones, pero presenciales, porque on line el arte no funciona».
Y una exposición presencial va ser esta de la galería Alemi durante el mes de julio que finalizará el día 24, animando a los leoneses y visitantes de la ciudad a contemplarla en un céntrico lugar como es esta galería Alemi de la Plaza de San Marcelo.