Maraña-Laguna de Mampodre

Una ruta muy corta para conocer y disfrutar de la geología de la zona

Vicente García
07/06/2024
 Actualizado a 07/06/2024
Subiendo por los praderíos a la laguna Mampodre. | VICENTE GARCÍA
Subiendo por los praderíos a la laguna Mampodre. | VICENTE GARCÍA

Como aperitivo al extenso repertorio de actividades que se pueden realizar en el macizo del Mampodre, existe la ruta que lleva a la laguna glaciar que, de forma circular o lineal, parte y retorna de la localidad de Maraña. Un sencillo itinerario de unos siete kilómetros con 245 metros de desnivel, con suficientes atractivos naturales que garantizarán una estupenda jornada de montaña.


El origen etimológico de Mampodre no deja de ser curioso, traslada al periodo romano, concretamente al año 24 a.C., momento en el que se produjo una sublevación de las tribus astures y cántabras que habitaban estos lugares, que tras ser sofocada provocó el castigo de los romanos, cortando las manos a los que estuvieran en condiciones de usar algún tipo de arma, lo que denominaron «manum putrem» (manos podres) o «manum podarem» (manos podadas), hecho que, al parecer, está reflejado en las crónicas históricas romanas. Otros autores sostienen que el origen también puede estar en el término «montem putridum», monte carcomido, denominaciones latinas que evolucionarían al término que hoy conocemos, en la frontera difusa de la historia y la leyenda, a la que estas singulares montañas se prestan. 

 

Imagen 07 En los alrededores de la laguna (MF)
En los alrededores de la laguna. | MARCE FERNÁNDEZ

En este recorrido se pueden observar las distintas evidencias geológicas que las glaciaciones del pleistoceno dejaron en este paisaje, configurando el apreciable circo glaciar de la laguna y otras, también evidentes, en el cercano valle de Valverde, dentro de este pequeño y apasionante sistema montañoso de Los Picos del Mampodre, que atesora un buen número de cumbres calizas con altitudes superiores a los 2.000 metros, y que en cualquier estación del año ofrecerán un amplio abanico de actividades a realizar, que comprenden desde las más propiamente invernales, como el esquí de montaña, rutas con raquetas, alpinismo, también las ascensiones, con clima más favorable, a las cumbres y un amplio catálogo de rutas por el corazón de ese sistema montañoso, sin olvidar la escalada en los distintos sectores equipados próximos a Maraña, núcleo rural y epicentro logístico, desde donde se parte para realizar las distintas actividades en ese macizo.


Precisamente en Maraña tiene lugar un ya consolidado evento, impulsado por Carol y Anselmo desde el Albergue de Maraña: el Mampodre Roka & Roll, punto de encuentro de escaladores y montañeros que llegan desde distintos lugares para disfrutar de actividades de todo tipo, también de actividades inclusivas, como la paraescalada o distintas rutas, en las que gracias a las sillas adaptadas todoterreno se pueden realizar por los participantes con movilidad reducida, con la implicación del voluntariado de clubes y asociaciones especializadas en estas solidarias modalidades. 


Las cumbres del macizo del Mampodre están cobrando el destacado protagonismo que siempre debieron tener por parte del colectivo montañero, en buena parte por la promoción que de ellas se ha hecho en los últimos años, y que, de no ser por la proximidad de los Picos de Europa (que ha eclipsado desde siempre al macizo del Mampodre), constituirían una auténtica joya dentro del patrimonio montañero del país.


Desarrollo de la ruta


Partiendo de Maraña se busca el puente cercano a la iglesia, por el que se va a cruzar el río antes de comenzar el recorrido por un camino rural que abandona el pueblo en un ascenso, que poco a poco se irá haciendo más pronunciado, hasta el punto en el que ya se contempla el pueblo de Maraña desde cierta altura, resguardado por el muro de peña Hoguera, mientras se dejan atrás las praderías en cuesta, rodeando el hayedo de La Biesca por su extremo este, entrando ya en el también llamado Valle del Silencio, que finaliza en el circo del Mampodre, presidido por imponentes cumbres que se elevan por encima de los 2.000 metros, como el Pico Mediodía, el Valjarto, el Convento o el Cervunal, entre otras.

 

Imagen 08 En la laguna(MF)
En la laguna. | MARCE FERNÁNDEZ

La laguna es pequeña, y adquiere distintas tonalidades en función de la época del año, la estampa en la que se reflejan en ella las cumbres nevadas es verdaderamente espectacular. Es destino habitual cuando se hace con raquetas de nieve, ofreciendo un entorno perfecto para esa modalidad invernal, dado que no hay pendientes demasiado pronunciadas.


Una vez en la laguna existe la posibilidad de hacer el trayecto de regreso de forma circular, ascendiendo un poco más, en dirección noroeste, lo que llevará a un pequeño collado donde se encuentra un refugio de pastores, desde donde se desciende bordeando de nuevo el hayedo de La Biesca, esta vez por su extremo oeste, o bien por alguna vereda por el interior del bosque, hasta alcanzar los prados de Besurdia, buscando los pasos más intuitivos, bien a través del hayedo o por las praderías, ya que no hay un camino propiamente dicho. El único inconveniente de este tramo sería el sobrepasar portillas y cercados ganaderos, a fin de llegar de nuevo a Maraña, entrando esta vez en la localidad por el extremo opuesto al que se ha iniciado la ruta, buscando el camino más evidente y algún paso, ya al final, para cruzar el río, lo que en época estival no ofrece complicación alguna.


En el caso de utilizar las sillas todoterreno tipo Joëlette, el regreso desde la laguna se debe hacer por el mismo camino que se ha recorrido a la ida, por tanto, no de manera circular, a fin de no dificultar más la ruta. De esa forma ese itinerario simple sería de 6,70 km y apenas 230 metros de desnivel.

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