Estos son los últimos versos con los que nuestra protagonista de hoy nos recibe en su blog ‘Mar de espigas’, donde de vez en vez nos va regalando parte de sus poemas. Concha González Fernández, es una escritora bañezana a quien sin duda muchos situarán a través de sus intervenciones en público y quizá como ganadora de algunos concursos por tierras cercanas y/o lejanas. Y es que, en lo primero, participa desde hace años del colectivo poético ‘En boca de mujer’, formado por poetas de La Bañeza y comarca, desde el que acercan la poesía a diferentes puntos de nuestra geografía. Claro que también hemos podido escucharla en encuentros como ‘Poesía a orillas del Órbigo’, ‘Poesía para vencejos’, o en el recital poético- musical ‘Ese amanecer tan lento’ que, junto a Toño Odón, ha llevado por varios lugares.
Se define a sí misma como «bañezana con frecuencia, y un poco de todas partes (…). En ocasiones me ausento de mí misma y con un bolígrafo en la mano ejerzo de moderadora ante mis bipolarismos…», bipolarismos que deben afectarla en toda su extensión porque pasa de diplomada en Graduado Social y licenciada en Ciencias del Trabajo y DEA a realizar un grado medio en Cocina y otro superior de Dirección de cocina, porque es ésta la que mayor motivación profesional le ha supuesto nunca, dice. Y es que quizá el amor por la cocina, llevado a su máximo exponente, sea un poco como el amor por la literatura, dos mundos que ella conjuga siempre en torno a ingredientes muy similares: la tradición, la inspiración, el respeto por el producto (ya sean los ingredientes o el lenguaje, las palabras), el trabajo, el estudio y las lecturas; todo para conseguir esas creaciones personales que jalonan los caminos por los que mejor se expresa. En uno de los blogs que ella cultiva, precisamente el dedicado al mundo de la cocina, Concha confiesa que «una vez que se despierta el sentimiento, este ya no duerme más. La cocina (de nuestra cosecha añadimos que también la literatura) pertenece a esa parcela de actividades extensas, infinitas y ambiguas, una parcela rodeada, en ocasiones, de modas y falsos profetas que, a menudo, tratan de distraer con fábulas y cuentos el verdadero sentido de la misma». En su aplicación al aspecto literario diremos que esta es una realidad que hoy nos azota en muchos lugares y circunstancias, tal vez la causa de que nuestra protagonista siga siendo tan cauta a la hora de mostrar y compartir sus trabajos literarios. De su trayectoria en la escritura, que ya dura más de una década, en su haber, algún que otro poemario sin publicar y no pocas incursiones en las publicaciones surgidas a través de los premios obtenidos en diferentes concursos de poesía y relato, diversas antologías en las que ha participado y, por supuesto, los blogs con los que nos muestra ese hacer literario. Completa su inquietud en estas lides su participación en recitales o su intervención como jurado en algún que otro certamen. Al hilo de todo ello cuenta en alguna entrevista: «Las veces que he ganado algún premio literario, mención o incluso cuando me han pedido colaboración en algún recital, evento, o para ser jurado, me he sentido muy querida. Me han aportado seguridad, reconocimiento, ganas de seguir escribiendo. Se pierde un poco el miedo a exponer al público tu escritura y a la inevitable incertidumbre de la crítica», aspecto que aún le cuesta porque de momento sigue sin decidirse a la edición en solitario.
Y como aún no contamos con ese libro individual en el que poder encontrarnos sus poemas y relatos, dejamos aquí el enlace a sus correspondientes blogs a través de los que acercarnos a su obra: ‘Mar de espigas’ https://conchag.blogspot.com/ para lo poético; ‘Relatando’ http://conchagrelatos.blogspot.com/ para lo narrativo.
Por lo demás, Concha González es una de esas poetas a las que da gusto escuchar en público, aunque no se prodigue demasiado, por lo que si alguna vez tienen ocasión de hacerlo, no la desperdicien. Mientras tanto les dejo unos versos, fragmento de un poema que les invito a buscar en ese su ‘Mar de espigas’:
«(…) No se equivoca la luz que se sucede cada día.
Esos instantes distraídos se ocupan de hacer de mí una mujer.
Pero en la noche, los gestos pervierten su torva de imposibles
en un muro infranqueable y es allí, en su oscuridad impuesta,
donde me venzo, donde me rompo, donde te encuentro».
Encontremos nosotros, entre sus versos y las líneas de sus relatos, a Concha González, una escritora que reconoce escribir «a veces creo que por una mezcla entre redención, narcisismo y algo de masoquismo» y que siente que la verdadera poesía «ha de ser intensa, que erice la piel, que no te deje indiferente». Quienes la siguen lo hacen porque ella a menudo lo consigue. Feliz descubrimiento.