Mar Álvarez reconoce que el origen del grupo se debe al ofrecimiento que se le hizo en su día por parte de la dirección del colegio público gijonés Honesto Batalón de dirigir una actividad extraescolar dedicada a la música. «En lugar de hacer una actividad extraescolar al uso, pues el centro contaba con algunos instrumentos como flautas y guitarras españolas, se me ocurrió formar un grupo de pop-rock. En mi caso aporté teclados y una batería electrónica, otro padre puso una batería acústica y el colegio incorporó un equipo de sonido. Poco a poco fuimos montando una sala de ensayos y se movilizó a la gente entrando unos y saliendo otros hasta llegar al núcleo central de siete integrantes, seis niñas y un niño, que hoy conforman el grupo», comenta Álvarez, que reconoce que desde sus clases siempre se dio una gran importancia a la faceta creativa. «Hacemos mucho hincapié en la tarea compositiva, hacer canciones con letras muy prestosas que hablen de lo que a ellos les gusta y apetece».

Desde el punto de vista creativo Las Eléctricas desarrollan un trabajo en equipo. «Al principio dependían más de mí, pero ahora vuelan solas. Lo de componer ha sido desde siempre una tarea de clase. Cuando empezaron conmigo eran muy pequeñas y yo les enseñé qué premisas son necesarias para hacer una canción: de qué quiero hablar, si quiero que la canción sea emotiva, divertida o que tenga ritmo de baile, dotarla de una estructura o concentrar el mensaje en el estribillo, etc. El pop-rock es su estilo fundamental y con todos esos códigos empezamos a trabajar en clase y al principio necesitaban mucha dirección porque entonces tenían solo 8 años, pero a día de hoy las canciones prácticamente las traen hechas y esa idea ya muy definida se matiza entre todos los componentes», señala Mar, que reconoce que aunque sí que hay miembros que destacan en las tareas de composición «la canción no se termina hasta que no pasa por el local y todo el mundo aporta. Es una canción de Las Eléctricas porque se pasa por el tamiz de la banda, pero sí que es verdad que hay espíritus creativos e imagínate además a esta edad, no paran».
Las Eléctricas grabaron en clase una maqueta que, reconoce su profesora y coordinadora del grupo, «tuvo su vida porque se vendió para sacar dinero para un viaje de fin de curso. En el caso de este segundo disco es una edición mucho más seria que se ha realizado en el estudio de grabación de la escuela que yo monté a raíz de crear el grupo, Sonidópolis, y en el que se recupera alguna canción de aquella primera maqueta y se incorporan otras nuevas. Pero date cuenta que están en una edad en la que cada seis meses cambian. El proceso de cambio de un preadolescente es tremendo. Yo que estoy de observadora, cada semana que llevan son un poco distintas», confiesa Álvarez, por lo que se impone la grabación de un nuevo disco porque el segundo, que se acaba de reeditar, se ha quedado en cierto modo viejo. «Este segundo disco es el disco de ellas de hace un año y ahora se impone la grabación de un nuevo disco que sea el reflejo de su estado actual», sugiere la coordinadora de la formación.
El grupo gijonés se estrena este domingo en León, una provincia que no le es ajena a la banda. «Maya y Nora tienen familia en Cistierna y van prácticamente todos los fines de semana a León», confiesa Álvarez, que reconoce los grupos de menores lo tienen difícil para tocar en público, por lo que el horario vermut y un enclave abierto como es el Jardín de San Francisco y en pleno ambiente festivo resulta ideal para la puesta de largo de la banda. «León va a ser la segunda salida de Asturias tras la estancia en Benicassim. El resto han sido conciertos de cercanías, sobre todo Gijón, donde las llaman mucho para tocar en el Jardín Botánico o en el programa ‘Arte en la calle’. También han tocado en Llanes. Ellas tienen su circuito aquí en Asturias, aunque compaginar las agendas familiares, sobre todo ahora en verano, no es tarea fácil. Pero yo me tengo que quitar el sombrero ante las familias de todos los miembros de la banda porque desde siempre han tenido una entrega absoluta con este tema. Pelean más que nadie, son como sus managers y sus más fieles seguidores».